Tres Conferencias de Adviento y Navidad (2 de 3)

El Cántico de la Virgen María es bastante conocido, sobre todo con su título en latín, Magnificat. Hay otro cántico que está en el mismo capítulo del mismo Evangelio de San Lucas. Se trata del Cántico de Zacarías. El ejemplo de este hombre nos muestra cuán grande es el regalo de la misericordia y nos empuja a dejar nuestra “mudez.”

145. El Nombre de Jesucristo

145.1. ¡En el Nombre de Jesús, Nombre lleno de gloria, de dulzura y candor, de fuerza y de luz! ¡En el Nombre del Amado del Padre, Nombre Santo que con humilde gozo pronuncian Ángeles y hombres! ¡En el Nombre del Ungido, verdadero y anhelado Mesías de los hombres, Palabra hecha carne, Hijo de Dios constituido con poder!

145.2. Así como dijo Jesucristo que, levantado en la Cruz, a todos atraería hacia sí (Jn 12,32), así también su Nombre, pronunciado en la mente del hombre, todo lo convoca y todo lo levanta hacia Aquel que es Cabeza de todo (cf. Col 1,17-18). Por eso el demonio tiene entre sus principales tareas borrar y confundir la memoria de Nuestro Amado Señor, Salvador de los hombres, porque bien sabe que los hijos de Adán, en cuanto llegan a ver ese rostro, «Imagen de Dios invisible» (Col 1,15), fascinados por su belleza y enamorados de su bondad, pisotean las cadenas que el infierno con esfuerzo había preparado para ellos.

Continuar leyendo “145. El Nombre de Jesucristo”

Celebraciones cristianas y rituales paganos

Hola fray Nelson.

Leyendo tu biografía y tus escritos en general me siento identificada en algunas cosas contigo, especialmente en la obra de la Renovación católica carismática, no sé qué habría sido de mi espiritualidad sin ella; ésta es claramente una obra de DIos.

En realidad el motivo de mi correo es una duda que tengo en relación a la tradición de la Iglesia. Existen trabajos históricos mormones que hablan del sincretismo del cristianismo con prácticas paganas, entre ellas resaltan la Eucaristía o “celebración del vino y el pan”, de esto me he enterado por terceros, no he ido directamente a estas fuentes. También me hablan de otros dioses como Horus o Mithra que comparten unos rasgos similares a los de Jesús como la resurrección, el nacimiento de una virgen, entre otras muchas características. Me gustaría por eso que me recomendaras lecturas más científicas para comprender ese pasado. si algo tengo claro en mi vida es la existencia de mi Dios en el santisimo sacramento del altar, de Jesús en su forma eucaristica por eso soy católica.

¡Gracias! -Estudiante, Bogotá.

Uno de los ataques más “sofisticados” contra nuestra fe es el que tú mencionas. La verdad es que uno puede sentirse incómodo y desconcertado cuando le dicen por ejemplo que la Navidad es una fiesta pagana que los cristianos sencillamente asumieron. O cuando le dicen a uno, como tú cuentas, que la Eucaristía tiene un origen pagano. O cuando nos cuentan que la historia del diluvio es “muy común” en culturas y religiones antiguas, de modo que la Biblia sería una especie de recopilación de cuentos que circulaban o que circularon en distintos lugares y culturas.

Continuar leyendo “Celebraciones cristianas y rituales paganos”

Ejercicios sobre el perdon, 57

Cuando el Odio quiso matar el Amor: Escuché una vez este relato: Cuentan que en la historia del mundo hubo un día terrible en el que el Odio, que es el rey de los malos sentimientos, los defectos y las malas virtudes, convocó a una reunión urgente con todos los sentimientos más oscuros del mundo y los deseos más perversos del corazón humano. Estos llegaron a la reunión con curiosidad de saber cuál era el propósito. Cuando estuvieron todos habló el Odio y dijo: “Os he reunido aquí a todos porque deseo con todas mis fuerzas matar a alguien”. Los asistentes no se extrañaron mucho pues era el Odio que estaba hablando y él siempre quiere matar a alguien, sin embargo, todos se preguntaban entre sí quién sería tan difícil de matar para que el Odio los necesitara a todos. “Quiero que matéis al Amor”, dijo. Muchos sonrieron malévolamente pues más de uno quería destruirlo.
Continuar leyendo “Ejercicios sobre el perdon, 57”

Manual del Misionero

Tarea sublime

Es ya hora, amadísimos hijos, de hablar a ustedes, todos cuantos trabajan en la viña del Señor, a cuyo celo, juntamente con la propagación de la verdad cristiana, está encomendada la salvación de innumerables almas.

Sea lo primero, y como base de todo, procurar formarse cabal concepto de la sublimidad de la misión recibida, que debe absorber todas sus energías.

Misión verdaderamente divina, cuya esfera de acción se remonta muy por encima de todas las mezquindades de los intereses humanos, ya que el fin que ustedes buscan es llevar la luz a los pueblos sumidos en sombras de muerte y abrir la senda de la vida a quienes de otra suerte se despeñarían en la ruina.

Continuar leyendo “Manual del Misionero”

144. Una Casa Para Dios

144.1. En el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

144.2. La casa que tú le puedes construir a Dios es la que Él construye dentro de ti con las palabras que tú le acoges. Tú no puedes abarcar a Dios, pero su Palabra, viviendo en ti, hace Casa donde Él sí cabe. Si quieres, pues hospedar a Dios, has de recibirle su Palabra. ¡Oh maravilla de la Palabra Divina, que siendo con el Padre y como el Padre fuente de toda gloria, es también humilde y piadosa, tanto como para venir al corazón del hombre!

