Casi, Monseñor Cormac

En un acto que implica cierto valor Mons. Cormac Murphy-O’Connor, Arzobispo de Westminster, escribió al Primer Ministro Británico, Tony Blair solicitando que las Agencias Católicas para adopción de niños quedaran exentas de la Ley de Igualdad (Equality Act) de 2006 que entre otras cosas implica el derecho de las parejas gay para adoptar y el correspondiente deber de las agencias de darles niños en adopción sin hacer discriminación de ellos por su orientación sexual. La semana pasada el Primer Ministro dio su respuesta, que fue negativa, aunque concedió un plazo que algunos consideran demasiado largo (21 meses) para que las agencias acepten la Ley de Igualdad o en todo caso puedan transferir su experiencia técnica (expertise) a otras agencias, sobre todo estatales. Si las Agencias Católicas no cumplen con la citada Ley podrán ser demandadas, se les podrá retirar el permiso del Estado para funcionar o se les retirarán los fondos del erario público (o todo eso a la vez).

Desde el punto de vista de un estado secular creo que no se puede reprochar la lógica de Blair. Si todos los ciudadanos contribuyen al erario y si hay leyes para todos, ¿cómo es eso de que un grupo dentro de la sociedad quiere recibir el dinero de todos y administrarlo según criterios que no son los de todos?
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50. Por sus frutos los conoceréis

50.1 En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

50.2. Cuando Nuestro Señor Jesucristo dijo «Por sus frutos los conoceréis» (Mt 7,16.20), estaba indicando más de una cosa. La enseñanza más inmediata es que la calidad de las obras muestra las intenciones. Aunque la obra esté al final y la intención al principio, cuando la obra aparece también aparece la intención.

50.3. Sin embargo, hay un sentido menos evidente que será bueno que conozcas. Aunque el texto no dice “sólo por sus frutos…,” el tenor de las palabras del Divino Maestro hace que puedas entenderlo así. Mira, en efecto, lo que ha dicho antes: «Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con disfraces de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces» (Mt 7,15). Mira ahora lo que sigue a la frase que te comento: «¿Acaso se recogen uvas de los espinos o higos de los abrojos?» (Mt 7,16).

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Aprende inglés conmigo

“Conmigo” significa aquí: “al mismo tiempo que yo voy aprendiendo.”

Lo que sucede es que encontré un lugar, Quizlet, en el que es posible hacer fichas de las que uno suele usar para aprender vocabulario en otra lengua. Empecé hace poco mi fichero, y lo pongo a tu disposición. Lo que voy agregando son las palabras nuevas que yo mismo voy aprendiendo. Las definiciones están en inglés, por supuesto.

Hasta hace poco se podía acceder a un fichero o lista sin inscribirse pero ahora las reglas han cambiado y toca que abras una cuenta (gratuita) en Quizlet y luego sí entres a mi lista.

Agencias Católicas de Adopción y Derechos Gay en Inglaterra

[[Hay una actualización de este post al final del mismo.]]

El 16 de febrero del año 2006 el parlamento birtánico, con la autorización de Su Majestad la Reina, aprobó el llamado “Equality Act” que crea una Comisión permanente cuya misión (traduzco) es:

Favorecer y respaldar el desarrollo de una forma de sociedad en la cual: (a) la capacidad de las personas para alcanzar su potencial no queda limitada por prejuicios o discriminaciones; (b) se respetan y protegen los derechos humanas de cada individuo; (c) se respeta la dignidad y el valor de cada individuo; (d) cada individuo tiene una oportunidad igual de participar en la sociedad, y (e) hay respeto mutuo entre los grupos humanos, basado en el entendimiento y la valoración de la diversidad, y en el respeto que todos comparten por la igualdad y los derechos humanos.

La idea central es evitar toda forma de discriminación. Hay un énfasis, sin embargo, que viene en el sumario de la ley: evitar la discriminación que venga sobre la base de credo religioso o de orientación sexual. Veamos cómo se entienden estos términos.
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Apocalypto

La última película de Mel Gibson tiene un mensaje cultural y filosófico que puede quedar oculto por la abundancia de sangre y por el aspecto semi-salvaje de las sociedades allí expuestas. Mi análisis es que Gibson quiere afirmar unas cuantas verdades sobre la naturaleza humana y que apelar a lo primitivo no es un derroche de exotismo sino pura continuidad con el experimento mental de pensadores como Juan Jacobo Rousseau.

