Teología Moral familiar y sexual, 11: Visión bíblica de la familia y la sexualidad humana

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 10: Visión bíblica de la familia y la sexualidad humana

2015-05-28 08.10.00

* La perspectiva bíblica tiene su raíz en una afirmación gozosa: somos creación de Dios, y en nosotros hay un designio y expresión de su bien. El cuerpo es bueno; la sexualidad es buena; ser sexuado es bueno. Como todo bien, nuestra corporalidad requiere un discernimiento moral pero el hecho fundante está en el bien de ser creaturas de un Dios bueno.

* Hombres y mujeres somos complementarios en varios planos, particularmente tres:

(1) De modo más obvio, en la biología, cuyo fruto propio es la procreación.

(2) En lo existencial: la tendencia principalmente masculina de obrar orientados por una meta se complementa con la tendencia mayormente femenina de cuidar el contexto.

(3) En cuanto al poder: la Biblia muestra que una mujer logra lo que no pudieron diez mil hombres filisteos; se puede decir que la mujer tiene el poder “de hecho” y que el hombre, si sigue a Dios en actitud de construir un bien, recibe el poder “de derecho.”

* El hogar se presenta, sobre todo en el Deuteronomio, como espacio de plenitud y felicidad humana, y a la vez, como la gran escuela de la fe y la liturgia. El hogar es espacio de fecundidad pero no solamente en lo numérico: ser de verdad fecundos es hacer nacer para la amistad y relación con Dios, y finalmente para el Cielo.

* El amor de pareja y la hermosura de la intimidad son celebradas en la Escritura, sobre todo en el Cantar de los Cantares, pero la alegría por saberse amado o el placer del sexo no deben llevar a idolatría. la idolatría es siempre fracaso de la humanidad. El amor humano, como todo lo humano, está siempre necesitado de redención.

* Es consecuente entonces ver la urgencia del Reinado de Dios como un amor que de suyo supera a cualquier otro amor, y esto explica la grandeza de la vocación del célibe por razón del Reino de Dios.

Teología Moral familiar y sexual, 10: Ideología de género

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 10: Ideología de género

2015-05-21 09.46.36

I. Propósito

* La ideología de género quiere separar “sexo” (concepto ligado a la biología) de “género” (palabra que alude a la construcción gramatical que diferencia masculino y femenino en algunos lenguajes, como el español). La idea es que el “género” es un constructo social que puede de-construirse y re-construirse según los parámetros que estén vigentes en cada modelo de la sociedad.

* La ideología de género abre así enormes posibilidades en varios frentes:

(1) El político gana un electorado a partir de los grupos cuyos “derechos” han sido vulnerados, y a partir de quienes simpaticen con esos grupos.

(2) El mercado gana un nuevo “nicho” al cual surtir de bienes y servicios, los cuales son especialmente lucrativos por las características de urgencia de satisfacción y conquista, propias d ela población LGBTI.

(3) La sociedad asegurará, en su mayoría, que se han dado pasos en la dirección de una mayor libertad subjetiva, y esta suele ser confundida con la libertad verdadera.

II. Orígenes de la ideología de género

* La raíz más clara es la separación entre placer y fecundidad en el sexo. Desligado de la fecundidad, el placer sexual convierte la intimidad en un entretenimiento sujeto a leyes de oferta y demanda. Desligada del placer, la fecundidad se convierte en un negocio en manos de tecnólogos y burócratas. La conjunción de estas circunstancias crea una falsa idea de autonomía absoluta y de libertad para autodefinirse, y para redefinir lo que significa ser humano.

* Una segunda causa es el marxismo redivivo. Karl Marx descubrió, o por lo menos hizo muy visible una consigna que ya había prestado servicios políticos en varias revueltas sociales: una vez que se presenta a un grupo social como “desposeído,” unas buenas dosis de odio van nutriendo de fuerza a ese grupo. Basta luego presentarse como su líder para tener en las manos abundante fuerza de transformación social y de ascenso al poder. Para Marx ese grupo eran los “pobres” y el “proletariado.” Nuevas ediciones del marxismo apelarán a las mujeres o a la población LGBTI.

* Como causa relativamente cercana hay que mencionar la entrada franca de estas ideas en la IV Conferencia sobre la Mujer, organizada por la ONU y celebrada en Pekín en 1995.

III. Vocabulario típico

* Los siguientes términos son frecuentes en el desarrollo de la agenda LGBTI: discriminación, hegemonía, polimorfía, homofobia, orientación sexual, patriarcado.

