[Predicaciones para los sacerdotes de la Arquidiócesis de Guayaquil. Septiembre de 2014.]
Tema 2 de 4: Tentaciones actuales
Identidad: ¿Cómo defino quién soy?
El mundo muestra caminos de afirmación del yo a través de estereotipos claros, que dependen de la familia, la cultura, los medios de comunicación
Ejemplos: sacerdote-político (Colombia, Paraguay), o catedrático (Japón), o ganadero (mundo rural), o gerente-administrador (mundo urbano), o estrella del rock
Pasado: ¿Qué cuentas pendientes tengo?
Dos riesgos paralelos: curiosidades y nostalgias.
Peligro de los desquites: personales, familiares, culturales.
Pueden acechar heridas de infancia o resentimientos propios del tiempo de formación.
Atención a los fenómenos de idealización del pasado remoto.
Futuro: ¿Qué estoy dispuesto a invertir?
La miopía acecha. Cuesta gastarse en la evangelización que no produce un retorno económico próximo.
La rutina pastoral, tipo funcionario, parece segura. Por el contrario, la inversión social, la creación de comunidad y la formación de laicos parecen inversiones inseguras.
[Predicación a un grupo de parejas, convocadas por Radio Kerigma, de Washington. Agosto de 2014.]
* ¿Qué bien particular trae Cristo a la pareja?
(1) Ante todo, hay que saber que los seres humanos reales somos imperfectos. Y la capacidad de tener paciencia, perdonar y volver a empezar no es lo que más abunda en la sociedad. Sólo el que se sabe amado, compadecido y perdonado, da el paso para ver de otra manera a los demás humanos… incluyendo su propia pareja.
(2) La presencia de Cristo nos llama a humildad, sinceridad y generosidad: tres virtudes de muy alta importancia en la convivencia como familia o como pareja. Todo brota de ese conocimiento profundo de sí mismo que sólo conoce el que ha visto de frente sus incoherencias pero también las ha visto retroceder por el poder del Redentor.
(3) La oración compartida hace bien. Preferiblemente, oración que se ciñe a las propuestas de la Iglesia, como es la Santa Misa, la Liturgia de las Horas o el Santo Rosario. Las plegarias espontáneas corren el riesgo de volverse un correo de comunicaciones indirectas, que no ayudan ni en lo humano ni en lo divino.
(4) Y no olvidar que la meta de la pareja que de verdad se ama es ayudar al otro a llegar al Cielo. El único nombre que tiene la plenitud humana es santidad en la comunión divina.
[Retiro con ocasión del séptimo aniversario de Radio Kerigma, en Washington, DC. Agosto de 2014.]
Tema 2 de 2: La diferencia entre fe parcial y fe total
* El capítulo 1 de San Lucas nos presenta dos personas que reaccionan de modo distinto ante las propuestas de Dios: son Zacarías y la Virgen María.
* Zacarías no es un criminal ni un incrédulo pero su fe ciertamente necesita crecer mucho. Su principal obstáculo interior es que algo que es muy importante para su vida, a saber, tener un hijo heredero, no se ha realizado. En su mente tiene preguntas y en el corazón tiene dolor.
* Lo irónico es que cuando Dios amontona regalos y bendiciones ante sus ojos, Zacarías no se siente capaz de creer. Ante las promesas de Dios, se retrae en el espacio de su propio análisis y busca cómo asegurarse por sus propios medios. Su fe se queda a medias y por eso queda mudo: imagen perfecta de un testigo que no puede testificar.
* Por contraste, en el caso de la Virgen Santa, es claro que ella no está centrada en sí misma; no es prisionera de sus planes ni de sus deseos; no depende de lo que dictan sus recuerdos ni restringe su futuro a lo que pueda imaginar querer o pensar; por eso se abre con fe pura, plena, total, al plan de Dios, y dice: “Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra…”
[Retiro con ocasión del séptimo aniversario de Radio Kerigma, en Washington, DC. Agosto de 2014.]
Tema 1 de 2: Los peligros de las conversiones a medias
* Cuando una persona padece una infección es frecuente que se le receten dosis de antibióticos que debe tomar con regularidad durante un cierto número de días.En ocasiones la gente es desobediente, de manera que, en cuanto desaparecen los síntomas, dejan ya de tomar los antibióticos. El efecto es desastroso: la infección, a la que hay que considerar el enemigo, vuelve con más fuerza.