En efecto, la idea difundida en y por los medios anglosajones es que los habitantes precolombinos eran buenos y que toda corrupción vino de fuera, de los europeos, y en particular, españoles. Este argumento ideológico ha servido de ariete para hacer avanzar la llamada “Leyenda Negra” que sólo ve en el proceso de conquista y colonia en América una vergüenza de la humanidad, o sea, una serie ininterrumpida de atropellos adobados en el más puro sadismo.
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49. Verdadera y Falsa Espiritualidad

49.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

49.2. Yo te saludo saludando a Dios, y así quiero que me saludes también tú. Para vida vuestra y salvación vuestra nos envió Dios, no para que nazca confusión alguna en nadie. Ya el Nuevo Testamento te habla de algunos que cayeron en confusión, no por ministerio nuestro, sino de los Ángeles caídos. Por eso Pablo advirtió con severidad: «Que nadie os prive del premio a causa del gusto por ruines prácticas, del culto de los Ángeles, obsesionado por lo que vio, vanamente hinchado por su mente carnal, en lugar de mantenerse unido a la Cabeza, de la cual todo el Cuerpo, por medio de junturas y ligamentos, recibe nutrición y cohesión, para realizar su crecimiento en Dios» (Col 2,19).

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330. La Casa de los Relatos

330.1. Quiero decirte que el Cielo es como un lugar donde se escuchan muchos relatos. Esa palabra es bella y útil para el propósito de esa enseñanza que quiero darte. Un relato no es un discurso, ni un tratado, ni una descripción, ni un ensayo. Lo propio del relato, o cuento, es unir la verdad de alguien con una secuencia de hechos o eventos. De esa manera los relatos presentan una verdad en movimiento.

330.2. Jesús usó muchos relatos, que suelen llamarse parábolas. Entre las muchas razones para usar esa forma de predicar, una es que la mente humana está especialmente predispuesta a recibir relatos. Dios la diseñó así, puedes decir. Los relatos, o por lo menos: los buenos relatos, integran la condición más profunda de la existencia del hombre, que es la temporalidad, con el anhelo más profundo del mismo hombre, que es la verdad.

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48. Peregrino

48.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

48.2. Veo tu cansancio. Te pesa el trabajo, te pesa la oración; te cuesta amar, no te es fácil perdonar, te resulta duro sostenerte en los buenos propósitos y negarte a las insidias de tu propia carne mal acostumbrada y cómoda. Es difícil ser bueno: he aquí la cruda comprobación que hace tu alma; un descubrimiento que no te alegra y que hace que el tiempo se dilate como cielo de bronce sobre tu cabeza (cf. Dt 28,23).

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47. La Casa de Luto

47.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

47.2. Así como hay un mundo que se extiende ante tus ojos, hay un mundo, un universo entero que sucede allí donde tus ojos no pueden ver. Piensa en el sacramento de la confesión. Un pecador arrepentido recibe la absolución de sus culpas. Tú le ves entrar y luego salir de la iglesia donde se confesó, y probablemente no notas nada en él, quizá sólo una leve sonrisa y una mirada más despejada y tranquila. Y sin embargo, ¡qué cambios extraordinarios han sucedido! Alejado del amor, ajeno a la gracia, hace unas horas o unos días pensaba sólo en venganza; ahora, por la obra del Espíritu Santo, ha trocado sus pensamientos.

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46. Partícipes de su Naturaleza Divina

46.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

46.2. No siempre debo hablarte cuando sientas que la piedad y el amor fluyen en ti, porque yo no dependo de ti, aunque soy servidor tuyo en orden a la salvación que Dios te ofrece.

46.3. Hoy quiero invitarte a hacer más universal tu oración. Dirige tus plegarias más allá de tus intereses; lánzalas, como redes de amor, al mar de las necesidades humanas, y no las limites al tamaño de tus estrechos conocimientos y pequeños afectos. Cuanto más unido estés a Dios, más debes cuidar que tu oración sea según Él, según su querer y según su sabiduría, y no según el tamaño de tus preocupaciones inmediatas o tus dolores más agudos.

