Autoridad, Amor y Libertad

El primer mensaje que enviamos no es lo que decimos ni lo que hacemos sino lo que somos.

Tener autoridad es, ante todo, ser “autor” de la propia vida.

Hay muchos modos de ser autor. ¿Cómo distinguimos a los mejores autores?

Lo primero: sus obras son coherentes. Por ejemplo, en una novela, uno ve que hay una “lógica” interna que se cumple. Hay consistencia.

Un buen autor no atrae la atención sobre sí mismo sino sobre su obra. Sie lla es buena, a él lo catalogamos como bueno. Ser buen autor de la propia vida es irradiar, generar, producir un bien sin exhibirse, pero sin tampoco esconderse.

Las obras geniales siempre generan imitadores. Muchas veces, esa imitación es un tributo de admiración. Tener autoridad es ser digno de ser admirado y en cierto sentido, digno de ser imitado.

El bien que vive aquel que es verdadero autor de su vida se irradia. Esa irradiación es un ámbito o atmosfera de amor.

La falsa autoridad crea una falsa distancia con la que pretende esconder su engaño. La verdadera autoridad no requiere de ese artificio.

El que es verdaderamente bueno ya está a distancia de los que apenas están aprendiendo a serlo. Por eso el que tiene autoridad suple con humildad y con amor la distancia que podría desanimar a los que apenas empiezan.

Por eso, el ideal de un papá no es: débil y agresivo, sino fuerte y amoroso a la vez. La autoridad no riñe con el amor. El ideal de una mamá no es: a veces cómplice y a veces regañona, sino más bien: reflejo de un amor que cuesta demasiado ofender o defraudar.

Amar con autoridad hace libre al que se sabe amado. En un hogar así, los hijos saben que repetir a los papás o competir con ellos no tiene sentido. Saben que su única opción es ser libres pero que también ellos tendrán que ser autores de sus vidas.

Amor Humano y Amor Divino, 3 de 3

Retiro abierto en la ciudad de Santa Cruz (Bolivia), con motivo de la Semana Santa 2012. Tema 3: Familia y Sociedad

* Es evidente que la familia está bajo amenaza. Es importante ver cuáles son los abismos o trampas que rodean a la institución de la que depende en mayor grado el futuro de la humanidad. Hay trampas bastante visibles y otras que, por sutiles o inconscientes, llamamos invisibles.

Trampas “visibles”

* El individualismo: en casa, cada uno se encierra en su habitación y en su pantalla. Propuestas: los medios de comunicación deben estar en áreas comunes de la casa; establecer horarios y preservar tiempos de encuentro.

* La idea de que un hogar debe funcionar como una democracia, en detrimento de la legítima autoridad de los papás. Sin agresividad ni arrogancia, corresponde a los padres ser padres y no simplemente compañeros de sus hijos.

* Demasiadas familias han perdido o nunca adquirieron la costumbre de fortalecerse orando juntas,

Trampas “invisibles”

* A menudo hay católicos que, escudados en el anonimato propio del mundo citadino, tecnológico y capitalista, llevan una doble moral, por ejemplo, apoyando autores, cantantes o prácticas contrarias a nuestra fe.

* Solemos pensar que ser bueno es lo mismo que “no ser malo,” y olvidamos que el verdadero llamado a ser buenos es que seamos santos.

* Se nos ha olvidado que tener fe sólo cobra sentido cuando se comparte la fe. La fe es como el viento, no pretendas atraparlo encerrándolo.

Amor Humano y Amor Divino, 2 de 3

Retiro abierto en la ciudad de Santa Cruz (Bolivia), con motivo de la Semana Santa 2012. Tema 2: Amor de pareja.

* Nuestro tiempo sufre de dura soledad existencial, que es pésima consejera, y que además favorece toda clase de experimentos afectivos, sin excluir variaciones en torno al matrimonio. No es buen ambiente para comprender la belleza y el lugar que ocupa el plan de pareja en el plan de Dios.

* La mujer es “ministra de la vida.” No podemos definir con claridad qué será el futuro de la humanidad pero sí sabemos que ese futuro saldrá del vientre de la mujer.

* Provista por Dios, la mujer tiene lo más necesario para la vida naciente. De ahí su capacidad de atención a múltiples frentes a la vez (pensamiento paralelo), su destreza en producir y leer el lenguaje emocional, su percepción múltiple y sincrónica de la s relaciones interpersonales.

* El varón, en cambio, tiene de atener una atención más focal. Su ritmo propio al enamorarse es “resolver un problema.” La mujer, en cambio, desea encontrar la ruta que hará que su generosidad y donación encuentren cauce.

* Si el varón busca “casa” en la mujer; ésta busca quién es admirable respetuoso y a la vez atento a ella. Sólo cuando los ritmos de ellos se encuentran y complementan es posible una relación armónica según el plan de Dios.

+ Ese plan divino se expresa perfectamente en las bodas de Cristo con su Iglesia.

Amor Humano y Amor Divino, 1 de 3

Retiro abierto en la ciudad de Santa Cruz (Bolivia), con motivo de la Semana Santa 2012. Tema 1: el amor.

* El amor es motor; nos pone en movimiento. “El alma está hecha de amor,” enseña Santa Catalina de Siena.

* Hay distintas clases de amor, que se relacionan con los deseos y las necesidades del ser humano. De modo genérico, la teología clásica llama “apetitos” a esos modos de amor.

* Corresponde a la virtud de la PRUDENCIA servir de directora de orquesta en el conjunto amplio de los apetitos humanos. la prudencia necesita las luces superiores de la razón y de la fe para custodiar el bien mayor en el ser humano.

* De donde se ve la importancia de los Mandamientos que Dios nos ha dado. Son ellos una verdadera “carta de navegación” para recorrer el camino de la vida.

* Lo que hacen los mandamientos es orientar a través de prioridades: lo primero y que da unidad, orden y belleza al resto es el amor a Dios.

* Aprendemos a amar a Dios cuando conocemos el amor de Dios. Se nos ha revelado en Jesucristo.

* Es el Amor por esencia, el Don del Espíritu Santo, quien concede que esa revelación dada una vez y para siempre en Cristo, penetre y se afiance en nuestros corazones.

* Todos los cristianos, pero especialmente los jóvenes, han de cultivar esa experiencia intensa y bella del Espíritu, por la que podrán ser verdaderos testigos del amor que da orden y fecundidad a la vida.

La incondicionalidad del amor

“Todos necesitamos ser amados y sobre todo, ser amados cuando nos metemos en dificultades o cuando tenemos problemas. ¿Cómo balancear la incondicionalidad que necesitamos de quien nos quiere, con las necesidades que esa persona también tiene?”

amor incondicional

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