* El pecado obra como esas bacterias invasoras: un pecado medio vencido es un pecado que en realidad está retomando fuerzas para lanzar un nuevo y más vigoroso ataque. Y ese es el problema de una fe a medias: que en realidad no elimina la causa de nuestras desgracias sino que nos engaña con la desaparición temporal de los síntomas.
* Con frecuencia esos pecados vencidos apenas a medias nos someten a ciclos de frustración como el que se describe en el Libro de los Jueces, en el Antiguo Testamento: los israelitas acudían a Dios cuando se veían agobiados por los ataques filisteos pero en cuanto el peligro desaparecía, precisamente por la ayuda de Dios, de nuevo coqueteaban con los dioses filisteos. De semejante ciclo absurdo sólo puede rescatarnos la acción renovadora del Espíritu.
Escuela de Vida Interior, Tema 31: Orar con los salmos
* Sin oración no hay vida interior sino sólo repetición externa, y finalmente fatigosa, de esfuerzos por ser o parecer bueno. ¿Cómo aprender a orar, no sólo con la liturgia de la Iglesia, sino como parte de un modo de vida, algo que sea parte de nuestro ritmo cotidiano?
* La respuesta de la Iglesia ha apuntado con muchísima frecuencia hacia el Padrenuestro y hacia los salmos. En esta cuarta serie o cuarto capítulo de nuestra Escuela de Vida Interior queremos acudir a la enseñanza y la práctica de los salmos como un camino real de interioridad y de vida.
* Los salmos como escuela de oración tienen las más altas credenciales: tienen a su favor el hecho de ser palabras inspiradas por Dios mismo; textos que han guiado a los santos; expresiones variadas de prácticamente todos los estados de ánimo y situaciones en que el creyente pueda encontrarse; balance perfectísimo entre la expresión de la fe comunitaria y la fe personal.
* Pero los salmos son también una oración que puede causar perplejidad a algunos:
(1) Pertenecen a un mundo que es culturalmente muy distante del nuestro: lugares, nombres y prácticas nos resultan distantes.
(2) Expresan a veces sentimientos que riñen con lo que uno considera edificante o ejemplar.
(3) Ponen el acento o insisten mucho en elementos propios de la Antigua Alianza, como la Ley, el templo, o el rey.
* Hay respuesta a estas inquietudes:
(1) Lo mismo que al conocer a una persona nos vamos familiarizando con los nombres y lugares de su historia, también con los salmos, y con la Biblia en general. A medida que perseveramos, lo que era extraño se hace al final cercano y significativo.
(2) La dureza de sentimientos que aparece en los salmos es en primer lugar un espejo que nos ayuda a ver la realidad de lo que sentimos y que a veces tendemos a disimular o reprimir. Y luego, lo que hemos de hacer es descubrir la aplicación espiritual de esas palabras. Los enemigos a derrotar, en nuestra perspectiva, no son ya hombres o pueblos sino pecados y demonios.
(3) Siguiendo la dinámica que va del Antiguo al Nuevo testamento, más que rechazar las imágenes propias de la Alianza antigua, hemos de verlas como figuras y anticipaciones de la novedad que sólo llegó con Cristo. por ejemplo: Él es el verdadero templo; su Espíritu es la Nueva Ley, y así sucesivamente.
* * *
Este tema pertenece al Capítulo 04 de la Escuela de Vida Interior; la serie completa de los diez temas de este Capítulo 04 se está publicando aquí:
[Día de reflexión con un grupo de Hermanas Dominicas Nazarenas. Agosto de 2014.]
TERCERA SESIÓN
¿Para qué necesitamos nuevas leyes, además de la Ley Nueva, del Espíritu?
El carácter narrativo y testimonial de la Torah
Sin la parte del testimonio, lo preceptivo se vuelve “huesos secos”
La transmisión de lo legislativo en el régimen de la Nueva Alianza
El papel de un superior es cuidar historias, que son de amor y salvación
Necesitamos redescubrir la paternidad y maternidad espirituales
Y redescubrir la obediencia como guía que consolida la salvación
Perspectiva dominicana
Una Orden de teólogos y místicos
Orientados a la predicación y la misión
[Predicación en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en Hialeah, Florida. Julio de 2014.]