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Mensaje para el Nuevo Año

Amigos en la fe:

La vida, como un río, tiene momentos de transcurrir sosegado y tiene cascadas. Fluye a veces en el ritmo monótono de una rutina que incluso nos cansa; otras veces, se precipitan en rápida sucesión cambios o sorpresas que pueden alegrarnos o deprimirnos súbitamente.

Llegan de pronto otros tiempos en que las aguas se remansan. Algo adentro y algo afuera nos llama a reflexión. Es preciso hacer un alto y darnos tiempo para unas cuantas preguntas profundas. Son los momentos densos de nuestra existencia.

Me he preguntado a veces en qué consiste esa densidad o qué hace que ciertos días estemos más receptivos y más sensibles a los temas hondos de la vida. Creo que es algo que tiene que ver con el tiempo. Al fin y al cabo, como alguno dijo, todo lo que tenemos y lo único que tenemos es tiempo. Los hilos de nuestra temporalidad son los hilos mismos de nuestra vida. Y al fin y al cabo, ¿qué es vivir, sino ir trenzando con mayor o menor acierto esos tres hilos que se llaman presente, pasado y futuro?

Imaginemos un día sin pasado. Es como imaginar a una persona que un día despierta sin saber quién es, ni qué responsabilidades tiene ni de qué derechos goza. ¿Qué día esperaría a una persona así, qué podría tejer?

Imaginemos un día sin futuro. ¡Vaya pesadilla! Lamentablemente es algo que muchos de nuestros contemporáneos conocen: NO-FUTURO. Tal es el nombre de la falta absoluta de esperanza. Y bien sabemos, con dolor, que quien pierde un horizonte y una razón en su futuro, pierde también toda capacidad de actuar en su día presente.

¿Y es posible imaginar un día sin presente? Aunque parezca extraño, yo creo que sí es posible. Es sencillamente la experiencia de la muerte. A la hora de nuestra partida, ¿qué tendremos? Un pasado: lo vivido. Un futuro: el más allá. Ya no habrá más tiempo para cambiar nada. El presente se habrá reducido a un punto, una línea que no podemos controlar, una puerta en que no somos jueces sino más bien juzgados.

Nuestros tres hilos tienen distintos colores y distintas melodías. Cada día hacemos una canción cuando vivimos; hemos pintado un cuadro cada día, cuando volvemos al descanso del lecho apetecido. A veces nuestra canción es disonante o nuestro cuadro es horroroso. Hay días que no quisiéramos que se contaran en nuestra cuenta. Otras veces la música es grato y el cuadro hermoso.

Hay momentos en que necesitamos ver qué estamos pintando y oír qué es lo que cantan nuestros pasos en su trasegar fatigoso y acelerado. Esos son los momentos densos, y probablemente, al llegar al umbral de un año nuevo, nuestros hilos brillan con peculiar nitidez y por eso sentimos que tenemos que revisar qué hemos hecho, qué estamos haciendo y qué tenemos que hacer.

En estos momentos, amigos, lo que yo pido al Cielo es que nos regale luz. Nuestros hilos no vienen de la nada, sino de Dios, que “nos amó primero,” como enseña San Juan. Y por eso nuestro pasado estará claro y a salvo sólo en sus manos. Nuestros hilos no van hacia el abismo, sino hacia Dios, que “prepara casa a los desprotegidos,” como canta el salmo. Sólo en la luz divina encontramos paz con lo que hemos sido y serena esperanza sobre lo que podemos ser. Sólo en esa luz descubrimos cuántas de nuestras tragedias eran en realidad oportunidades y sólo en ella aprendemos a agradecer nuestros bienes en Aquel que es la Fuente de todo bien.

Por mérito de la plegaria eficaz de la Santa Madre de Dios, cuya fiesta inaugura el nuevo año, venga sobre la Tierra un diluvio de nueva luz y de gracia, para que, valorando nuestro tiempo según la sabiduría de lo Alto, hacia la altura se orienten nuestros sueños y también nuestros pasos.

¡Feliz Año para todos!

Fr. Nelson Medina, O.P.