* El sentido general en el uso de de esos términos es presentar todo lo que dependa de la biología, la naturaleza o la tradición de las sociedades como perverso, esclavizante y manipulador. Lo nuevo en cambio, representado por la polimorfía y la libre escogencia de la orientación sexual, sería promesa de libertad y de justicia social.

IV. Proceso de implantación

* Estos son los pasos típicos en la imposición de la ideología de género en una sociedad:

(1) Lucha ruidosa, amplificada mediáticamente, en contra de la “discriminación” contra la mujer y contra LGBTI.

(2) Presentación obsesiva de una femineidad egoísta (esto silencia el deseo materno) y a la vez celebración festiva de lo homosexual y en general de lo “diverso.”

(3) Implantación legal de lo “igualitario.” Nuevo despliegue de medios sociales.

(4) Implementación y luego imposición forzada de programas educativos que aseguren que las nuevas generaciones sólo pensarán en clave de ideología de género.

(5) Ajuste de multas y castigos ejemplares para quienes se atrevan a disentir. Pérdida de sus hijos para los papás que quieran oponerse.

(6) Demonización de las personas o instituciones contrarias. Lucha escalada contra la Iglesia, desde la exhibición de sus llagas hasta los torrentes de calumnias y blasfemias.

(7) Proceso culminado: explotación abierta y sin resistencia del individuo, que ha quedado ya desprovisto de familia y de instituciones de rango medio que le puedan acoger, hablar otro lenguaje o ayudar de cualquier modo.

Teología Moral familiar y sexual, 09: Conozca qué es reingeniería social

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 9: Conozca qué es la reingeniería social

2015-05-14 09.37.50

* Entendemos aquí por reingeniería social el conjunto de mecanismos y estrategias que intentan redefinir qué se considera normal dentro de un grupo humano.

* De inmediato se ve que la reingeniería es una potente herramienta de control y dominación de la sociedad. No es extraño entonces que se inviertan enormes cantidades de dinero y de talento humano para lograr incidir en la escala de valores de millones de personas que, una vez domesticadas, serán dóciles a los deseos políticos o económicos de quienes han puesto en marcha todo este proceso y han incurrido en gastos colosales.

* La reingeniería social utiliza tres grandes estrategias: de-sensibilización, re-significación y demonización.

DE-SENSIBILIZACIÓN

* Es una especie de “anestesia” que intenta evitar el rechazo emocional que ciertos comportamientos producen en la gente. Como está claro que imponerse por la fuerza engendra rebelión, resulta más astuto empezar por anestesiar a la gente para que no rechace lo que se quiere que acoja y acepte.

* El humor y la simpatía son un mecanismo poderoso para este fin: las cosas que nos parecen chistosas son cosas de las que no nos defendemos; la gente que nos parece simpática no nos parece a la vez peligrosa. Lograr que nos riamos y estemos a gusto con situaciones que contienen actos morales que en otras circunstancias rechazaríamos es un recurso muy fuerte para la reingeniería social.

* La sensualidad, desde lo estético hasta la erótico o incluso obsceno, es otro recurso útil de desensibilización. El explicable rechazo que muchos sienten ante los actos homosexuales disminuye notablemente cuando se presenta a dos modelos bellísimas que se besan o acarician.

* La falsa compasión es otro mecanismo útil para estos propósitos. Presentar continuamente historias de homosexuales maltratados, o de enfermos terminales que “suplican” que los dejen matarse tiene una incidencia grande en los criterios morales de la mayor parte del público.

RE-SIGNIFICACIÓN

* Esta es una estrategia de amplio uso por los propagadores del gnosticismo y de la Nueva Era pero su implementación sucede cada vez más en otros ámbitos. Básicamente se trata de usar las palabras que nosotros usamos, o que siempre se han usado, pero cambiando su contenido o significado. La mayor parte de la gente no nota el cambio y al final terminan creyendo lo que no creían y celebrando lo que antes les daba desconfianza o francamente asco.

* En nuestro tiempo, por ejemplo, la palabra “amistad” ha venido a quedar firmemente establecida como sinónimo de “complicidad” de modo que la regla tácita de comportamiento entre amigos es: “Respetaré y apoyaré todo lo que mi amigo haga o diga.” Por supuesto, una consecuencia de esta redefinición de amistad es que Cristo, el Cristo del Evangelio, no puede ser mi amigo. Será amigo mío el Cristo que se limita a sonreírme estúpidamente y darme palmadas de respaldo en el hombro.