Una vida que mira a Cristo
(Apuntes de Semper Fiat)
1. Ya sabemos del peligro de algunos de los muchos obstáculos que impiden la sanación de DIOS en nuestra vida.
También ya vimos que la clave para vencer dichos obstáculos es rendirse genuina y totalmente a JESÚS. Ahora bien, en la tercera y última charla, Fray Nelson nos dice que ese “rendirse” implica tener a JESÚS por Rey de nuestra vida.
2. Reconocerlo como Rey implica considerar que todo le pertenece a Él, que Él puede disponer de todo cuando quiera, como quiera, donde quiera y para lo que Él quiera. Él ciertamente no es abusivo si le concedes dicha autoridad en tu vida, pero tampoco te engaña, Él va a cambiarte en todas las áreas de tu vida. Evidentemente para un bien que va más allá de nuestras cómodas y superficiales espectativas.
3. Muchos creen que lo tienen como Rey de su vida, pero más bien lo tienen como una decoración. Fray Nelson puso el siguiente ejemplo: Hay artistas que se creen muy cristianas por tener una cruz o crucifijo al cuello, pero al mismo tiempo lo exhiben dentro de un amplio escote. A esas artistas habría que decirles: ¡¡¡CRISTO no viene para decorar escotes… usted se equivocó… CRISTO quiere algo más que su piel desnuda, Él quiere su corazón!!!
4. También mencionó como el desencanto por los poderes de este mundo es señal de que CRISTO es mi Rey. Lo que implica en el camino ir dejando no sólo cosas malas, sino buenas, pero no necesarias. Pero no se reduce a este desencanto, sino a la fascinación por JESÚS. Y mencionó como muchos cuando hablan de JESÚS o trabajan por Él, parece que no tienen sangre, sino yogurt en las venas. Son aquellos que leen la Pasión y dicen: “Ahora es que entiendo por qué el Cristo de Velazquez es tan pálido… con tanto derramamiento de sangre…” ¡¡¡En vez de tener un arrebato profundo de amor por JESÚS!!!
5. Conclusión: La pondré parafraseando a San Juan de Ávila: “Quien tiene por Rey a Cristo, considera por barato todo lo que tuviera que pasar por amor a Él”
[Predicación en la Parroquia de la Inmaculada Concepción, en Hialeah, Florida. Julio de 2014.]
Victoria sobre los obstáculos a la sanación
(Apuntes de Semper Fiat)
1. Fray Nelson enfocó su primera predicación a 5 de los muchos obstáculos que no nos permiten abrirnos a la acción sanadora y liberadora de DIOS.
2. En la segunda charla dio el “antídoto” para que se rompan dichos obstáculos, y que resumió en la palabra “Rendirse”.
Es ese acto humilde de mi libertad de reconocerme enfermo, pero también incapaz de sanar por mis propias fuerzas.
Es el hermoso movimiento de mi voluntad que le dice a DIOS:
¡¡¡Tú ganas, haz de mí lo que quieras, cuando quieras, y como quieras!!!
3. Aplicó ese “rendirse” a cada uno de los 5 obstáculos, pero por espacio les resumo el contenido:
– Muchos creen que se han rendido a DIOS, y lo han hecho, pero con la “fotocopia” de su enfermedad. Y las fotocopias siguen siendo soberbia. Él quiere que te rindas con total transparencia y confianza en Él.
– Rendirse es reconocer que para DIOS no hay imposibles.
– Rendirse implica “nacer de nuevo”, es decir, ser “paridos” por la gracia que DIOS da principalmente en los sacramentos.
– El que se rinde deja trabajar al alfarero, por tanto está dispuesto a ser ablandado y moldeado por sus manos.
– El que se rinde no condiciona, no pone tiempos límite, ni depende de la reacción de otros.
1. La soberbia es un obstáculo para la sanación que da DIOS, porque el soberbio apela a sí mismo como su propio médico. Algunos ejemplos sencillos de soberbia:
– El varón que siempre quiere tener el control, y nadie le puede decir que algo hace mal. Y si por acaso reconoce el mal, él dice que él lo arregla. Es decir, se cree en cierto modo omnipotente.
– La mujer que viendo la cantidad de vicios y pecados de su novio, piensa que en el matrimonio lo va a cambiar. Es decir, también se siente en cierta manera omnipotente.
¡Evidentemente quien se siente omnipotente coloca la acción del verdaderamente omnipotente, es decir, de DIOS, en segundo plano!