45. Astronautas y Pintores

45.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

45.2. El tamaño depende de la distancia: eso lo saben los pintores y los astronautas. Necesitarás ser un poco pintor y un poco astronauta para lograr el tamaño justo de cada cosa, porque vivir en la verdad no es sólo saber qué son las cosas en sí mismas sino cómo son con respecto a las demás, es decir, conocer su tamaño.

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St. Martin de Porres (9 of 9)

Joyful Friar

  1. During this Novena, that now arrives to an end, we have willingly remembered St. Martin as a joyful, kind, friendly man: the sort of people that we call: approachable. That is a beautiful expression: Behold a saint that is also a most approachable fellow.
  2. Joyfulness is linked with some serious virtues. A bit of humor is a way of not taking ourselves too seriously. Moreover, you need a fair amount of gladness to announce the Good News enduring all the risks, drawbacks and failures, and facing people’s irony, indifference or even aggression.
  3. Gladness is also the hallmark of a pacified soul. And peace is the ultimate gift, according to another Dominican, St. Thomas Aquinas. Inner peace spells harmony, contentment, awareness of all the other gifts God has granted us in his Beloved Son.

A Picture Is Worth A Thousand Words

One day Martin was discussing spiritual matters with a rather elderly Father, one of those naturally rigid and intransigent men, but gifted nevertheless with great goodness of heart and virtue. They were talking about regular observance of the rule and Christian perfection when a young religious passed by, wearing a shining new pair of shoes which fitted him perfectly and were a little too elegant. They were not the kind of shoes normally worn in a monastery.

The old priest was shocked by the sight of that pair of shoes just at the moment they were talking with such fervor of perfection and religious observance.

“What do you say of the light-mindedness of that young religious?” he asked his companion.

Martin did not like to pass judgment on others. If he had to give an opinion, he looked for the good side.

“No, no,” he replied at once, “it is not a question of light-mindedness. The great providence of God permits this deviation so that sinners may be brought back to Him. You know, Father, there are people so accustomed to an easy life and to  pleasures that they are frightened when one even mentions austerity to them. Let us imagine now that a man like that, whose life is quite disordered, comes here to confess his sins.  … Do you think your austere appearance and those shoes as  big as boats that you are wearing would inspire trust in his heart? Not at all! But if he saw that young priest with his  beautiful little shoes, he might think, ‘Now there is one who  will understand me!’ And he would go to confession, and then  the grace of God would do the rest.” The good priest accepted the lesson, and laughed heartily with Martin.

Ending On A Cheerful Note

  1. “Again, the Kingdom of Heaven is like a treasure hidden in the field, which a man found, and hid. In his joy, he goes and sells all that he has, and buys that field.” (Matthew 13,44)
  2. “Behold, an angel of the Lord stood by the shepherds, and the glory of the Lord shone around them, and they were terrified. The angel said to them: Don’t be afraid, for behold, I bring you good news of great joy which will be to all the people. For there is born to you, in the city of David, a Savior, who is Christ the Lord.” (Luke 2,9-11)
  3. “Jesus returned in the power of the Spirit into Galilee, and news about him spread through all the surrounding area. He taught in their synagogues, being glorified by all. He came to Nazareth, where he had been brought up. He entered, as was his custom, into the synagogue on the Sabbath day, and stood up to read. The book of the prophet Isaiah was handed to him. He opened the book, and found the place where it was written: The Spirit of the Lord is on me, because he has anointed me to preach good news to the poor. He has sent me to heal the brokenhearted, to proclaim release to the captives, recovering of sight to the blind, to deliver those who are crushed, and to proclaim the acceptable year of the Lord.” (Luke 4,14-19)
  4. “Rejoice in the Lord always! Again I will say, Rejoice! Let your gentleness be known to all men. The Lord is at hand. In nothing be anxious, but in everything, by prayer and petition with thanksgiving, let your requests be made known to God. And the peace of God, which surpasses all understanding, will guard your hearts and your thoughts in Christ Jesus. Finally, brothers, whatever things are true, whatever things are honorable, whatever things are just, whatever things are pure, whatever things are lovely, whatever things are of good report; if there is any virtue, and if there is any praise, think about these things. The things which you learned, received, heard, and saw in me: do these things, and the God of peace will be with you.” (Philippians 4:4-9)

44. La Conversión Del Corazón

44.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

44.2. Aquella oración que hizo Salomón, y que fue tan grata a Dios, es la plegaria que más te conviene en este momento: «Concede a tu siervo un corazón que entienda para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal, pues ¿quién será capaz de juzgar a este pueblo tuyo tan grande?» (1 Re 3,9).