Continuar leyendo “144. Una Casa Para Dios”

15 Razones para Amar el Adviento

Amo el Adviento. Lo amó apasionadamente, y necesito contarles por qué.

  1. El Adviento es un privilegio, o digo mejor: un acto precioso de condescendencia divina.
  2. Es un despertador que revela los límites de lo que termina, para llamarnos hacia aquello que no tiene límite ni término.
  3. Es el tiempo por excelencia para la esperanza.
  4. Son semanas de genuina catequesis, sentados junto al fogón del amor de los profetas.
  5. Es una escuela que tiene el estilo y la impronta de la Virgen de Nazareth.
  6. Es como una metáfora gigantesca de lo que es la Iglesia entera en este mundo… hasta que el Señor vuelva.
  7. Es un retiro espiriual para mil millones de personas.
  8. Es el recordatorio del lugar irreemplazable de la ternura y la mansedumbre como casa que preparamos a Jesús.
  9. Es el momento para sentirnos más hermanos que nunca de los judíos, y de todos aquellos que sabiéndolo o sin saber, aguardan al Mesías y su salvación.
  10. Bien vivido, es una senda de profundo autoconocimiento a la luz de Dios.
  11. Es tiempo para darnos cuenta de cuántas cosas ya no necesitamos, y por tanto, para hacer más liviana y generosa la vida.
  12. Tiempo para “hacer hambre” de modo que el banquete del Pan de Vida–que es Cristo–nos encuentre preparados y alegres.
  13. Es la época del año en que el Antiguo Testamento se hace diáfano, y el Nuevo Testamento, deslumbrante.
  14. Son días de oración y de escucha, días sobre todo para aprender que ninguna presencia de Cristo será suficiente hasta que llegue el día en que él sea todo en todos.
  15. Tiempo que condensa la experiencia del desierto y la alegría del Jordán.

Fr. Nelson Medina, O.P.

Alter Christus – Posibilidades y Limites

¿Puede el sacerdote, siendo hombre débil, llegar a ser ‘otro Cristo’?

Esta es la pregunta que abre uno de los temas de estudio en un reciente foro de Catholic.net. Transcribo aquí mi respuesta, como extendiendo ese foro a estas páginas. Es posible que mi opinión, en este caso, se aparte un poco de la línea más devocional o espiritual, pero creo que de eso se trata en un foro, después de todo…

Continuar leyendo “Alter Christus – Posibilidades y Limites”

Ejercicios sobre el perdon, 56

PERDONAR PARA SER LIBRE: Haz unas cuantas respiraciones profundas. Que la inspiración sea más larga y lenta de lo habitual. Mientras dejas salir el aire, siente cómo se afloja la tensión y te relajas. Relaja los hombros…relaja los músculos del cuello.

Ahora, en tu imaginación, lleva las manos a la cabeza, introdúcelas con suavidad, con mucha suavidad dentro de tu mente. Quita de ahí todas las ideas que tienes actualmente sobre lo que significa el perdón. Coloca estas ideas en un lugar seguro, de donde puedas cogerlas de nuevo después nuestros ejercicios espirituales, o antes, si deseas recuperarlas.

Te invito a abrirte a un modo enteramente nuevo de definir el perdón y a trabajar con él en tu vida diaria. Al retirar las ideas que te resultan familiares, creas una apertura que te permitirá más de lleno y con mayor energía a lograr magníficas oportunidades de otorgar el perdón.

Continuar leyendo “Ejercicios sobre el perdon, 56”

El Corazon de Cristo supo palpitar de amor

Si no hay duda alguna de que Jesús poseía un verdadero Cuerpo humano, dotado de todos los sentimientos que le son propios, entre los que predomina el amor, también es igualmente verdad que El estuvo provisto de un corazón físico, en todo semejante al nuestro, puesto que, sin esta parte tan noble del cuerpo, no puede haber vida humana, ni afectos humanos.

No hay duda de que el Corazón de Cristo, unido hipostáticamente a la Persona divina del Verbo, palpitó de amor y de todo otro afecto sensible; sus sentimientos, sin embargo, estaban tan conformes y tan en armonía con su voluntad de hombre esencialmente plena de caridad divina, y con el mismo amor divino que el Hijo tiene en común con el Padre y el Espíritu Santo, que entre estos tres amores jamás hubo falta de acuerdo y armonía.

A menos que uno reflexione bajo la luz que emana de la unión hipostática y sustancial, y bajo la luz que procede de la Redención del hombre, que complementa la anterior, podría parecer a algunos escándalo y necedad el hecho de que el Verbo de Dios tomara una verdadera y perfecta naturaleza humana y se plasmara y aun, en cierto modo, se modelara un corazón de carne que, no menos que el nuestro, fuese capaz de sufrir y de ser herido.

Pero, en perfecta concordia con la Sagrada Escritura, el Credo, y también otros Símbolos de la Fe, nos aseguran que el Hijo Unigénito de Dios tomó una naturaleza humana capaz de padecer y morir, principalmente por una razón: el Sacrificio de la cruz, donde El deseaba ofrecer el sacrificio que completa la obra de la salvación de los hombres.

[Pío XII. Adaptación del n. 12 de su Encíclica Haurietis Aquas]

16.4 Km !

La caminata más larga que he hecho en Dublín ha sido de 16.4 Km, desde mi convento hasta el puerto de Howth. Este es el mapa:


View Larger Map