3. El poder de la soberbia está en que se adhiere al bien. Ejemplos:
– Eres inteligente (es algo bueno)… luego la soberbia hace creerte que tu inteligencia lo puede todo.
– Eres bella (es algo bueno)… luego la soberbia hace creerte que tu belleza lo puede todo.
4. Finalmente, la soberbia te impermeabiliza contra la acción de DIOS. De ahí vienen frases como:
“Yo esos de los retiros no los necesito” [Como si ya conocieras todo lo que DIOS es capaz de dar]
“Yo no necesito que me sanen de nada porque no estoy enfermo” [Como si conocieras todas tus heridas emocionales y espirituales]
“Yo no me confieso con un sacerdote que es igual o más pecador que yo” [Como si el perdón que DIOS da en el sacramento dependiera de la dignidad del sacerdote, y no de su gracia y misericordia], etc…
5. El soberbio no sana porque no reconoce la enfermedad, o reconociéndola no se deja ayudar.
II. La vanidad
La Vanidad es la hija mayor de la soberbia porque también nos retiene ante la ayuda que necesitamos, pero la diferencia está en que la Vanidad lo hace por vía de comparación. Ejemplo: Un matrimonio que participa de una oración de sanación y de liberación. Los dos los toca profundamente el ESPÍRITU SANTO, al grado que la mujer comienza a derramar abundantes lágrimas. El esposo, está a punto de lo mismo, pero al ver que su esposa -¡una mujer!- llora, y ser un machista, retiene las lágrimas por vanidad, porque no quiere hacer el “ridículo”. Y es precisamente mediante ese llanto humilde y totalmente rendido al poder de la gracia, que DIOS quería sanarle. Recomiendo hacer la oración de Santa Catalina de Siena: “¡Señor, dame la gracia del conocimiento de mí misma!” Porque la Vanidad por vía de comparación, siempre termina dándonos una definición falsa de nosotros mismos.
III. El soborno del pecado
1. El tercer obstáculo que impide la sanación de DIOS es nosotros es ¡el soborno!
2. Fray Nelson explica cómo el primero en sobornar es el pecado a través de ciertas ventajas que nos mantienen ciegos a nuestra realidad. Efectivamente el pecado ofrece ciertad ventajas, especialmente al principio, pero sus deseventajas y sus frutos son infinitamente más grandes y terribles. Cuando decía esto me recordaba de la frase de San Juan de Ávila: “¡Oh, pecado! ¿por qué nunca nos dices en qué vamos a terminar?”
3. Uno de los ejemplos que puso Fray Nelson: Sin mencionar su nombre, y pidiendo que no se mencione, hizo referencia a una cantante compatriota suya, es decir, colombiana, que para no dejar de ser relevante cada vez se degrada más en sus letras, vídeos y producciones. Es decir, por mantenerse relevante para que nadie le quite el puesto de fama que ha logrado al principio de forma decente, se deja sobornar y cae en la indecencia del pecado, y termina ciega ante la realidad de su enfermedad.
4. Finalmente mencionaba Fray Nelson que el que se deja sobornar por el pecado al final cae en la prostitución, porque se vende por unas ventajas temporales y engañosas, no sólo por dinero, sino por fama, aprecio, compañía, etc… Y esto le impide escuchar las ventajas de la gracia y sanación de DIOS.
IV. La venganza
1. El cuarto obstáculo que evita que recibamos cualquier tipo de sanación de DIOS es: ¡La venganza o el ajuste de cuentas!
2. Fray Nelson hacía notar que muchos son conscientes de que deben sanar, pero están dispuestos a ser sanados después de saldar cuentas pendientes. El peligro de este comportamiento, es que se condiciona el proceso de sanación a una voluntad ajena, que puede cambiar o no, y que no sólo puede retardar el comienzo de mi sanación, sino hasta puede definitivamente truncar mi sanación porque yo no sé cuánto tiempo más de vida me queda.
3. También Fray Nelson tocó brevemente el dato de cómo este tipo de comportamiento hasta puede ser causa de enfermedades físicas.
4. En conclusión, el que condiciona su conversión a la conversión del otro, ya no se mira así mismo, y terminará ignorando o justificando las propias faltas.
V. La autocompasión
1. El quinto y último obstáculo que mencionó Fray Nelson para evitar recibir cualquier tipo de sanación por parte de DIOS es: ¡La Autocompasión!
