De que sirve creer, si hay ateos tan buenos

Si hay ateos mejores y más caritativos que los cristianos, ¿de qué nos sirve ser creyentes y cristianos?

Aparentemente de nada. Y de hecho, la fe es un asunto de verdad y no de utilidad. Pero al acercarnos más al concepto de la fe, observamos que desde ella se enfrentan con un profundo sentido preguntas como: «¿por qué la vida? ¿por qué la muerte?» Son preguntas que la mayoría de los ateos confiesa no saber responder. La fe da un sentido a nuestra vida y nos ayuda a darle forma.

Llegados a este punto, conviene hacer algunas consideraciones:

1.– Ser cristiano es una condición no fácil de vivir con coherencia; se espera mucho de nosotros, y eso es un elogio.

2.– Algunos ateos son buenos con sus amigos; pero Jesucristo nos impulsa a llevar esta bondad hasta el heroísmo. La caridad, en el mandato de Jesús, no tiene fronteras –recordemos la parábola del buen Samaritano–. Por eso dice a sus discípulos: «si solo amáis a los que os aman… ¿qué hacéis de más? ¿No hacen eso también los paganos?» (Mt 5,46-47). Católico quiere decir abierto a todos.

3.– Es cierto que hay no creyentes que anteponen el amor a los demás, cualesquiera que sean, por encima de todo, por lo menos en algunos momentos de sus vidas. Ahora bien,

–en ese caso, hay que decir que son creyentes, puesto que creen en algo invisible, el amor, algo que tiene más valor que todo lo que se puede ver y tocar.

–este hecho prueba al creyente que el Espíritu actúa más allá de los límites visibles de la Iglesia. El sentido superior del amor pervive más allá de los límites de la Iglesia y del conocimiento de la misma. El empeño de misioneros y apóstoles, justamente, parte de esta fe en la acción secreta de Dios en el corazón de los hombres. Éstos, por la acción evangelizadora, han de llegar a conocer y a vivir plenamente lo que ya están viviendo en alguna medida.

4.– Pero es una lástima que estos «incrédulos» no sean cristianos.

–porque así tendrían más coraje para luchar, al saber que están construyendo un reino que no pasará; se llevarán una sorpresa cuando un día lleguen a descubrirlo.

–además, cuando sufrieran agotamientos, desánimos, podrían reafirmarse en un amor pleno apoyándose en la fuerza del amor de Cristo por la oración y los sacramentos, a ejemplo de los santos.

«En un principio descubrí que el hombre está hecho para amar; pero me quedaba por saber que el hombre no es el Amor y que ha de sacar el Amor de su fuente» (Jacques Lebreton).

Queda por observar que hay, y en mil versiones, gigantes de la santidad – Francisco de Asís y Vicente de Paul, un Padre de Foucauld o un Maximiliano Kolbe, Teresa de Jesús o Teresa del Niño Jesús–, cuya talla moral es un desafío histórico ante el que ha de inclinarse el ateo.

• «Si conocieras el don de Dios» (Jn 4,10).

No era ateismo, era mero anticristianismo

“En esta larga y amena entrevista concedida a InfoCatólica, John C. Wright, famoso escritor norteamericano de novelas de ciencia ficción, relata su conversión al catolicismo desde el ateísmo, fruto de su amor por la verdad y de los milagros experimentados. También habla de la importancia de la lectura de los clásicos para no caer siempre en los mismos errores, de la relación entre la ciencia ficción y el catolicismo y de su próxima obra…”

no eraateo, sino anticristiano

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ESCUCHA, Breve Curso sobre la Fe, 6 de 8, Amenazas a la fe

Curso ofrecido a las Dominicas del Monasterio de Lerma, España, en Junio de 2012, con motivo del Año de la Fe promulgado por el Papa Benedicto XVI.

6. Amenazas contra la fe
6.1 Autoexclusión (la “mala suerte;” el poder del pasado)
6.2 Propia cobardía, incoherencia, impenitencia, curiosidad, descuido
6.3 Antitestimonios no digeridos
6.4 Eventos trágicos no asimilados
6.5 Confusión doctrinal: falso ecumenismo, super-simplificación (“al fin y al cabo todo va a lo mismo”), tolerancia sin discernimiento, engañosa paz social
6.6 Los partidos y facciones en la comunidad
6.7 Los “ismos”: ateísmo, agnosticismo, sincretismo, panteísmo, subjetivismo, psicologismo, irenismo

Razonitis

“Razonitis es una inflamación de la razón. Un uso abusivo de la razón. Un forzar de más una facultad. Un creerte la razón universal encarnada.”

Razonitis

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De donde viene la idea de Dios?

No es suficiente negar a Dios sin más. Hay que explicar por qué y cómo esta idea puede nacer en el corazón de un hombre.

Habitualmente el ateo considera la idea de Dios como la proyección de sí mismo o de la imagen del Padre en el infinito: una invención del hombre inseguro, que recurre a la ficción del guardián del orden establecido; una ilusión, una alienación, un rechazo a aceptar el estado adulto, el opio del pueblo…

Y, de hecho, no falta alguna concepción perezosa y alienante de Dios y de la religión, que tiende a descargarnos pura y simplemente de nuestras responsabilidades a beneficio de Dios. Los avances de la ciencia ponen en evidencia con toda razón esta visión de Dios como un motor auxiliar del hombre: «el riego moderno ha reemplazado las rogativas».

