¡Tengo tantas deudas con tantos!

La bondad y agradecimiento de muchas personas hace que con alguna frecuencia uno escuche palabras de elogio y gratitud. Es bueno, de tiempo en tiempo, recordar cuánto le debo a tantos que de diversos modos…

  • Mi deuda con Dios, el Señor, es infinita: Él es Aquel que me ha creado, dado la vida, regalado la fe, concedido participación de su gracia y su Espíritu: es Fuente única y perfecta de todo bien.
  • Y después de Dios, uno y trino, la Santa Virgen María, inspiración, auxilio, maestra e intercesora de todo fiel cristiano. ¡Cuánto te debo María, especialmente en tu advocación de Chiquinquirá!
  • Gracias, Santo Domingo de Guzmán, por recibirme en tu familia espiritual, y por ser inspiración continua en cada área de mi vida!
  • Mi deuda con mis padres y mi familia toda es inmensa: por los testimonios recibidos; los consejos sabios; la paciencia al educarme y formarme; y sobre todo: por haber sido mis primeros evangelizadores.
  • Vivo agradecido con mi Colegio Santo Tomás de Aquino que en conjunto me dio herramientas para la vida y que fue el lugar donde preferencialmente creció la semilla de la fe a través de la preparación y celebración de los sacramentos de la eucaristía, la confesión y la confirmación. era yo estudiante de secundaria cuando Dios tocó mi alma llamándome al sacerdocio.
  • Doy gracias a tantos amigos y amigas en la universidad, el barrio, los grupos de oración. Mi fe ha conocido momentos duros pero no me he sentido solo como creyente. Nunca.
  • Doy gracias a mis formadores en la Orden Dominicana, y a tantos otros frailes que me han guiado, corregido y enseñado. Destaco a dos de mis maestros: Pastor Prada y Faustino Corchuelo; a dos que yo llamo promotores vocacionales: Ernesto Mora y Francisco Pardo; y a una larga lista de profesores entre los que destaco a Germán Correa
    y José de Jesús Sedano.
  • ¿Cómo no mencionar a los dos santos que, después de los hombres y mujeres de la Biblia, más me han inspirado y educado? Son ellos Santo Tomás de Aquino y santa Catalina de Siena.
  • Finalmente, en esta brevísima reseña de agradecimientos, publico un gigantesco GRACIAS a todos y cada uno de los que oran por mí, y por los demás sacerdotes. ¡Dios ha de saber cómo pagarles!

Mirada agradecida hacia Dios

Acción de gracias

Colón entiende que cuanto va haciendo es «”gracias a Dios“, como él siempre decía» (III Vj.). Nunca ve el Nuevo Mundo como una adquisición de su ingenio y valor, y siempre lo mira como un don de Dios. Al mismo tiempo, él es consciente de que hizo con sus compañeros aquellos descubrimientos fabulosos «por virtud divinal» (ib.).

Llegados a Lisboa con los indios que llevaban, «era cosa de admiración, y las maravillas que todos hacían dando gracias a Nuestro Señor y diciendo que, por la gran fe que los Reyes Católicos tenían y deseo de servir a Dios, que su Alta Majestad los daba todo esto. Hoy vino infinitísima gente a la carabela y muchos caballeros, y entre ellos los hacedores del Rey, y todos daban infinitísimas gracias a Nuestro Señor por tanto bien y acrecentamiento de la Cristiandad que Nuestro Señor había dado a los Reyes de Castilla, el cual diz que apropinaban porque Sus Altezas se trabajaban y ejercitaban en el acrecentamiento de la religión de Cristo» (6-7 marzo).

Cristóbal Colón vio siempre las Indias como «un don de Dios», y por eso en sus escritos rebosa continuamente en acción de gracias. En carta dirigida a Luis de Santángel, dice:

«Así que pues nuestro Redentor dio esta victoria a nuestros Ilustrísimos Rey y Reina y a sus Reinos famosos de tan alta cosa, adonde toda la cristiandad debe tomar alegría y hacer grandes fiestas y dar gracias solemnes a la Santa Trinidad, con muchas oraciones solemnes por el tanto ensalzamiento que habrán en tomándose tantos pueblos a nuestra Santa Fe, y después por los bienes temporales que no solamente a la España, mas a todos los cristianos tendrán aquí refrigerio y ganancia» (14-2-1493).