* Un caso incluso más grave es el de la palabra “matrimonio,” que muchos quisieran redefinir hoy como “unión de afectos e intereses entre dos adultos.” Esa redefinición, contraria a milenios de experiencia y vida de la humanidad, resulta muy útil para quienes en el fondo quieren destruir la institución familiar, bastión que les resulta estorboso para dominar al individuo y hacerlo esclavo del Estado y del Mercado.

DEMONIZACIÓN

* Ningún proceso de reingeniería social estaría completo si no se ocupara de dejar fuera de combate a los posibles adversarios u oponentes. Eso es lo que pretende la demonización: desacreditar la voz y descalificar la presencia pública de quienes no comparten el discurso que se pretende imponer.

* En este sentido es importante destacar que nos encontramos en una etapa que se puede llamar “post-relativismo,” es decir, hemos entrado en un nuevo dogmatismo, que tiene su propia inquisición, muy ágil para mostrar, por ejemplo, cómo la Iglesia Católica es la gran enemiga de la sexualidad, de la felicidad y de la llamada “inclusión.”

* Para hacer avanzar la demonización es importante saber jugar el “juego de los derechos,” es decir, suprimir un derecho contraponiéndolo a otro. Por ejemplo: “ya no tienes derecho a tu libertad de conciencia, con respecto al aborto, porque los derechos reproductivos de la mujer priman sobre los tuyos.” Otro ejemplo: “Ya no tienes derecho a expresar tu fe en público porque prima el derecho a una convivencia pacífica, que requiere que nadie diga su religión.”

* Una vez adelantado suficientemente el proceso de demonización, ya se pueden permitir, luego favorecer, y luego realizar a gran escala los subsiguientes procesos de segregación y persecución, hasta la tortura y la muerte.

Teología Moral familiar y sexual, 08: Castidad y virtudes teologales

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 8: Castidad y virtudes teologales

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Introducción

* Son “teologales” aquellas virtudes que sólo existen, y aún más, sólo pueden ser reconocidas, a partir de la acogida de la revelación cristiana y de algún grado de experiencia del don del Espíritu Santo. Sin la revelación o sin el Espíritu estas virtudes no parecen algo bueno sino extraño, necio, arbitrario, condicionante o atrasado.

* Ello plantea la pregunta: ¿de qué modo un creyente puede presentar su fe de modo público cuando la opinión predominante es claramente pagana, y por consiguiente indispuesta y a la vez incapaz de reconocer el bien que pueda traer esa fe? ¿No queda más remedio que recluirse en el ámbito de lo privado?

* Sobre la base, siempre necesaria, de la oración y de una vida coherente, el creyente puede hacer mucho más. No puede producir la fe, ni imponerla por la fuerza de un argumento como el de la geometría, ni presentarla como un hecho comparable a los hechos que sirven de base a la ciencia. Y sin embargo, sí puede ayudar a hacer camino con los hombres y mujeres de su tiempo por la misma ruta que seguramente le ha llevado a él a creer.

* La búsqueda que suele ser más promisoria en nuestro tiempo es la que comienza por el sujeto mismo, con sus incoherencias y su sed frustrada de justicia. La verdad es que mucha gente percibe con dolor la distancia entre lo que quisiera hacer y lo que termina haciendo, en términos de su propio crecimiento moral. Esa grieta apunta hacia la realidad del pecado porque el pecado no deja de existir porque dejemos de hablar de él.

* En cuanto a la justicia, uno puede hacer ver los grados crecientes de corrupción prácticamente en todo el mundo, y sobre todo: hacer ver que el sistema no tiene en realidad recursos para sanarse o enmendarse a sí mismo. De nuevo, la conclusión es que el pecado no deja de existir porque dejemos de hablar de él.

* La capacidad de reconocer la realidad del pecado, incluso si la palabra misma se intenta omitir, permite conectar con experiencias profundas del pueblo de Dios. Lo que el pueblo hebreo percibe es que es salvado. Su fe no empieza como un acto de suposición o de imaginación sino como respuesta a una propuesta que viene de fuera y que, después de imponerse en cierto modo sobre Moisés, llega con inusitada soberanía sobre el faraón e incluso sobre los mismos hebreos. Una vez que uno entiende que la fe no es imaginación, caen por tierra las repetidas calumnias de los cientificistas, y de otros enemigos de la fe.

Dinámica interna de las virtudes teologales

* Claramente la fe abre toda la vida de Dios en nosotros. Por la fe descubrimos su iniciativa, que es precisamente la diferencia entre la fantasía y el acto de creer. Por la fe nos fiamos de aquel que ha salido a nuestro encuentro.

* Una vez que uno descubre que Dios ha estado y está, llega a afirmar con firmeza y gozo que Dios estará, y tal es el contenido básico de la esperanza.

