LA BIBLIA – Día 194 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 194 de 365

2 Crónicas 22–24
Proverbios 20,16-30
Romanos 12

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Percibir la mirada del Corazón de Cristo

“El corazón de piedra del hombre moderno necesita ser «ablandado» por la mirada amorosa del Corazón de Dios. Para poder percibir esa mirada, el hombre tiene que contemplarlo desde su ser criatura. Sentir y conocer la propia pequeñez y la propia limitación es una de las condiciones previas para «sentir» y vivir la devoción al Sagrado Corazón…”

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LA BIBLIA – Día 193 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 193 de 365

2 Crónicas 19–21
Proverbios 20,1-15
Romanos 11

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Breve ordo para la semana
del 12 al 18 de Julio de 2020

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

Domingo, 12 de Julio de 2020: Domingo XV del Tiempo Ordinario, ciclo A

Lunes 13:

Martes 14:

Miércoles 15: Memoria de San Buenaventura, OFM, obispo y doctor de la Iglesia

Jueves 16: Memoria de N.S. la Virgen del Carmen

Viernes 17:

Sábado 18:



Pensamientos ÁCIDOS sobre el lenguaje de sobrepoblación

Todo el que habla de sobrepoblación está pensando que hay gente que sobra en este planeta.

Todo el que piensa que hay gente sobrando en el mundo, alguna vez hará algo para que los que sobran no nazcan o para que se mueran pronto. Es duro decirlo pero es real.

En general, el que piensa que hay gente sobrando no se cuenta a sí mismo entre los que sobran porque considera que su misión de quitarle al planeta la gente que sobra hace de él una persona que no sobra.

La idea de quitar la gente que sobra solo tiene un rostro: homicidio. Pero es una idea que usa palabras elegantes: “Muerte digna”; “Control de población”; “Derechos reproductivos”; “Razas superiores y razas inferiores”…

Y además, la idea de quitar gente al planeta es una manera de no eliminar la injusticia usando el método más brutal: eliminando a quienes la están o podrían llegar a padecerla.

Por el contrario: pensar en las responsabilidades en la reproducción y a la vez en las responsabilidades hacia las personas que han nacido nos obliga a las altas y bellas virtudes que más nos humanizan: racionalidad, solidaridad, justicia y cooperación.

¿Por qué es tan alta virtud la prudencia?

Como ya hemos expuesto al tratar de las virtudes en general (1-2 q.55 a.1 obi.; q.56 a.1), virtud es la que hace bueno al sujeto que la posee y a sus actos. Pero el bien puede tomarse en dos sentidos: material, lo que es bueno; formal, la razón de bien. El bien en el segundo aspecto es objeto de la voluntad. Por eso, si hay hábitos que hacen recta la consideración de la razón sin tener en cuenta la rectitud de la voluntad, tienen menos carácter de virtud, porque orientan materialmente hacia un objeto bueno, es decir, a lo que es bueno, pero no bajo la razón de bien. Tienen, en cambio, más carácter de virtud los hábitos que se ordenan a la rectitud de la voluntad, porque consideran el bien no solamente de una manera material, sino también formal; es decir, consideran lo que es bueno bajo la razón de bien. Ahora bien, como queda ya expuesto (a.1 ad 3; a.3), a la prudencia atañe la aplicación de la recta razón al obrar, cosa que no se hace sin la rectificación de la voluntad. De ahí que la prudencia tiene no solamente la esencia de la virtud, como las demás virtudes intelectuales, sino también la noción de virtud propia de las virtudes morales, entre las cuales se enumera. (S. Th., II-II, q.47, a.4, resp.)


[Estos fragmentos han sido tomados de la Suma Teológica de Santo Tomás, en la segunda sección de la segunda parte. Pueden leerse en orden los fragmentos publicados haciendo clic aquí.]

Censurado por no censurar

“La censura solía ser un instrumento de un gobierno autoritario para silenciar opiniones y noticias que le molestaban. Ahora, en sociedades democráticas, la censura puede provenir de grupos que se sienten ofendidos por opiniones discrepantes de otros. El modo más expeditivo para purgar una voz fuera del coro es calificarla de “discurso del odio”…”

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