2. Hay gente que no sólo no quiere sanar, sino le gusta estar enfermo, porque así recibe un régimen especial, llama la atención y sobretodo, se quita de la responsabilidad de ser un miembro activo de la sanación de DIOS para otros, pues al final se autoconvence de que no hay nadie que sufra más que él; es la víctima por excelencia.
3. En conclusión, el autocompasivo reconoce su enfermedad [aunque algunas las inventa] pero no sale al encuentro de la sanación de DIOS, y mucho menos se pone a disposición de ella, pues le conviene ser el centro de atención y vivir ensimismado.
“Uno de los objetivos principales de la «Ideología de género» (perspectiva de género, feminismo de género, etc.) es atacar familia y la religión. Proponen la necesidad de «deconstruir» (deshacer, destruir) la familia, el matrimonio y la maternidad, para que el mundo pueda ser libre; además la Religión, ya que, según ellos, es la causa principal de la opresión de la mujer. Creo que esto debe realmente preocuparnos a todos…”
Su nombre es Silvia, maestra de 5º grado. El primer día de clase lo inició diciendo a los niños una mentira.
Ella miró a sus alumnos y les dijo: Los quiero a todos por igual.
Pero ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba Carlitos.
Silvia había observado a Carlitos desde el año anterior, había notado que era diferente a los demás niños, no jugaba, su ropa estaba siempre descuidada y por su aspecto necesitaba darse un buen baño.
Carlitos comenzó a ser desagradable, la maestra comenzó a marginarlo y al más pequeño error en sus tareas, sin contemplación lo corregía.
En la escuela había una norma. Los maestros debían revisar el historial de cada uno de sus alumnos, pero Silvia dejó el expediente de Carlitos para el final. Cuando lo revisó, se llevó una gran sorpresa. La maestra de primer grado había escrito: Carlitos, es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de manera eficiente y tiene muy buenos modales, es un placer tenerlo en clase.
Su maestra de segundo grado escribió: Carlitos, es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se le nota preocupado y triste por la grave enfermedad que está sufriendo su madre. Creo que debe ser muy difícil, para un niño de su edad.
La maestra de tercer grado escribió: Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él, se esfuerza en hacer lo mejor, pero su padre no muestra mucho interés, considero que se deberían tomar ciertas medidas para que no afecte al desarrollo del niño y a su carácter.
Su profesora de cuarto grado escribió: Carlitos se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela. No tiene muchos amigos y en ocasiones se duerme en clase.
Al leer el expediente de Carlitos, Silvia se dio cuenta del mal que estaba haciendo al marginar y no tratar con amor a un niño con un problema tan grave y se sentía apenada y arrepentida por su actitud.
Pasó poco tiempo y muy pronto llegaría la Navidad. Los alumnos, como de costumbre, le trajeron sus regalos, envueltos en fino papel y grandes lazos, excepto el de Carlitos. Su regalo estaba dentro de una bolsa de papel.
A Silvia le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros niños, algunos se podían reír y otros se burlarían. Pero no tuvo más remedio que hacerlo. Dentro de la bolsa había un viejo brazalete y un frasco de perfume usado. Los niños empezaron a burlarse, pero ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era aquel brazalete mientras se lo probaba y lo mucho que le gustaba el perfume, mientras se ponía un poco en la mejilla.
Carlitos se sorprendió de la actitud de la maestra y se quedó hasta que todos se hubieran ido para decirle: Silvia, en el día de hoy usted es como mi mamá.
Desde ese día, ella dedicó tiempo y amor a ese niño, que un tiempo atrás había dejado de lado.
Cuando llegó el final del curso escolar, Carlitos se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase. Por eso Silvia estaba emocionada y muy contenta… Carlitos se había convertido en su alumno más querido.
Un año después, ella recibió una carta de Carlitos, diciéndole que había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Cuatro años después recibió otra carta, diciéndole que había terminado sus estudios secundarios y que se graduaría con los más altos honores y además que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Cuatro años después recibió otra carta, en esta ocasión le contaba que había terminado sus estudios en la Facultad de Derecho y repetía los mismos textos que las anteriores, que seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita. Además le conto que su padre había fallecido y también que iba a casarse. Le preguntó si le gustaría ocupar en su boda el lugar que normalmente es reservado para la madre del novio y Silvia aceptó.