44.3. Sabes bien que Dios oyó con agrado esta súplica, que era sabia en pedir sabiduría (1 Re 3,12; 5,9; 10,24). Y sabes también que allí donde empezaron las bendiciones para Salomón, es decir, en el corazón, allí también empezaron sus desgracias (1 Re 11,4), cosa que fue origen del enojo de Dios y de la ruina del pueblo que tan sabiamente había sido regido (1 Re 11,9-11).

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St. Martin de Porres (8 of 9)

Missionary Zeal

  1. I suppose many of us imagine life within the walls of a priory as a very quiet thing, with no major changes besides the simple and natural events that occur to anybody, anywhere: people get sick and then recover; people earn some money and spend the same or a bit more; people criticize other people; people get elderly and eventually pass away.
  2. Religious life can be dull and boring to the extreme, but can also be exciting and very much lively. Religious life was born through the action of the Holy Spirit, and whenever we allow the Spirit to blow strong in our lives they become little wonders, full of promises and heavenly rewards. It is the work of the Spirit to push us, gently but firmly, towards the new lands of the Gospel. We never own the Gospel. We can serve the Gospel, we can offer the Gospel, we can live the Gospel, but we never own it.
  3. That is why the Church, whose soul is the same Spirit, only can be missionary. The true sign that tells us that a Christian community is alive is this one: they want to go out and get new people for Christ. It is the same with every Saint: missionary zeal is the hallmark of a genuine Christian life.

Love Is Boundless

  1. Love knows no bounds. The medieval theologians used to say: “Amor est diffusivum sui,” Love expands from within, love fills everything and then overflows. When we say that Martin was full of charity, we mean it. God’s love filled his heart, expanded it, stretched it so that the poor, the elderly, the afflicted, the sick, the unbelievers got a place in Martin’s daily journey and daily prayers.
  2. Once you begin to love seriously, you realize that there is no limit whatsoever: the faithful departed, the pagans in distant lands, the unborn children, the priests and other particular vocations in the Church: every person, every human life is so important! That is why we cannot be Christians and not be missionaries. Christian love will push us forward to reach other people with the Good News. Martin de Porres deeply felt this push and his desire to serve and love resulted in some of the most astonishing miracles that have been ever told of any saint.
  3. We are speaking of agility and even bilocation. In collecting testimonies about St. Martin’s life, it was reported many times that there was something beyond human nature in the way Martin’s body could move and function. An example. To dispel the doubts of his colleagues in the infirmary of the priory about the efficacy of some new treatment, the humble brother said: “I saw this done this way in France, in the hospitals of Bayonne.” This had to be taken as plain fantasy if we were not compelled by the number of testimonies from Africa, India and other parts of the world. Under the gravity of a solemn oath people reported that during St. Martin’s lifetime he actually went to those places and looked after them, when they were in need. We literally realize that love is simply boundless.

What We Can Learn from St. Martin To-day

  1. Many people travel a lot because of their business. They keep busy and fill up their schedules with plenty of appointments, meetings and programmed activities, all for the sake of profit, prestige and success. They probably would like to have the agility to move even faster from airport to airport, from country to country, from an important meeting to an even more important meeting. They would love bilocation in order to achieve what they long for, namely their gain and money. It is heartwarming that some holy people, like St. Martin, have walked on this earth moved by a desire to serve, strong enough to deserve heavenly nimbleness.
  2. We all are called to be missionaries, but we come to realize it only when we become aware of all the riches of our faith. In the process of getting to appreciate our faith we also get the tools and the style to share that faith with others.
  3. The pulpit is not the only place for preaching. St. Francis of Assisi used to preach at the corners in the marketplace; St. Martin used to preach to his fellow farmers. You do not need a long discourse but a great amount of love and a huge desire to do something good and lasting to other people.