LA BIBLIA – Día 126 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 126 de 365

1 Samuel 1–2
Salmo 119,129-144
Marcos 4,21-41

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

LA BIBLIA – Día 125 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 125 de 365

Rut 3–4
Salmo 119,113-128
Marcos 4,1-20

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Contra-corriente

No esperes por tu labor el aplauso de las gentes. -¡Te digo más!: no esperes siquiera, a veces, que te comprendan otras personas e instituciones, que también trabajan por Cristo. -Busca sólo la gloria de Dios y, amando a todos, no te preocupe que otros no te entiendan. Si hay montes, obstáculos, incomprensiones, trapisondas, que satanás quiere y el Señor permite, has de tener fe, fe con obras, fe con sacrificio, fe con humildad.

Más pensamientos de San Josemaría.

Bioética: ¿Cuándo se inicia la vida humana?

“La afirmación de que la vida humana se inicia a los 14 días de vida del embrión, con su implantación en el útero, es una afirmación arbitraria, sin fundamento científico, propuesta, como ya se ha comentado, para poder manipular e incluso destruir a esos embriones humanos antes de esa fecha sin responsabilidades éticas o morales…”

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Des-escalar

Verbo importante en esta etapa de la pandemia: des-escalar. Y todos los que lo usan nos advierten: No se trata de volver a lo que solíamos llamar “normalidad.” Algunos hablan incluso de la necesidad de una “nueva normalidad”… Yo trato de preguntarme cómo se conjuga cada una de esas ideas “en cristiano.”

Por ejemplo: ¿qué tal si en la “nueva normalidad” conservamos, así fuertes, los lazos familiares que muchos me cuentan que han redescubierto?

¿Qué tal si en la “nueva normalidad” afianzamos y cuidamos los ritmos de oración que han crecido en estos días de mayor recogimiento y silencio?

¿Qué tal, si en esa des-escalada conservamos el buen humor, ese que muchos veces nos ha hecho sonreír o reír a carcajadas en estos días?

¿Y qué tal si esa virtud huidiza, la esperanza, que muchos cristianos han visto crecer y han ayudado a crecer en estos días, la conservamos y cultivamos aún con más fuerza en la “nueva normalidad”?

Dejo esas inquietudes y propuestas, mis hermanos.