El día de la boda, se presentó vestida como una reina, con el viejo brazalete en su muñeca y perfumada con el recuerdo que conservaba, desde aquella Navidad. Carlitos emocionado la abrazó, le dio un beso y le susurró al oído: Gracias Silvia por creer en mí, gracias por haberme hecho sentir la diferencia y por ayudarme en el momento más difícil de mi vida.
Silvia con lágrimas en los ojos, le dijo: Te equivocas tú fuiste el que me enseñó a mí, cuando te conocí entendí que no se puede ser una maestra sin el sentimiento de una madre.
[Vocación profética de la Vida Religiosa: un retiro ofrecida a las Dominicas de la Inmaculada, en Ecuador. Julio de 2014.]
Tema 16 de 16: Conclusión y envío
* La Carta “¡Alegraos!” de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica es un valioso documento preparatorio para el Año de la Vida Consagrada, a celebrarse en el 2015, por deseo del Papa Francisco. Inspirándose en palabras que el Papa ha dirigido a religiosos y religiosas en distintos momentos, retomamos algunas preguntas de esta Carta:
— Quería deciros una palabra, y la palabra era alegría. Siempre, donde están los consagrados, los seminaristas, las religiosas y los religiosos, los jóvenes, hay alegría, siempre hay alegría. Es la alegría de la lozanía, es la alegría de seguir a Cristo; la alegría que nos da el Espíritu Santo, no la alegría del mundo. ¡Hay alegría! Pero, ¿dónde nace la alegría?
— Mira en lo profundo de tu corazón, mira en lo íntimo de ti mismo, y pregúntate: ¿tienes un corazón que desea algo grande o un corazón adormecido por las cosas? ¿Tu corazón ha conservado la inquietud de la búsqueda o lo has dejado sofocar por las cosas, que acaban por atrofiarlo? Dios te espera, te busca: ¿qué respondes? ¿Te has dado cuenta de esta situación de tu alma? ¿O duermes? ¿Crees que Dios te espera o para ti esta verdad son solamente “palabras”?
— Somos víctimas de esta cultura de lo provisional. Querría que pensarais en esto: ¿cómo puedo liberarme de esta cultura de lo provisional?
— Esta es una responsabilidad, ante todo, de los adultos, de los formadores. Es vuestra, formadores, que estáis aquí: dar un ejemplo de coherencia a los más jóvenes. ¿Queremos jóvenes coherentes? ¡Seamos nosotros coherentes! De lo contrario, el Señor nos dirá lo que decía de los fariseos al pueblo de Dios: “Haced lo que digan, pero no lo que hacen”. Coherencia y autenticidad.
— Podemos preguntarnos: ¿estoy inquieto por Dios, por anunciarlo, para darlo a conocer? ¿O me dejo fascinar por esa mundanidad espiritual que empuja a hacer todo por amor a uno mismo? Nosotros, consagrados, pensamos en los intereses personales, en el funcionalismo de las obras, en el carrerismo. ¡Bah! Tantas cosas podemos pensar… Por así decirlo ¿me he “acomodado” en mi vida cristiana, en mi vida sacerdotal, en mi vida religiosa, también en mi vida de comunidad, o conservo la fuerza de la inquietud por Dios, por su Palabra, que me lleva a “salir fuera”, hacia los demás?
— A los pies de la cruz, es mujer del dolor y, al mismo tiempo, de la espera vigilante de un misterio, más grande que el dolor, que está por realizarse. Todo parece verdaderamente acabado; toda esperanza podría decirse apagada. También ella, en ese momento, recordando las promesas de la anunciación habría podido decir: no se cumplieron, he sido engañada. Pero no lo dijo. Sin embargo ella, bienaventurada porque ha creído, por su fe ve nacer el futuro nuevo y espera con esperanza el mañana de Dios. A veces pienso: ¿sabemos esperar el mañana de Dios? ¿O queremos el hoy? El mañana de Dios para ella es el alba de la mañana de Pascua, de ese primer día de la semana. Nos hará bien pensar, en la contemplación, en el abrazo del hijo con la madre. La única lámpara encendida en el sepulcro de Jesús es la esperanza de la madre, que en ese momento es la esperanza de toda la humanidad. Me pregunto a mí y a vosotros: en los monasterios, ¿está aún encendida esta lámpara? En los monasterios, ¿se espera el mañana de Dios?