Pero el Dios verdadero, lejos de una ortopedia para el hombre, es por lo contrario el fundamento de su realidad: «Dios no es Dios de muertos, sino de vivos», dice Jesús (Mt 22,32). Y desde este punto de vista no se puede mantener la objeción de Sartre: «Si el hombre es libre, Dios no existe».

Para un cristiano, Dios no es un competidor. Por el contrario, Dios es el manantial misterioso y el garante de todo, y en particular, de nuestra misma libertad.

Ya es sabida la ocurrencia de Voltaire: «Dios ha hecho al hombre a su imagen y le ha salido respondón». Pero, si tenemos en cuenta las observaciones anteriores, ¿cómo podría ser de otro modo?

Para hablar de Dios el hombre solo dispone de palabras humanas. ¿Esto significa que la idea de Dios es pura creación de la mente humana y que, por tanto, no tiene existencia fuera de ella? ¿Cómo explicar entonces no solamente el instinto de búsqueda ilimitada, sino también la necesidad de infinito de un ser finito, en un mundo determinado, que, según algunos, se basta a sí mismo?

¿De dónde puede surgir la idea de Dios si no es de una realidad de otro orden, de una realidad infinita, que es su fuente, es decir, si no es de Dios mismo?

El hombre sobrepasa su propia condición: «Nos has hecho para Ti, Señor, y nuestro corazón no descansará hasta que repose en Ti” (San Agustín)

• «Tu luz nos hace ver la luz» (Sal 35,10).
Yves Moreau es el autor de Razones para Creer. Texto disponible por concesión de Gratis Date.

Es creible la complejidad irreducible como argumento contra el evolucionismo ateo?

Lo que sigue es mi comentario a esta entrada del blog de Daniel Iglesias.


1. La idea de un “Dios bio-químico,” moviendo aminoácidos a placer en una gran sopa semi-orgánica, y acomodando poco a poco estructuras complejas, como en un gigantesco Lego, resulta muy poco atractiva, sobre todo si se la compara con el Dios que “hace que las cosas se hagan.” Y si uno admite que Dios podría hacer que las cosas se hicieran, uno puede admitir que en algún sentido los procesos evolutivos, micro o macro, pueden ser parte de ese macro-diseño. Porque el problema para el creyente no es si Dios diseña o no, sino este otro: si nuestro Dios es el de los micro-diseños (acomodador de aminoácidos) o el de los macro-diseños, por ejemplo, el que da tales condiciones a la materia que hace que ciertos eventos, en una primera aproximación improbables, puedan resultar posibles e incluso forzosos en el ámbito inorgánico.
Continuar leyendo “Es creible la complejidad irreducible como argumento contra el evolucionismo ateo?”

Una SUMA conversacion, 020: Aproximaciones modernas al tema de la existencia de Dios

¿Qué tanto ha cambiado el panorama argumentativo sobre la existencia de Dios con base en la Modernidad?

* Objeciones modernas más comunes:

  1. Contra la religión en general: es el eclipse de la razón; trae fanatismo e intolerancia; genera división y luego violencia.
  2. Contra Dios en particular: es innecesario porque la ciencia puede explicarlo todo; su existencia sería contradictoria porque no puede ser omnipotente, bondadoso y omnisciente a la vez, dada la presencia del mal en el mundo; es moralmente monstruoso por narcicista, cruel y egoísta.
  3. Contra la Iglesia en particular: tiene un largo historial de crímenes contra la ciencia, la democracia, la mujer, la sexualidad, la libertad de expresión; es hipócrita porque predica y no aplica, y además trata de ocultar sus fallos; es inhumana en sus propuestas morales, como en el caso de la prevención del sida.
  4. Contra el modo del conocer: “Si Dios existe, que alguien me lo presente;” “Hay gente que dice haber tenido experiencia de Dios, pero yo no, y no lo echo de menos;” “Tal vez Dios exista pero su existencia estorbaría enormemente en la forma como quiero llevar mi vida.”

Este capítulo pertenece al volumen 4 de la Suma Conversación.

Una SUMA conversacion, 019: Vias Tercera, Cuarta y Quinta

Examen de las vías Tercera, Cuarta y Quinta, propuestas por Santo Tomás, en cuanto a la existencia de Dios.

3. Lo posible (contingente) y lo necesario. Lo que puede no existir alguna vez no existió, pues no hay diferencia entre algo que siempre es y algo que siempre debe ser.

4. Los máximos: ¿es posible hablar de que algo es mejor que otra cosa, sin admitir que existe la bondad como tal? ¿Qué es ser mejor sino tener más bondad?

5. El ordenamiento del mundo. Si se descubre que hay una lógica consecuencialidad en las cosas, ¿cómo explicarla sin una inteligencia ordenadora?

Este capítulo pertenece al volumen 4 de la Suma Conversación.