
El P. Francisco Pardo, O.P., ha cumplido 50 años de vida sacerdotal el 24 de Noviembre de 2012. Su comunidad del Convento de Santo Domingo da gracias a Dios en una eucaristía presidida por él, en la que fui invitado a predicar.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.

El P. Francisco Pardo, O.P., ha cumplido 50 años de vida sacerdotal el 24 de Noviembre de 2012. Su comunidad del Convento de Santo Domingo da gracias a Dios en una eucaristía presidida por él, en la que fui invitado a predicar.
Babilonia es, para el pueblo judío, la síntesis del pecado, en el acto mismo mismo de volverse tejido pegajoso que asfixia y envenena.
Aprendemos mucho de la riqueza y hermosura de la Pascua en Cristo, al compararla con la pascua que celebro Moisés.
Algunos pensamientos centrales de esta predicación:
– Si la fe no renace, muere.
– La fe es más que entusiasmo.
– Despues de la tribulación, Dios hace renacer a su pueblo con la pequeña comunidad.
– La primera característica de la pequeña comunidad es la HUMILDAD, que se resume primero en esto: Yo no me apoyo en mi sino en Dios.
– La espiritualidad de la pequeña comunidad es la respuesta de Dios a la inconstancia humana.
– Decepcionarse del ser humano es a menudo un paso para nunca decepcionarse de Dios.
– Amamos a las personas sin ilusionarnos con las personas, solo Dios es nuestra ESPERANZA!
– Lo más bello de una pequeña comunidad es apasionarse por el Reino de Dios.
– Mi humildad debe ser mi pasión por el plan de Dios.
– Oración: Solo tu plan me apasiona, solo tu voluntad me mueve, solo tu reino me conquista.
– María es el rostro del pequeño resto y el modelo perenne de la pequeña comunidad.
– El nombre de María en el Cielo es la LLENA DE GRACIA. Pentecostés es la respuesta victoriosa de Dios.
– Hoy debo escoger si quiero SER FRUTO QUE PERMANECE o GENTE QUE DECEPCIONA!
El poder humano y humanizante es sólo el poder divino y divinizante, el que brilla en Jesucristo.
Es eterno el reinado de Cristo porque se funda en la verdad de la revelación del Padre y en la verdad de nuestra condición de pecadores.
(1) No nos acostumbremos a como está el mundo. (2) tarea es de laicos y sacerdotes en comunión renovar con el Evangelio la sociedad.
La cosecha con hoz afilada indica que nada permanece para siempre, y que las consecuencias de toda voluntad salen a luz.
El juicio descrito en el Apocalipsis no es incierto para nosotros: corresponde a la verdad profunda de lo que hemos sido y vivido.
Cristo reina en todos: es amigo y pastor de los que le acogen; juez de verdad para los que rechazan su misericordia.
Nuestro llamado personal es parte del plan y designio grandioso y precioso de Dios sobre el mundo y la historia.
Del misterio humano nadie puede hablar como Cristo que, en su Pasión atravesó las capas más espesas de nuestro dolor y nuestra búsqueda.
No hay nada más ridículo que rechazar la sencillez del amor que se acerca a tu vida en Cristo.
En María brilla la verdadera libertad y la verdadera liberación femenina.
Tres libros se destacan en el Apocalipsis: el de los sellos, el de la vocación del profeta y el de la vida.
El Cordero “degollado” es el que ha bebido hasta el fondo, y también ha superado, lo más hondo y duro de la tragedia humana.