LA BIBLIA – Día 220 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 220 de 365

Ester 1–2
Eclesiastés 4
Lucas 3,15-38

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Invitación Especial – sólo para Religiosas

RETIRO ESPIRITUAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA

Este es un retiro para volver a las bases de la consagración religiosa, en tiempos de dificultad e incertidumbre.

El acceso a este retiro de Fray Nelson Medina, nunca antes publicado en Internet, es completamente gratuito para las comunidades religiosas femeninas que se inscriban oportunamente; esto gracias a la generosa iniciativa de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José.

El formulario de inscripción para el retiro debe ser diligenciado antes de las 10:00 PM (hora de Colombia) del Miércoles 12 de Agosto de 2020, por las Superioras locales, provinciales o generales. Los datos de acceso al retiro, mediante YouTube, se enviarán únicamente a los correos electrónicos indicados en los formularios de inscripción. Cada una de las 16 charlas tendrá “chat” abierto a las religiosas participantes, y únicamente a ellas. Sin embargo, el uso del chat es completamente voluntario.

El siguiente es el formulario único de inscripción a este retiro, que se ofrece del 15 al 22 de agosto de 2020: CLIC AQUÍ.

LA BIBLIA – Día 219 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 219 de 365

Judit 15–16
Eclesiastés 3
Lucas 3,1-14

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Hablaba con Dios o de Dios

De varios escritos de la Historia de la Orden de Predicadores

La vida de Santo Domingo era tan virtuosa y el fervor de su espíritu tan grande, que todos veían en él un instrumento elegido para la gloria divina. Estaba dotado de una firme ecuanimidad de espíritu, ecuanimidad que sólo lograban perturbar los sentimientos de compasión o de misericordia; y, como es norma constante que un corazón alegre se refleja en la faz, su porte exterior, siempre gozoso y afable, revelaba la placidez y armonía de su espíritu.

En todas partes, se mostraba, de palabra y de obra, como hombre evangélico. De día, con sus hermanos y compañeros, nadie más comunicativo y alegre que él. De noche, nadie más constante que él en vigilias y oraciones de todo género. Raramente hablaba, a no ser con Dios, en la oración, o de Dios, y esto mismo aconsejaba a sus hermanos.

Con frecuencia, pedía a Dios una cosa: que le concediera ­una auténtica caridad, que le hiciera preocuparse de un modo efectivo en la salvación de los hombres, consciente ­de que la primera condición para ser verdaderamente miembro de Cristo era darse totalmente y con todas sus energías a ganar almas para Cristo, del mismo modo que el Señor Jesús, salvador de todos, ofreció toda su persona por nuestra salvación. Con este fin, instituyó la Orden de Predicadores, realizando así un proyecto sobre el que había reflexionado profundamente desde hacía ya tiempo.

Con frecuencia, exhortaba, de palabra o por carta, a los hermanos de la mencionada Orden, a que estudiaran constantemente el nuevo y el antiguo Testamento. Llevaba siempre consigo el evangelio de san Mateo y las cartas de san Pablo, y las estudiaba intensamente, de tal modo que casi las sabía de memoria.

Dos o tres veces fue elegido obispo, pero siempre rehu­só, prefiriendo vivir en la pobreza, junto con sus hermano­s, que poseer un obispado. Hasta el fin de su vida, conservó intacta la gloria de la virginidad. Deseaba ser flagelado, despedazado y morir por la fe cristiana. De él afirmó el papa Gregorio noveno: «Conocí a un hombre tan fiel seguidor de las normas apostólicas, que no dudo que en el cielo ha sido asociado a la gloria de los mis­mos apóstoles».