Mosul es una de las ciudades de Irak más golpeadas por el llamado “Estado Islámico.” En lo más duro de la persecución, 120.000 familias cristianas tuvieron que huir durante una noche simplemente para evitar ser masacradas, violadas o torturadas por los extremistas. Cuando el papa habla de una “Iglesia Mártir” está usando las palabras justas…
Mosul es parte del itinerario del Papa Francisco en su viaje a Irak. No para reclamar venganza sino para sembrar esperanza; no para proclamar una guerra sino para aclimatar la paz.
En este aspecto de su pontificado no podemos sino admirar y agradecer lo que está haciendo nuestro Papa, mientras seguimos pidiendo a Dios por su integridad física y por la eficacia sobrenatural de su esfuerzo.