Todo fue milagro de Dios

El 15 de marzo termina el Diario del Primer Viaje. «Y así dice él que acaba ahora esta escritura», convencido de que su viaje sólo se explica como un milagro de Dios, pues, fuera de los Reyes, tenía a todo el mundo en contra. En efecto, él tiene intención de ir a a ver a los Reyes a Barcelona, «y esto para les hacer relación de todo su viaje que Nuestro Señor le había dejado hacer y le quiso alumbrar en él. Porque ciertamente, allende que él sabía y tenía firme y fuerte sin escrúpulo que Su Alta Majestad hace todas las cosas buenas y que todo es bueno salvo el pecado y que no se puede abalar ni pensar cosa que no sea con su consentimiento, “esto de este viaje conozco, dice el Almirante, que milagrosamente lo ha mostrado, así como se puede comprender por esta escritura, por muchos milagros señalados que ha mostrado en el viaje, y de mí, que ha tanto tiempo que estoy en la Corte de Vuestras Altezas con opósito y contra sentencia de tantas personas principales de vuestra casa, los cuales todos eran contra mí, poniendo este hecho que era burla, el cual espero en Nuestro Señor que será la mayor honra de la Cristiandad que así ligeramente haya jamás aparecido”. Estas son finales palabras del Almirante don Cristóbal Colón, de su primer viaje a las Indias y al descubrimiento de ellas.

El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

ESCUCHA, La grandeza de la oración de agradecimiento

[Predicación especial en la Jornada de Evangelización en Chajarí, Argentina, Julio de 2013.]

Tema 6 de 6: La grandeza de la oración de agradecimiento.

* Aunque la forma de oración que brota en primer lugar es la petición, es bueno conocer las bondades de otras formas de oración. Entre ellas destaca la oración de agradecimiento.

* El agradecimiento nos dispone a reconocer el bien recibido, y ello trae nuevos bienes:

(1) Es un antídoto contra muchas formas de melancolía y pesimismo. A medida que apreciamos y nos gozamos en los bienes que han llegado a nuestra vida tendemos a adoptar una actitud más positiva y menos quejumbrosa.

(2) Lo bueno que tenemos es también la base para superar dificultades y vencer obstáculos. La persona que acostumbra su mente a fijarse en lo bueno se siente y está mejor equipada para sobreponerse a los problemas.

(3) Esa misma actitud positiva, pero siempre realista, nos hace más amables frente a las demás personas. A menudo sucede que, al ayudarles a ver los bienes que ellos tienen y que no conocen o aprecian, toman también gran aprecio por nuestra presencia y consejo. De hecho, quienes tengan vocación de líderes necesitarán esa clase de actitud para aunar fuerzas en búsqueda de objetivos comunes.

* Lo mejor de la oración de agradecimiento está en que nos hace sensibles a la Providencia. Dos ejemplos notables,tomados de la Biblia, son los relatos de José, vendido por sus hermanos, y David, tan poco valorado por su familia. La actitud creyente de estos hombres, campeones de la fe, al final dio un fruto copioso y durable.

XXI Aniversario de mi Ordenacion Sacerdotal

La primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Cuando veo el altar,
sus cirios encendidos,
y la hermosa asamblea,
hermosa por ser tuya, Jesús,
y pienso que también es mía,
y que tu altar es el mío,
y tus palabras mías también son,
¿qué quieres que diga?
¿Qué puedo yo pensar?
Antes que cualquier pensamiento
la primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Cuando tomo asiento cerca
del pecador arrepentido,
y escucho que el miedo cede
y da paso a la confianza;
y veo que los ojos brillan
con lágrimas de un gozo de pascua;
y de sus guaridas huye el diablo
incapaz de la luz con que le hieres,
¿qué quieres que diga?
¿Qué puedo yo sentir?
Antes que cualquier sentimiento
la primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Cuando recibo a aquellos dos,
que tanto se han amado y se aman:
ella, hermosa como princesa,
él, galante como un rey;
y les veo esperar de mi boca una voz
que enlace su amor con el de Dios;
y sé que la Iglesia me pide
que sea testigo cualificado
de ese fuego que les une
y que les funde en el Eterno,
¿qué quieres que diga?
¿Qué puedo yo cantar?
Antes que cualquier melodía
la primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Cuando tomo en mis brazos
aquella pequeña criatura,
toda vestida de Pascua,
que tan a menudo duerme,
y que sólo sabe confiar.
Y los papás y los padrinos,
felices e impacientes,
aguardan que la Iglesia
reciba su hijo como propio,
y que, del agua y del Espíritu
renazca para ya nunca morir,
¿qué quieres que diga?
¿Qué puedo yo imaginar?
Antes que cualquier maravilla
la primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Cuando me acerco al lecho
de uno que ya agoniza,
y en su mirada entreabierta
me dice, sin duda alguna,
que ya no ve tanto este mundo
sino aquel otro que se le acerca;
y con solemne gesto le unjo
bendiciendo sus manos y su frente,
por despertar aún más la fe en el alma
y en su rostro, una sonrisa,
¿qué quieres que diga?
¿Qué puedo yo recordar?
Antes que cualquier recuerdo
la primera palabra
que asoma a mis labios
es siempre gracias.

