Ser Iglesia: donde uno está

Piensa en la Iglesia Santa, y considera que, si un miembro se resiente, todo el cuerpo se resiente. -Tu cuerpo necesita de cada uno de los miembros, pero cada uno de los miembros necesita del cuerpo entero. -¡Ay, si mi mano dejara de cumplir su deber…, o si dejara de latir el corazón!

Lo has visto con claridad: mientras tanta gente no le conoce, Dios se ha fijado en ti. Quiere que seas fundamento, sillar, en el que se apoye la vida de la Iglesia. Medita esta realidad, y sacarás muchas consecuencias prácticas para tu conducta ordinaria: el fundamento, el sillar -quizá sin brillar, oculto- ha de ser sólido, sin fragilidades; tiene que servir de base para el sostenimiento del edificio…; si no, se queda aislado.

Como te sientes fundamento escogido por Dios para corredimir -no te olvides de que eres… miseria y miseria-, tu humildad te ha de llevar a colocarte debajo de los pies -al servicio- de todos. -Así están los cimientos de los edificios. Pero el fundamento ha de tener fortaleza, que es virtud indispensable en quien ha de sostener o empujar a otros. -Jesús -díselo con fuerza-, que nunca, por falsa humildad, deje de practicar la virtud cardinal de la fortaleza. Dame, Dios mío, que discierna el oro de la escoria.

Más pensamientos de San Josemaría.

Breve ordo para la semana
del 20 al 26 de Junio de 2021

Homilías breves para esta semana:


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

20 de Junio de 2021: Domingo XII del Tiempo Ordinario, ciclo B

Lunes 21: Memoria de San Luis Gonzaga, SJ, religioso

Martes 22:

Miércoles 23:

Jueves 24: Solemnidad del Nacimiento de San Juan, el Bautista

Viernes 25:

Sábado 26:



Joven rebelde a su manera: San Luis Gonzaga

La cualidad por la que es más recordado, exaltado e invocado San Luis Gonzaga es la pureza. Este joven jesuita parece que vino a esta tierra a dejar un mensaje breve, luminoso y alegre sobre el sentido de esta virtud tan poco apreciada en nuestro tiempo.

Su ejemplo es tanto más notable cuanto que suele pensarse que el tiempo del desarrollo corporal y de la fuerza de la juventud hace poco menos que imposible predicar palabras como castidad o pureza. En lo personal, considero que solemos subestimar la capacidad de combate y victoria que hay en nuestros jóvenes, si sabemos presentar con claridad los verdaderos ideales. Al fin y al cabo, la juventud es también el tiempo de los ideales que marcarán toda la vida.

Hace poco tuvimos en Colombia una serie de protestas que a menudo degeneraron en violencia. Sus efectos no han terminado todavía. Y fueron muchos los jóvenes, incluyendo universitarios, que participaron en esas marchas dando voz a los reclamos por la justicia, o en algunos casos, prestando sus brazos para destruir propiedad pública. Yo sólo me pregunto: ¿qué sucedería si ellos, esos mismos que tienen tanta resistencia para rebelarse contra el orden injusto del mundo, pusieran su juventud al servicio de Cristo, Rey de Reyes?