* Y por la fe descubrimos primero el actuar y luego algo del ser de Dios. Así la fe hace “razonable” y casi “forzoso” amar.

* A su vez, el amor es el entorno que nos invita a confiar, esperar y acoger cuanto viene de Dios. Por la fe llegamos al amor pero gracias al amor crecemos en la fe.

Bienes de la vida teologal en cuanto a la castidad

* Un texto como Romanos 6,11-18 nos invita a reconocer cuánto gana en convicción y fuerza el propósito de una vida ordenada en lo que respecta a los deseos, en general, y al deseo sexual, en particular:

(1) La fe abre un horizonte infinito, que le quita fuerza de “absoluto” al deseo, según lo de San Agustín: “Nos hiciste, Señor, para ti…”

(2) La fe nos revela aquellos bienes “de allá arriba” (Colosenses 3) que cautivan el corazón y lo liberan de los placeres inmediatas y puramente carnales.

(3) La fe revela una nueva dignidad: hijos de Dios; valiosos con el valor de la Sangre del Unigénito; templos del Espíritu Santo.

(4) La fe pone delante de nuestros ojos, ante todo, el ejemplo de Jesucristo, cuyo amor es ejemplo, pero primero, sanación.

Teología Moral familiar y sexual, 07: Castidad y virtudes humanas

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 7: Castidad y virtudes humanas

2015-03-26 09.03.01

Introducción

* Se llaman virtudes “humanas” aquellas que prácticamente en todas partes son reconocidas como cualidades deseables o dignas de encomio. esto puede identificarse con relativa facilidad cuando se ve que los vicios opuestos engendran burla, recelo o desprecio en todas partes. Por ejemplo, en ningún lugar se tiene por grande o notable a una persona que nunca pensó las consecuencias de sus actos y vivía contradiciéndose de una forma tonta y sin motivo. Otro ejemplo: aquellos que, como el tristemente célebre rey Faruk de Egipto, se dedican a complacerse en placeres despiertan conmiseración, repugnancia o desprecio.

* Entre las virtudes humanas se llaman “cardinales” aquellas que sirven de “quicio” o eje a muchas otras. La tradición clásica reconoce cuatro grandes virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

Prudencia y castidad

* La prudencia, recta ratio agibilium, (pensar correcto sobre lo que hay que hacer) es considerada la reina de las virtudes humanas. No es difícil darse cuenta del daño que la imprudencia puede traer a una vida casta.

* La prudencia nos lleva a conocernos, y por tanto a tener conciencia de nuestras áreas débiles y tentaciones más fuertes. También, en sentido positivo, nos ayuda a identificar los dones y talentos que tenemos, y los caminos por los que podemos expresar afecto y caridad.

* Es indispensable la prudencia para tener bien presentes las consecuencias o el precio de nuestros actos. Muchas historias de amargura relacionadas con faltas contra la castidad tienen que ver por un momento de pasión en que no se atendieron las posibles consecuencias.

Fortaleza y castidad

* En varios sentidos necesitamos de la fortaleza, en relación con la castidad. Pero con respecto al ordenamiento de nuestros deseos la lucha puede ser paradójica pues, como han anotado tantos autores, en las tentaciones contra la pureza suele vencer el que huye, no en sentido cobarde, sino en sentido de establecer una clara distancia.

* Además del sentido obvio de poner distancia cuando un mismo es tentado, está también el hecho de distanciarse de ambientes, consignas y consensos de pecado que abundan en nuestro tiempo. Por ejemplo, un padre o una madre de familia necesitarán gran fortaleza para no dejarse chantajear por hijos promiscuos u homosexuales que harán mucha presión para que se acepte como normal su forma de vida.

* En otra dirección, se requiere también fortaleza para denunciar o unirse visiblemente a los que denuncian los muchos crímenes y negocios turbios que se alimentan de la impureza, como es el caso de la prostitución o la pornografía.

Justicia y castidad

* Muchos imaginan la justicia como un empeño que tiene conexión casi única con lo económica o lo laboral. Pero es una terrible injusticia usar a un ser humano, como sucede en los negocios de trata de personas. Siempre que una mujer o un hombre es tratada como un objeto (un medio de placer o uso) y no como un fin, se está faltando a la justicia. De modo que, en sentido positivo, en nombre de la justicia hay que lograr que cada vida cuente en su plena dignidad y valor.

