LA BIBLIA – Día 074 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 074 de 365

Números 12–13
Salmo 76
Hechos 12

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Breve ordo para la semana
del 15 al 21 de Marzo de 2020

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

Domingo, 15 de Marzo de 2020: Domingo III Cuaresma, ciclo A

Lunes 16:

Martes 17:

Miércoles 18:

Jueves 19: Solemnidad de San José, Esposo de la Virgen María

Viernes 20:

Sábado 21:



Toda crisis trae sus elementos positivos

En tiempos de crisis y dificultad es fácil llenarnos de miedo o de sospecha y ver solo lo negativo. Pero con la ayuda de Dios, uno descubre que hay también lecciones, e incluso bendiciones muy reales que brotan de las dificultades mismas. Aquí pongo una pequeña lista relacionada con el COVID-19, sin ánimo por supuesto de quitar gravedad a lo que la tiene; ni minimizar el dolor de quienes padecen en su salud, en pérdidas de seres queridos, o en su economía.

1. SABIDURÍA. Los seres humanos somos frágiles. Un virus pequeño afecta el sistema social y económico de todo el planeta. Es sabio recordar que la vida es frágil y por ello hay que cuidarla, compartirla, restaurarla.

2. HUMILDAD. A veces ponemos las fronteras y no dejamos entrar; a veces nos ponen las fronteras y no nos dejan entrar. Sucede a países y sucede a personas.

3. TIEMPO DE FAMILIA. Algunas familias, obligadas por el COVID-19 están redescubriendo lo que es compartir tiempo juntos. Menos celulares y más risas y sonrisas.

4. CONOCER LOS VECINOS. El individualismo nos está consumiendo. Los tiempos de cuarentena son oportunidad para conocer un poco más quién vive a tu lado, aparte del saludo lejano y rápido de la mañana o la tarde.

5. SOLIDARIDAD. Nadie puede con su sola intención vencer una pandemia. Todos necesitamos de la colaboración de todos. Más allá de fronteras, clases o castas, somos de verdad una sola familia humana.

6. HAMBRE DE DIOS. Tengo testimonios de varias partes del mundo: muchos se han volcado en oración hacia el Señor, y sus súplicas abrazan países enteros, y de hecho, toda la Tierra.

7. MENOS PRISA. Los ritmos locos en que solemos vivir se han visto interrumpidos por las cuarentenas que se han decretado en diversos lugares. Estamos viendo, como en reflejo, que nuestro ritmo usual no es indispensable y sí es destructivo. Gran lección.

8. ACTIVIDADES DE MEJOR CALIDAD. Parece sencillo pero tiene valor: hay gente redescubriendo el sentido de una buena lectura, o de una buena conversación, o han sacado tiempo para desarrollar talentos aplazados (pintar, leer, practicar música).

9. CREATIVIDAD. No debemos olvidar que grandes genios, como Isaac Newton, pasaron por cuarentenas debido al azote de la peste de su tiempo. Y en esos periodos de forzoso “descanso” hicieron grandes descubrimientos o recibieron maravillosas intuiciones.

10. RECUERDO DE LA ETERNIDAD. No deseamos que nadie perezca por esta enfermedad pero no cabe duda que cada episodio de peste ha traído a la humanidad el recuerdo vivo de nuestra condición “de paso” por esta tierra. Y eso es saludable. Alguien decía: no se encuentra sentido a la vida sin recordar que la vida misma se acaba.

Cuanto más perfecta una persona, menos se escandaliza

El escándalo pasivo implica en quien lo recibe cierta sacudida del alma respecto al bien. Nadie, en verdad, sufre sacudida alguna cuando está firmemente afincado en algo inconmovible. Pues bien, los mayores o perfectos se encuentran firmemente afianzados en Dios, cuya bondad es inmutable, y aunque están unidos a sus superiores, lo están solamente en la medida en que éstos lo están con Cristo, a tenor de las palabras del Apóstol: Sed imitadores míos como yo lo soy de Cristo (1 Cor 4,16). De ahí que, por más que vean que los otros se comportan desordenadamente, ellos no declinan de su rectitud, según leemos en la Escritura: Quienes confían en el Señor son como el monte Sión; nunca sufrirán conmoción los que habitan en Jerusalén (Sal 124,2). De ahí que no se dará el escándalo en quienes viven perfectamente unidos a Dios por el amor, según estas palabras: Mucha paz para quienes aman tu ley. No hay escándalo para ellos (Sal 118,165). (S. Th., II-II, q.43, a.5, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]