FIESTA DEL APÓSTOL SANTIAGO
Para la obra de Dios valemos todos: también los intensos.

Alimento del Alma: Textos, Homilias, Conferencias de Fray Nelson Medina, O.P.
FIESTA DEL APÓSTOL SANTIAGO
Para la obra de Dios valemos todos: también los intensos.
#VisperasFrayNelson para el Martes de la Semana XVI del Tiempo Ordinario
#LaudesFrayNelson para el Martes de la Semana XVI del Tiempo Ordinario
Faraón había comprado la pasividad de los israelitas con abundante comida; Dios rompe esa estrategia dándoles pan del cielo.
#VisperasFrayNelson para la Memoria Obligatoria de Santa María Magdalena.
#LaudesFrayNelson para la Memoria Obligatoria de Santa María Magdalena.
Homilía para el DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
¿Cuáles son nuestras prioridades y cómo las transforma un amor que sencillamente no tiene límites, el de Cristo?
Al presentarnos escenas de la historia del pueblo de Dios, la Iglesia quiere que saquemos enseñanza para nuestra propia historia y vida.
Cristo hace su misión desde el amor que restaura, y se margina de totalitarismo, sofismas y manipulaciones.
MEMORIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA
Todo lo que en nosotros estuvo al servicio del pecado ahora debe quedar al servicio de Dios.
DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO, CICLO C
Al que está completamente lleno de sí mismo no le cabe la bendición de Dios.
Cuando Cristo se aparta de los fariseos no está simplemente protegiéndose: está propiciando un encuentro profundo con sus discípulos.
[Conferencia en el 13er Encuentro de ACOLTÉS, que agrupa Empresas de Transportes Especiales (educativos, turísticos y empresariales) en Colombia. Julio de 2013.]
* Cuando se piensa en el costo y esfuerzo que tiene ser correcto y honesto, es fácil sentirse tentado de buscar atajos en la vida: creerse uno muy astuto y pensar que achicando a otros uno se vuelve más grande, o derribándolos uno es más alto.
* La verdad, sin embargo, es que la deshonestidad tiene un altísimo precio: en la salud que se arruina, los matrimonios que se acaban por desinterés y egoísmo; las familias que se destruyen; y sobre todo: en carga social de corrupción para la sociedad. Es verdad que luego creemos que con más cárceles o con más organismo de vigilancia todo se mantendrá en su cauce pero la experiencia muestra que eso no es así.
* El poderoso mensaje de Cristo, que revela la dignidad y valor de cada ser humano, es la clave de lenguaje que puede sustentar una propuesta de sociedad renovada en la solidaridad y la justicia. Tal propuesta es como entrar en aguas nuevas, y en ellas no nos faltará la inspiración y protección de la Virgen María.
Cuando Cristo habla de su propia humildad no la pierde porque a ello le mueve la sola caridad.
[Retiro espiritual en el Monasterio de Dominicas en Catamarca, Argentina.]
Tema 10 de 10: Cruz y Resurrección
* Como ya quedó patente cuando Pablo predicó en Atenas (Hechos 17), el pensamiento griego veía la resurrección como algo imposible, e incluso, ridículo. No es extraño entonces que incluso ya siendo cristianos, algunos corintios llevaran ese peso de incredulidad pagana, hasta el punto de negar que se pudiera resucitar. Quizás veían su nueva fe cristiana como un modo suficientemente racional y suficientemente grato de llevar esta vida y preferían no acariciar esperanzas más allá del sepulcro.
* ¿Por qué Pablo insistió tanto en la cruz y ahora insiste en la resurrección? La causa profunda está en el amor, en la calidad de amor que nos ha redimido y que es el sello de nuestro vivir como cristianos. En efecto, a la cruz llegó Cristo como expresión máxima de un amor que supera el amor puramente natural.
* Entendemos por amor “puramente natural” aquel que se basa en la transacción: yo trato bien a los que me tratan bien, y trato mal a los que así son conmigo. El amor de transacción parece razonable mientras uno tiene qué aportar, o sea: algo deseable o necesario para otros. Pero eso implica que en los momentos de mayor necesidad uno no tendrá nada ni a nadie porque en la mayor necesidad es cuando uno no tiene qué dar para poder recibir.
* Por eso el amor de Cristo, el del Evangelio, el que brilló con esplendor de cielo en la noche de la Cruz, es el amor de gracia, el amor de gratuidad. Este amor de gracia es el que puede salir al encuentro del ser humano en su indigencia ontológica y sobre todo, el único amor que puede hacer algo por el pecador. Sólo quien ha experimentado ese amor de gracia puede también amar así, y ese amor, que no es indiferencia estoica sino caridad que todo lo rebasa, es ya manifestación de la resurrección.
Lo que Dios “esconde” a los arrogantes es modo también de hacerlos peregrinos, y así al final pobres y humildes.