* El amor por la justicia debe volvernos sensibles también a los engaños que se dan a nivel del lenguaje, por ejemplo cuando en sentido expreso y explícito se tiene una relación que es de “amigos con derechos.” Aunque eso digan las palabras, los cuerpos están dándose plena e íntimamente. Sin embargo, al llegar una ruptura, el lenguaje íntimo e implícito no se tendrá en cuenta sino sólo excusas dolorosas como “Yo nunca te dije que esto iba a ser eterno…”

Templanza y castidad

* Esta es la virtud cardinal propia de la salvaguarda de la castidad en todos los estados de vida. hay que destacar la importancia que tiene ver la castidad, en cuanto ejercicio de sano dominio propio, con el conjunto de las experiencias y búsquedas de placer y bienestar de una persona. El excesivo confort, la afición a placeres culinarios exóticos, la obsesión por el lujo indudablemente están conectados con una mayor fuerza de las tentaciones de tipo sexual.

* Y por último, destacar el papel de los “espacios libres de deseo” a los que ya hemos aludido antes. Quien conoce la libertad interior de no ser esclavo del deseo aprecia y cultiva mejor la castidad.

Teología Moral familiar y sexual, 06: Universo semántico de la castidad

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 6: Universo semántico de la castidad

2015-03-12 09.36.18

* Según Santo Tomás, la castidad está relacionada con el “castigar.” Pero no debemos apresurarnos a sacar conclusiones de este hecho etimológico. Para toda la Antigüedad, el educar va unido siempre al castigar; de modo que el sentido real de la etimología es que el cuerpo y el deseo son educables.

* Esto se ve bien en Santo Tomás cuando dice que el gobierno sobre las apetencias del cuerpo no ha de darse a la manera de los déspotas, que con sus abusos engendran y alimentan oposición, sino a la manera de la persuasión, como quien gobierna hombres libres.

* Además, las represiones crean obsesiones, y tan atado está al deseo el lujurioso como el que vive obsesionado con no caer en ninguna impureza. A menudo este tipo de obsesión endurece el alma, lleva a extremos ridículos (como los del victorianismo) y lo que es más grave, seca las fuentes de la caridad.

* Por otra parte, es una gran noticia que l deseo sea educable. Eso indica que no somos esclavos de pasiones ni somos marionetas a las que cualquiera puede gobernar a través de los hilos del deseo.

* Aún más, los espacios “libres de deseo” son necesarios y renovadores. El deseo tiene sentido dentro del camino de unión de la pareja pero fuera de ese propósito, el deseo se convierte en “ruido” que aumenta los malos entendidos y las heridas, y que disminuye el vigor en el camino hacia otras metas. De ahí el valor que tienen los tiempos, las personas y los espacios que quieren centrarse en otros aspectos más trascendentes de la vida humana.

Nociones y conceptos paralelos

* La pureza evoca la idea de evitar lo que contamina el verdadero sentido del amor. Existe sin embargo el peligro de exaltar tanto esta virtud que se la vea como “reina” y como la máxima conquista, siendo así que toda vida cristiana ha de tener como cumbre a la caridad.

* La abstinencia y la represión no son fines en sí mismos y, como ya se explicó, pueden hacer mucho daño; pero es bueno recordar que no hay formación en la castidad para la persona que nunca se dice: NO.

* La modestia y el pudor son virtudes complementarias, de menor grado pero no sin importancia, que nos recuerdan que nadie es dueño absoluto ni de su comportamiento ni de su lenguaje ni de su vestido porque todas estas son realidades sociales que por consiguiente implican derechos y deberes.

* Sobre virginidad y celibato hablaremos más extensamente en sesiones posteriores de nuestro curso.

Nociones contrarias

* La impureza se explica simplemente por su contraste con la pureza; implica siempre una contaminación, y por consiguiente, una falsificación, una mentira.

* La concupiscencia nos ayuda a entender el poder o encanto del mal después de cometido el pecado.

* Interesante en el concepto de lujuria la conexión con el lujo. Dice el apóstol San Pedro a las mujeres: “que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos, sino que sea el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios” (1 Pedro 3,2-3). El lujo, que es cosa puramente exterior y generalmente vana, nos vuelve vanos y afanosos de satisfacción efímera.

Teología Moral familiar y sexual, 05: Lugar y rol de la familia

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Lugar y rol de la familia

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* El hecho de que exista algo llamado “familia” hunde sus raíces en hechos biológicos profundos, ineludibles y permanentes.

* Es un hecho, en efecto, que el ser humano nace desprovisto de todo y necesitado de cuidado, afecto y educación para lograr su plenitud y alcanzar una vida llena de significado, capaz de convivencia con sus semejantes y de provecho para la sociedad a la que llega como nuevo habitante.

