Comunion y Comunidad, 03 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 3 de 10: Sobre prejuicios y racionalizaciones.

– Las exclusiones sobreviven en el tiempo sostenidas por racionalizaciones, es decir, explicaciones que con apariencia de verdad justifican una postura que ha adquirido fuerza de costumbre.

– Racionalizar resulta sencillo y como espontáneo porque todos tendemos a la inercia, esto es: nos gusta tener un mapa fijo de quiénes son amigos y quiénes enemigos. Al obrar así, por supuesto que nos perdemos de abundantes riquezas humanas y de incontables bendiciones que Dios quería darnos.

– Vencer la racionalización implica ponerse en la búsqueda seria de qué es lo verdadero, más allá de lo aparente, lo popular, o lo acostumbrado. Ni lo antiguo por antiguo, ni lo nuevo por ser nuevo.

– Para superar el prejuicio se requiere también una apertura profunda al Espíritu Santo de Dios, y clara conciencia de que Cristo está realmente presente entre nosotros, de modo tal que tratemos todo lo de la Comunidad como tratamos la presencia eucarística del Señor.

Ciencia (02)

La ciencia que se aparte de la justicia más que ciencia debe llamarse astucia. – Marco Tulio Cicerón

La ciencia humana consiste más en destruir errores que en descubrir verdades. – Sócrates

La ciencia no me interesa. Ignora el sueño, el azar, la risa, el sentimiento y la contradicción, cosas que me son preciosas. – Luis Buñuel

La ciencia no sirve sino para darnos una idea de cuan vasta es nuestra ignorancia. – Félecité de Lamennais

La ciencia, a pesar de sus progresos increíbles, no puede ni podrá nunca explicarlo todo. Cada vez ganará nuevas zonas a lo que hoy parece inexplicable. Pero las rayas fronterizas del saber, por muy lejos que se eleven, tendrán siempre delante un infinito mundo de misterio. – Gregorio Marañón

Comunion y Comunidad, 02 de 10

Comunion y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 2 de 10: Dos verbos fundamentales: diferenciar y excluir.

– Lo contrario de comunidad es división. Pero no toda división hace daño. Hay diferencias que enriquecen y también polarizaciones que destruyen. ¿Cómo distinguir unas de otras?

– El proceso que se ha dado a menudo es pasar de excluir a no diferenciar. Así se ha pasado del machismo a la ideología de género; o del racismo a la pretensión de que toda las razas son iguales en todo; o de las diferencias de clase al comunismo.

– Una verdadera respuesta es quitar las exclusiones injustas y afirmar las diferencias legítimas. Lo uno y lo otro lo aprendemos a la luz del plan del Creador.

– Las exclusiones injustas todas brotan del corazón humano. El botón de excluir lo tenemos todos y está siempre conectado con el motor de la afirmación idolátrica del propio yo. La única respuesta genuina es darle el lugar del trono a Cristo.

Comunion y Comunidad, 01 de 10

Comunión y comunidad en Cristo. Retiro espiritual en el Monasterio de las Dominicas de Lerma. Tema 1 de 10: Introducción – Una visión general de familia y comunidad en la Biblia.

– En la Escritura no son numerosos, ni mucho menos, los ejemplos de familias unidas o felices. Muchos de los grandes personajes provienen de situaciones “disfuncionales;” pero Dios está más allá de la disfuncionalidad.

– No hay una receta para saber qué tan sanos (física, mental o emocionalmente) hemos de estar, en orden a ser santos. Dios en parte quiere “transformarme” y en parte “ubicarme;” lo que es impedimento en un algún caso puede ser incluso ventaja en otro.

– Dentro del caminar del pueblo de Dios como pueblo destacan algunos grupos: los ancianos, que son testigos de las maravillas de Dios; los profetas, amigos de Dios que alcanzan a discernir sus planes; los reyes, ungidos para la unidad y el avance en fidelidad a la alianza.

Grandeza de la libertad

17. La orientación del hombre hacia el bien sólo se logra con el uso de la libertad, la cual posee un valor que nuestros contemporáneos ensalzan con entusiasmo. Y con toda razón. Con frecuencia, sin embargo, la fomentan de forma depravada, como si fuera pura licencia para hacer cualquier cosa, con tal que deleite, aunque sea mala. La verdadera libertad es signo eminente de la imagen divina en el hombre. Dios ha querido dejar al hombre en manos de su propia decisión para que así busque espontáneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a éste, alcance la plena y bienaventurada perfección. La dignidad humana requiere, por tanto, que el hombre actúe según su conciencia y libre elección, es decir, movido e inducido por convicción interna personal y no bajo la presión de un ciego impulso interior o de la mera coacción externa. El hombre logra esta dignidad cuando, liberado totalmente de la cautividad de las pasiones, tiende a su fin con la libre elección del bien y se procura medios adecuados para ello con eficacia y esfuerzo crecientes. La libertad humana, herida por el pecado, para dar la máxima eficacia a esta ordenación a Dios, ha de apoyarse necesariamente en la gracia de Dios. Cada cual tendrá que dar cuanta de su vida ante el tribunal de Dios según la conducta buena o mala que haya observado.

[Constitucion Gaudium et Spes, del Concilio Vaticano II, n. 17]

Opcion y Vida

opcion y vida
“Optar por la vida siempre es un compromiso humano y divino; Vida desde su concepción hasta su muerte natural, Vida digna, Vida en Jesús…” Click!

Lectura teologica de una obra de arte: Crucifixion de Matthias Grunewald

Crucifixion
“Este cuadro de la Crucifixión es el más conmovedor de toda la cristiandad, se encontraba en un convento en el que eran atendidos los hombres que eran víctimas de las terribles epidemias que azotaban a la humanidad en occidente en la Baja Edad media. El crucificado está representado como uno de ellos, torturado por el mayor dolor de aquel tiempo…ante esta imagen rezaban los monjes, y con ellos los enfermos, que encontraban consuelo al saber que Cristo había sufrido con ellos…” Click!

VI-F. Mujeres que merecen elogio

247. Es don del Señor la mujer silenciosa, no tiene precio la bien educada. Gracia de gracias la mujer pudorosa, no hay medida para pesar a la dueña de sí misma. Sol que sale por las alturas del Señor es la belleza de la mujer buena en una casa en orden. (Sir 26,14-16)

248. Mujer buena es buen partido que recibe el que teme al Señor: sea rico o pobre, estará contento y tendrá cara alegre en toda sazón. (Sir 26,3-4)