Pablo VI y Dante Alighieri

“El 7 de diciembre de 1965, cuando estaba por concluir el Concilio Vaticano II, san Pablo VI firmó una carta apostólica en forma de “motu proprio” con motivo del VII centenario del nacimiento de Dante Alighieri en Florencia (el año 1265). La carta tenía como título “Altissimi cantus”. Al día siguiente de ser firmada, con una coincidencia sorprendente de fechas, se tuvo la misa conclusiva del Concilio Vaticano II, iniciado por Juan XXIII y finalizado con Pablo VI…”

Haz clic aquí!

Necesidades espirituales básicas

Necesitas vida interior y formación doctrinal. ¡Exígete! -Tú -caballero cristiano, mujer cristiana- has de ser sal de la tierra y luz del mundo, porque estás obligado a dar ejemplo con una santa desvergüenza. -Te ha de urgir la caridad de Cristo y, al sentirte y saberte otro Cristo desde el momento en que le has dicho que le sigues, no te separarás de tus iguales -tus parientes, tus amigos, tus colegas-, lo mismo que no se separa la sal del alimento que condimenta. Tu vida interior y tu formación comprenden la piedad y el criterio que ha de tener un hijo de Dios, para sazonarlo todo con su presencia activa. Pide al Señor que siempre seas ese buen condimento en la vida de los demás.

Más pensamientos de San Josemaría.

Necesitamos buenos pastores

La insistencia de los medios de comunicación en presentar lo más oscuro de la Iglesia es uno de los factores que ha frenado o desanimado muchas vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa.

No es fácil vencer una dificultad que alcanza niveles de rasgo cultural permanente en algunos lugares. Y sin embargo, sí es posible, y cada uno de nosotros tiene algo que puede aportar en sanar ese sesgo anticatólico.

Nos corresponde a los sacerdotes y a los religiosos ser un testimonio más claro pero también más alegre de la novedad que trae el Evangelio.

Corresponde a los laicos, particularmente a los papás y a los educadores, detener la carga de mentira, es decir, ayudar a balancear las versiones exageradas y mostrar en cambio la bondad e incluso el heroísmo que han tenido tantos consagrados a lo largo de los siglos.

Nuestras oraciones, ejemplos y palabras pueden hacer una diferencia, y esa diferencia hay que hacerla AHORA.