* Pero no todo en nosotros es biología. El ser humano no enfrenta la realidad desde la simple percepción de lo sensible sino que asume su lugar a través de una mediación que se llama la “cultura.” Los significados y propósitos de las cosas y de los demás seres humanos los descubrimos en y a través de nuestra particular cultura.

* Así se entiende lo que logra la familia, es decir, cuál es su lugar esencial en la sociedad y qué papel cumple: la familia es la institución primordial que forma a los seres humanos para integrarlos de modo progresivo, amable y firme en el conjunto de la sociedad. Y puesto que el ser humano es corpóreo pero también dotado de razón y capacidad simbólica, esa institución, la que lleva a los humanos a su madurez, debe tener, en principio, una base biológica (la procreación) pero también una solidez y estatura moral que brote del amor y sea compatible con las experiencias de ser amado y de amar.

* Transmitir una cultura o ayudar a que una persona se inserte en una cultura implica la transmisión de destrezas (como caminar, hablar, cultivar); valores (la dignidad de la persona, la justicia social, el cuidado del cuerpo); códigos (comunicación no verbal, convenciones sociales); roles (maestro/discípulo, hombre/mujer).

* En cuanto a lo femenino y lo masculino, hay dos cosas importantes qué destacar:

(1) Primacía de lo femenino. En el desarrollo embrionario todo ser humano inicia su desarrollo con aspecto y fisiología femeninas.

(2) La relación entre madre e hijo está definida por la continuidad, es decir, la primera expresión de afecto de la madre hacia su criatura es casi indistinguible y viene a fusionarse con lo que ella siente hacia su propio cuerpo. Ella empieza amando al hijo en cuanto prolongación de sí misma, lo que a su vez hace que el hijo se sepa acogido de un modo connatural.

* De aquí entendemos que el amor propiamente masculino es algo distinto. No surge desde la continuidad sino desde la pregunta, la búsqueda de sentido, la afirmación de un amor en la diferencia. Santo Tomás (en su “Contra errores graecorum”) destaca este hecho para explicar por qué es propio hablar de Dios como “Padre” (y no como “madre”).

* El amor propiamente femenino garantiza el apoyo mientras que el amor propiamente masculino ayuda a consolidar la identidad. se ve de inmediato la importancia de los dos tipos de amor. Así enseña la Iglesia cuando dice que todo niño tiene derecho a un papá y a una mamá.

Teología Moral familiar y sexual, 04: Moduladores éticos, políticos y trascendentes

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Moduladores éticos

moduladores_eticos

* Aunque se ha difundido ampliamente la idea de que el deseo sexual es un impulso “ciego” que no tiene “modulación” o “regulación” más allá de lo corpóreo (fisiológico), la realidad es que el conocimiento tiene un impacto real en el impulso propio del sexo.

(1) Se nota en la salud. Si una persona sabe que la persona deseada tiene una gravísima enfermedad contagiosa, o es su pariente inmediata, en la inmensa mayoría de los casos esto cambia el deseo.

(2) Está el impacto de la verdad. ¿Siente el mismo deseo por su amado una mujer que acaba de enterarse de que es un traidor y mentiroso?

(3) La compasión tiene un efecto interesante con respecto al deseo: la conciencia de la necesidad existencial o la fragilidad extrema de alguien lo hace menos deseable, quizás porque el deseo implica la idea de posesión y de disfrute. Esto hace que cuanto más capaz de solidaridad y compasión tenga una persona menor sea su tendencia desear a los demás.

Moduladores políticos

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* Nuestra sexualidad no escapa a los condicionamientos culturales, tribales, de partido o de religión. Es una dimensión profundamente personal pero eso no la sustrae al hecho de que vivimos todo lo humano desde nuestra condición de seres sociales.

* A menudo los moduladores de tipo político pretenden exacerbar o acelerar ciertos aspectos de la vida sexual de las personas. usualmente es favorable a los regímenes que cada persona se preocupe sólo de complacer al vector “satisfacción.”

* Otra característica de estos moduladores es que se entretejen de un modo complejo con otras áreas del comportamiento, de modo que por ejemplo, una estrategia de control político fortalece unos estereotipos sexuales que a su vez refuerzan el poder de la clase dominante.

(1) Dominación. La exaltación del machismo, por ejemplo, presenta un modelo de sexualidad que se justifica desde la imposición de su gusto y deseo sobre la mujer.

Otro caso, muy frecuente en nuestro tiempo: el propósito de dominar a través de crear adicciones que fortalecen las ganancias de ciertos grupos económicos y a la vez mantienen a la gente “dopada” e incapaz de asomarse al horizonte más amplio en el que podría pensarse en un cambio de gobierno o de sistema.

