Mas que biologia

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“El cuerpo humano es mucho más que biología. Su realidad excede con mucho a su composición química, su estructura, su funcionamiento y su evolución. Basta mirarse al espejo para comprobarlo…” Click!

Invitacion a la Pneumatologia (15 de 18)

Invitación a la Pneumatología: Curso dado por Fray Nelson Medina a los frailes estudiantes de teología del Studium Generale de los Dominicos de Colombia en el primer semestre de 2010. Sesión 15: Un esquema simplificado de la antropología tomista. El ser humano es unidad substancial de cuerpo y alma. El alma es la “forma del cuerpo,” en el sentido aristotélico del término, es decir como su estructura y funcionamiento, su principio vital. Los hábitos, ya sean buenos (virtudes) o malos (vicios) son modos del alma que llegan a constituir como una segunda naturaleza en ella. Los Dones del Espíritu son participaciones de la gracia increada que hacen receptiva y dócil al alma para que obre a la escala y manera de Dios.

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I-C. Que es el hombre?

15. ¿Qué es el hombre? ¿Para qué sirve? ¿Cuál es su bien y cuál su mal? Como gota de agua del mar, como grano de arena, tan pocos son sus años frente a la eternidad. Por eso el Señor es paciente con los hombres y derrama sobre ellos su misericordia. (Sir 18,10-11)

16. Como la arcilla del alfarero está en su mano, así los hombres en la mano de su Hacedor, que a cada uno da según su juicio. (Sir 33,13)

17. De la tierra creó el Señor al hombre, y de nuevo le hizo volver a ella. Días contados le dio y tiempo fijo, y dioles también poder sobre las cosas de la tierra. De una fuerza como la suya los revistió, a su imagen los hizo. (Sir 17,1-3)

18. No todo puede estar en poder de los hombres, que no es inmortal el hijo de hombre. (Sir 17,30)

El Hombre, Unidad de Cuerpo y Alma

Hoy día en el mundo de la cultura es fuerte la exigencia de evitar una antropología “dualista”, que contrapone el alma y el cuerpo de una forma casi hostil. A la luz de la enseñanza bíblica, se afirma con fuerza la unidad psicofísica del ser humano. La misma exigencia está presente en Santo Tomás, y —como dije en una audiencia general de 1981 (2 de diciembre)— consiste en que él «en su antropología metafísica (y a la vez teológica) prescindió de la concepción filosófica de Platón sobre la relación entre el alma y el cuerpo, y se acercó al pensamiento de Aristóteles”. En efecto, como admite Santo Tomás, el hombre en verdad padece una división interna entre la “carne” y el “espíritu”. Sin embargo, según el de Aquino, esta oposición interna y dolorosa es “antinatural”, porque es consecuencia del pecado; mientras que la exigencia profunda del hombre de la unidad y de la armonía entre la vida física y la espiritual es satisfecha por la vida de la gracia.

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