Ser Comunidad, 2 de 2, Nacidos del Corazón de Jesucristo

[Retiro de la Comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Navidad, en Bello, Antioquia.]

Tema 2 de 2: Nacidos del Corazón de Jesucristo

* El capítulo primero del Evangelio de Juan nos recuerda que no hemos nacido de la carne, ni de la sangre, ni de deseo de varón, sino que hemos nacido de un amor nuevo: hemos nacido de Dios.

* El amor divino ha visitado nuestra tierra en la persona adorable de nuestro Señor Jesucristo. Cada cristiano puede decir: “He nacido del corazón de Cristo.”

* La certeza de nuestro origen es también certeza de nuestra dignidad, como hombres o como mujeres; y es certeza de nuestro valor, de nuestra esperanza, y de nuestro destino eterno. Nuestra vocación es de santidad y de cielo.

* El Corazón de Jesús es también el lugar de su encuentro con el Padre. Con enorme generosidad, Cristo nos abrió ese misterio de amor al enseñarnos a orar con sus propias palabras. El Padrenuestro es el retrato más perfecto del Corazón de Jesús y es también la semilla que contiene en su virtualidad todas las vocaciones de la Iglesia.

* cada frase del Padrenuestro es inspiración para una forma de vida cristiana, y a la vez, la unidad de esta oración perfectísima es un llamado continuo a que seamos uno en la comunidad cristiana.

Ser Comunidad, 1 de 2, Estrategia del pecado y estrategia de Dios

[Retiro de la Comunidad parroquial de Nuestra Señora de la Navidad, en Bello, Antioquia.]

Tema 1 de 2: Estrategia del pecado y estrategia de Dios

* Si el pecado trae tantos males, ¿cómo logra convencernos y seducirnos? Su estrategia básica cubre tres pasos:

(1) Se disfraza de algo bueno.

(2) Se presenta como un atajo para eso que parece bueno y deseable.

(3) Intenta alejarnos de Dios presentándolo como un tirano, egoísta, falso; o alejarnos de la Iglesia presentándola como irracional, aburrida e hipócrita.

* ¡Dios no se queda impasible! Su estrategia cubre cuatro pasos:

(1) Despierta nuestra conciencia y nos hace ver las consecuencias del pecado.

(2) Revela su bondad, especialmente y de modo inagotable, en la persona de su propio Hijo, que nos sana y libera.

(3) Nos muestra que la salvación es imposible con nuestras solas fuerzas y nos llama a la oración profunda y humilde, desde el corazón.

(4) Nos concede el don de su Divino Espíritu, que nos restaura, fortalece interiormente, y nos concede ser hermanos de nuestros hermanos.

Conversión sacerdotal, 7 de 7, Situaciones pastorales particularmente urgentes

[Predicaciones en el XXXVII Retiro Latinoamericano de Sacerdotes en La Ceja, Antioquia (Colombia), en Agosto de 2013.]

Tema 7 de 7: Situaciones pastorales particularmente urgentes

* La gracia de la sabiduría se requiere de modo particular en algunas situaciones pastorales particularmente urgentes: el avance del lobby gay, la situación de los divorciados vueltos a casar, y las rupturas del tejido social por la injusticia.

(1) El avance del lobby gay tiene su fundamento en la ideología de género, es decir, un sistema de pensamiento con estos principios: (a) La orientación sexual no depende de la naturaleza sino de fuerzas culturales, o del azar genético, o de la opción de cada uno. (b) La diversidad sexual debe ser entonces no sólo aceptada sino que, para bien de la sociedad, debe ser celebrada e incluso promovida.

Pastoralmente lo recomendado es:

Acoger con caridad a todos; saber escuchar; entender que suele haber grandes heridas vacíos y conflictos no resueltos en estas personas.

No esconder, mutilar ni cambiar la enseñanza de la Iglesia que implica rechazo al pecado y acogida al pecador.

No hay que escandalizarse ni asustarse ante estos avances de un pensamiento que destruye la familia y desfigura el amor humano. Recordemos que la primera evangelización en el entorno griego y romano estuvo circundada de esa misma ideología, y aún peor.

No se trata de decir al homosexual lo que hay que hacer sino de recorrer con él un camino de fe, de oración y de escucha de la Palabra que le lleve a liberarse del poder de un ídolo, que es su fantasía afectivo-sexual. A medida que la persona reconoce por qué decidió el camino que decidió se da cuenta también que ahora puede tomar otras decisiones.

(2) Los divorciados vueltos a casar se encuentran, mientras no se demuestre lo contrario, en situación de adulterio. Esta realidad no significa la ruptura sino el comienzo del diálogo. De nuevo: una genuina ayuda no consiste en maquillar la el pecado, ni menos arrogarse autoridad con palabras como: “Bajo mi responsabilidad, comulgue…”

Es claro que el problema de fondo parte de la preparación para el matrimonio. No se puede vivir un matrimonio cristiano sin Cristo. En el proceso de preparación a la boda debe brillar el señorío de Jesús, de modo que a todos quede claro quién tiene poder sobre esas vidas, y a quién acudirán si hay dificultades.

Ante aquellos que ya viven en condición de adulterio, el camino s}es la evangelización hasta que el poder del ídolo, es decir, el gusto y la dependencia de la intimidad corporal pierdan poder. A medida que va pareciendo menos necesario, menos irreemplazable y más claramente repugnante el practicar el adulterio, la persona misma ha de ir perfilando decisiones en la línea del respeto al matrimonio en una vida de pureza, incluso si eso implica abstinencia.

(3) Las tensiones sociales y económicas no pueden ser ajenas al ministerio sacerdotal. Ser espiritual no es desentenderse de los dolores de tantos que son víctimas de la pobreza, y sobre todo, de la injusticia.

El cuidado que ha de tener el sacerdote es que su clamor en favor de las justas demandas de los necesitados no sea capturada por un grupo político en su ansia explicable de poder. Bien se sabe que, cuando eso sucede, la evangelización sufre porque crea enemigos para Cristo en los otros partidos políticos.

Además, no hay que limitarse a denunciar; urge alentar los esfuerzos de economía solidaria, cooperativismo o similares, de un modo tal, sin embargo, que quede claro que no hay interés personal de lucro en ello.