(2) Insurrección. Es la respuesta procaz, vulgar a menudo, que pretende lograr la dominación subvirtiendo el orden presente. Un ejemplo actual, lamentable, es Femen.

(3) Control de la población. En más de una ocasión algunos gobiernos imponen condiciones de límite demográfico o de agenda gay para brindar ayuda humanitaria. este tipo de extorsión sucede ahora mismo en torno a los daños causados por Boko Haram en Nigeria.

Moduladores trascendentes

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* Otra idea que hay que superar es que la intensidad de la satisfacción sexual es más potente que cualquier otro impulso humano como si fuera una especie de absoluto o de estándar de satisfacción global del ser humano. La realidad es que por diversas circunstancias internas y externas tanto hombres como mujeres descubren los límites de lo que la sexualidad puede ofrecer y entonces necesitan otros “vectores” o impulsos a los cuales orientar su energía vital, su afecto, su propósito.

Teología Moral familiar y sexual, 03: Moduladores fisiológicos

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Moduladores fisiológicos

* Si los vectores nos hablan de impulsos, los moduladores son factores que inhiben o potencian esos vectores.

* Nos interesa estudiar los distintos moduladores por varias razones:

(1) Nos ayudan a comprender la complejidad de la afectividad y de la sexualidad humanas, y por tanto a ser cautos en las opiniones y juicios sobre estas áreas vitales.

(2) Nos permiten asomarnos a la belleza que hay en la respuesta sexual humana, del mismo modo que la contemplación de una hermosa construcción despierta admiración. Los creyentes reconocemos en el origen de todo esa riqueza de experiencias y posibilidades de comunicación el designio creador de Dios.

(3) Nos muestran, sobre base sólida, cómo la sexualidad humana está dirigida a fines de complementariedad y procreación. El lenguaje fisiológico de hormonas, aromas, sinapsis cerebrales habla de un “diálogo” fisiológico que conecta profundamente el mutuo atractivo y la ruta hacia la procreación.

* Los moduladores fisiológicos son de varias clases:

(1) Hormonales: Aquí entra el papel de la testosterona, tanto en hombres como en mujeres; su relación con el deseo sexual y sus repercusiones en otras actividades humanas, incluyendo la necesidad de satisfacción en objetivos cumplidos.

Está también el conjunto complejo de cambios bioquímicos que acompaña y dirige el ciclo menstrual de la mujer, con las repercusiones anímicas y también en cuanto al deseo como tal.

Están las endorfinas, y demás sustancias que afectan la actividad cerebral en cuanto a motivación, satisfacción y bienestar.

Está la labor de la hipófisis, en cuanto directora, en varios sentidos, de la interacción de las hormonas en hombres y mujeres.

Y están, además de otros factores, las feromonas, con su probable acción en una especie de atracción inconsciente entre hombres y mujeres.

(2) Neurológicos: Desde tempranas fases de su desarrollo fetal, los varones reciben cantidades considerables de testosterona, un factor que, junto a otros, modela el desarrollo cerebral. El resultado es que los varones tienen una conexión más firme entre los lóbulos occipital y frontal, y las mujeres tienen, en general, un cerebro mucho más conectado (“hiperconectado”) que vincula vigorosamente las tareas de ambos hemisferios.

De esta base biológica parecen desprenderse varias consecuencias: los varones trabajan más “en serie” (un objetivo, una cosa después de otra), y las mujeres más “en paralelo” (varias cosas a la vez, con un objetivo más genérico en integral a la vista).

Otra consecuencia es que el uso del lenguaje en las mujeres abarca un “ancho de banda” mayor, que las hace perceptivas de gestos, tonos, actitudes, coherencia global, cambios de comportamiento, que son menos visibles para los varones. La memoria de ellas suele tener una intensidad emocional mucho mayor, con lo que esto implica de bueno y de malo.

Otro aspecto neurológico a considerar, en ellos y en ellas, es la complejidad de la relación con el propio sentido del tacto, y con las experiencias de placer o de dolor. Estos datos son importantes cuando hay que evaluar moralmente y comprender psicológicamente las llamadas parafilias.

(3) Otros factores de “función”: Hay que tomar en cuenta que la sexualidad no es compartimiento aislado dentro del conjunto de la vida humana. La contextura, la salud, las experiencias pasadas, las expectativas presentes, y otros muchos factores influyen en y son influidos por el deseo, la satisfacción, el cariño y la enorme complejidad de la vida sexual y afectiva humana.