Sí, mi Señor y mi Dios:
Gracias, Gracias y Gracias.

Gracias que me has dado
para ser ministro tuyo,
y gracias que yo te doy,
por ser ministro tuyo.

Sí, mi bendito Salvador:
Gracias, Gracias y Gracias.

Lo bueno sea para tu honra;
lo malo para mi conversión.

Jesús: te amo.
Jesús: misericordia.
Jesús: alabado seas, y amado y obedecido.

Amén.

Pensamientos de gratitud

“Siendo niños éramos agradecidos con los que nos llenaban los calcetines por Navidad. ¿Por qué no agradecíamos a Dios que llenara nuestros calcentines con nuestros pies?”

gratitud

Click!

Dia de Accion de Gracias, en doce pasos

Acción de Gracias

  1. Tener un celular no es todavía tener a quién llamar.
  2. Tener un perfil de Facebook no es todavía tener un perfil en la vida.
  3. Tener muchos seguidores en Twitter no significa todavía que sepas adónde vas.
  4. Tener mucha música a tu alrededor no quiere decir todavía que hayas alcanzado la armonía.
  5. Tener muchos artefactos no significa todavía que te sepas mejor que ellos.
  6. ¡Tener no resuelve el ser!
  7. Lo más precioso que tienes es que eres; lo más precioso en ti es ser.
  8. Y el ser lo recibiste. No lo hiciste. No lo compraste.
  9. Empezaste a ser recibiendo.
  10. Aprender a recibir es aprender a ser.
  11. Y aprender a recibir quiere decir: no empezar por exigir o quejarse, sino por conocer, escuchar y agradecer.
  12. Digamos juntos, entonces: ¡Gracias, Padre Dios, muchas gracias!

The Path to Thankfulness, in Twelve Steps

Acción de Gracias

  1. Having a cell phone is not still having someone to call.
  2. Having a Facebook profile is not yet having a profile in life.
  3. Having many followers on Twitter does not mean you know where you’re going to yet.
  4. Having a lot of music around you does not mean you have reached yet harmony.
  5. Having lots of appliances still does not mean you know you’re more valuable than any of them.
  6. To have is not yet to be!
  7. The most precious thing you have is that you are, the most precious thing within you is being.
  8. And being is something you received. You did not make it. You did not purchased it.
  9. You started in being just receiving.
  10. Learning to receive is learning to be.
  11. Learning to receive: Do not begin by demanding or complaining, but start from knowing, listening and appreciating.
  12. Let us say together therefore: Thanks, God the Father! Thank you very much!

Hermosa historia y muy buena leccion

Cuenta una historia que un bilbaíno trabajaba en una planta congeladora de pescado en Noruega. Un día terminando su horario de trabajo, fue a uno de los congeladores para inspeccionar algo; se cerró la puerta con el seguro y se quedó atrapado dentro del congelador. Golpeó fuertemente la puerta y empezó a gritar, pero nadie podía escucharle. La mayoría de los trabajadores se habían ido a sus casas, y era casi imposible escucharlo por el grosor que tenía la puerta.

Llevaba varias horas en el congelador, al borde de la muerte.

De repente se abrió la puerta. El guarda de seguridad entró y lo rescató.

Después de esto, le preguntaron al guarda ¿a qué se debe que se le haya ocurrido abrir esa puerta si no es parte de su rutina de trabajo? Él explicó: llevo trabajando en ésta empresa 35 años; cientos de trabajadores entran a la planta cada día, pero él es el único que me saluda en la mañana y se despide de mi en las tardes. El resto de los trabajadores me tratan como si fuera invisible.

Hoy me dió los buenos días a la entrada, pero eché de menos su hasta mañana a la salida. Supuse que todavía seguiría en algún lugar del edificio pues no se había despedido de mí, por lo que lo busqué y lo encontré ”.