LA GRACIA del Lunes 06 de Julio de 2015

Dios llega a nuestra historia y hace distinta nuestra vida por varias puertas: la Eucaristía, la comunidad creyente, las Sagradas Escrituras y por mi hermano necesitado.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

Dimensión Institucional de la Vida Religiosa, 10 de 10: Consignas

[Retiro a la Provincia de Bogotá de las Hermanas de la Presentación. Junio de 2015,]

Tema 10 de 10: Consignas

  1. Conversión a Jesucristo y su Evangelio.
  2. Todos: examinarnos por el amor a la Iglesia.
  3. Oración desde la gratuidad y la gratitud.
  4. Conciencia: hemos huido de la abnegación.
  5. Conciencia: nadie tiene la receta.
  6. Conciencia: el protagonismo nos tienta a todos.
  7. Conciencia: es más fácil fundar que renovar.
  8. Apertura a la novedad con énfasis en lo ya propio.
  9. Superiores: examinen su casa.
  10. Atención: formación en la donación y la renuncia.
  11. Todos: examinarnos en las motivaciones.
  12. Atención al test de la alegría.

Dimensión Institucional de la Vida Religiosa, 09 de 10: Aspectos dialécticos desde el NT

[Retiro a la Provincia de Bogotá de las Hermanas de la Presentación. Junio de 2015,]

Tema 09 de 10: Aspectos dialécticos desde el NT

* Claramente el amor de Dios es abundante para todos y “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad” (1 Timoteo) pero no somos iguales ni en nuestra constitución física, salud, dones, anhelos, capacidades, carismas o posibilidades. Ni la democracia con su lógica de las mayorías ni menos el comunismo pueden retratar la obra que el Espíritu va construyendo en nosotros y a través de nosotros.

* Gobernar, desde la conciencia de lo que es la Iglesia, supone una conversión del corazón y del lenguaje. No deben reñir el bien del individuo y el bien común de la comunidad pero ello supone una mirada atenta a Dios Espíritu que da los dones a las personas y dirige a su plenitud las comunidades. ¡Necesitamos líderes, pastores y superiores enamorados de la voluntad divina! Obrando así, el ejercicio de la autoridad en el Espíritu es a la vez un servicio de escucha a lo que el mismo Espíritu suscita como nuevas iniciativas en su pueblo.

* Lo institucional, así entendido, es una expresión del fruto que ya ha dado la obra del Espíritu en la comunidad, y al mismo tiempo, es un cauce abierto a nuevas obras, inspiraciones y perspectivas. El río corre y el cauce es firme: se necesitan mutuamente, aunque siempre está claro que el cauce está en función del río.

* Es importante recordar la parábola del grano de mostaza o la imagen de la ciudad puesta en lo alto del monte: la Iglesia ha de ser grande, no para arrogancia sino para expresión de la grandeza de su Autor y la grandeza que pueden confiadamente encontrar quienes se acerquen a Ella. Tener como horizonte una Iglesia pequeña, escondida o acomplejada no es un servicio a quienes necesitan una referencia que les guíe y una casa grande y dotada que les pueda acoger en tiempo de necesidad.

* Así que el gran desafío es fortalecer la institucionalidad pero solamente como un camino para fortalecer la caridad y el servicio a todos, especialmente los más necesitados.

Dimensión Institucional de la Vida Religiosa, 08 de 10: Aspectos institucionales del NT

[Retiro a la Provincia de Bogotá de las Hermanas de la Presentación. Junio de 2015,]

Tema 08 de 10: Aspectos institucionales del NT

* Desde el comienzo mismo de la Iglesia. Los apóstoles no son miembros más dentro de la comunidad cristiana. Son ellos los que “enseñan” (Hechos 2); son los primeros en cuanto a los dones que Cristo ha dado a su Iglesia (Efesios 4) y sobre ellos y los profetas se sostiene el edificio mismo de los creyentes (Efesios 4). Ejercen una autoridad real, que incluye la facultad de expulsar (excomulgar) a quienes han cometido faltas gravísimas para que entren en razón y en vías de arrepentimiento (1 Corintios 5).

* Es verdad que los Evangelios nos presentan con honestidad que los apóstoles pugnaban de modo casi infantil por “quién es el primero” pero en esto hay que anotar dos cosas: En primer lugar, que Cristo no da un tratamiento igual sino que de modo consistente trata a Pedro, Santiago y Juan como testigos especiales. Segundo, que las pugnas entre ellos cesan con el don del Espíritu Santo.

* La imagen, pues, que nos deja la Escritura, una vez recibidos los dones de la Pascua y de Pentecostés, es la de una Iglesia claramente jerárquica pero no en un pacto de poderes, ni tampoco marcada por la ambición por el poder, sino como verdadera comunidad en que los distintos carismas, dones y ministerios están al servicio de los demás.