Teología Moral familiar y sexual, 02: Dimensiones

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Presentación del syllabus de la materia

  1. Dimensiones de la sexualidad humana
    1.1 Vectores: satisfacción, donación, procreación y diferenciación
    1.2 Moduladores: fisiológico, ético, político, trascendente
  2. La familia humana
    2.1 Síntesis de psicología evolutiva
    2.2 Virtudes domésticas (propias de la “domus”)
    2.3 Roles familiares
    2.4 Familia como plenitud y donación
  3. Ubicación de la castidad
    3.1 En las virtudes humanas: prudencia, justicia, fortaleza y templanza
    3.2 En las virtudes teologales: fe, esperanza, caridad
  4. Castidad y estados de vida
    4.1 Infancia y juventud
    4.2 Noviazgo
    4.3 Matrimonio
    4.4 Separación temporal
    4.5 Divorcio
    4.6 Viudez
    4.7 Celibato consagrado
  5. Cuestiones contemporáneas
    5.1 Sexo como entretenimiento: prostitución, pornografía, autoerotismo, relaciones furtivas
    5.2 Juego de roles: BDSM, “50 sombras,” parafilias…
    5.3 Instrumentalización: uso desde el poder económico; uso desde el poder político; uso desde la protesta
    5.4 Misticismo intramundano: idealización, sexo tántrico
  6. Ideología de género
    6.1 Concepto de “género”
    6.2 Complejidad del horizonte homosexual
    6.3 Absolutización del yo
    6.4 Incoherencias internas
    6.5 Agenda a mediano y largo plazo
  7. Perspectiva desde la revelación bíblica
    7.1 Intimidad, conocimiento y corazón
    7.2 Señorío de Dios
    7.3 Plenitud humana, familiar y social
    7.4 La urgencia del Reino

Vectores de la sexualidad humana

  • Tomamos de la matemática la noción de “vector” que habla de una intensidad y de una dirección porque vemos que las distintas dimensiones de la sexualidad humana tienen estas características. Los vectores nos hablan de “pulsiones,” impulsos que buscan un resultado, sensación o meta.

(1) Satisfacción: alude al placer y recompensa que son propios de la vida afectiva y de la intimidad sexual.

(2) Procreación: deseo de prolongarse, de dar y cuidar la vida, de guiar a otros y alegrarse en verlos crecer.

(3) Donación: deseo de donarse, de superar el yo, de acoger al otro, de construir una unidad superior.

(4) Diferenciación: impulso hacia la construcción del propio ser desde la complementariedad y no simplemente la repetición.

Teología Moral familiar y sexual, 01: Presupuestos

[Conferencias en el curso de Teología Moral familiar y sexual ofrecido en la Facultad de Teología de la Universidad Santo Tomás en el primer semestre de 2015.]

Tema 01: Presupuestos

2015-02-05 09.42.36

* El título de esta materia en nuestra facultad de teología ya indica una primera toma de postura. Al hablar de moral “familiar y sexual” resaltamos un vínculo que lamentablemente no es obvio en nuestro tiempo. Es importante destacar desde el principio que el ámbito de los afectos y virtudes propias de la familia es el contexto apropiado para ver la sexualidad desde una perspectiva plenamente humana.

* Como en toda área de la teología, un punto central es la pregunta epistemológica, es decir: ¿sobre qué base se construye y reconoce conocimiento nuevo en esta área de la teología? Otro modo de hacer la pregunta es: ¿Qué condiciones debe cumplir una afirmación para ser admitida como válida?

* La omisión de la cuestión epistemológica hace que con frecuencia las discusiones en temas de moral sexual o familiar queden empantanadas u oscurecidas por otras consideraciones de tipo cultural o completamente subjetivo. por eso hay que distinguir entre una mala epistemología y una buena.

* La mala epistemología se apoya en algún género de estructura sofística. Por ejemplo, que lo que piensa la mayoría es lo correcto; o que lo más reciente es, sólo por ello, mejor; o que el fin justifica los medios.

* Una buena epistemología, en lo que trata de moral, asume la capacidad analítica, sintética y crítica de la racionalidad humana, y a la vez, la integridad del dato revelado. Tal es el pensamiento de la Iglesia en esta materia, y en la moral en su conjunto.

* Es necesario tener en cuenta que la moral familiar y sexual es una moral “especial” y que por tanto asume, sin sentirse obligada a demostrarlos, aquellos fundamentos que son parte de la moral general.

* Ello en particular implica que en esta moral especial se experimenta también la fuerza del “Gran Dilema”: Si la moral es racional entonces no es necesaria la fe (ni la Iglesia); y si es irracional, entonces no obliga. Queda como ejercicio dar una respuesta al dilema.