“Anawin” es un término tomado de la lengua hebrea antigua para indicar a los pobres. Pobres de todo, pero especialmente, desprendidos de sí mismos y de los ídolos del mundo. Pobres también por haber sido excluidos y porque han aprendido a no poner su confianza en las riquezas y poderes de este mundo. Son al mismo tiempo los despreciados por el mundo y los que no le creen al mundo. Los poderosos los ven con incomodidad y fastidio pero ellos a su vez, mientras peregrinan por esta tierra, se saben ciudadanos de otra parte (véase Carta a los Hebreos, capítulo 11, especialmente los versículos 32 al 38).
Vivir la Navidad Anawin significa entonces varias posibilidades, todas preciosas ante los ojos de Dios.
1. Es la Navidad que tendrá la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, secuestrada desde comienzos del año 2017 por un grupo extremista musulmán en Malí, África. Muchos estamos rogando todos los días por su liberación pero también para que el señor le conceda consuelo y fortaleza, y una fe que sea testimonio frente a los enemigos de Cristo. Y como este bendita religiosa, tantos que están sufriendo por el Nombre de Cristo
2. Es la Navidad que pasarán muchos sin techo, migrantes, enfermos abandonados, niños maltratados o esclavizados. Damos gracias a Dios por atntas personas que con buen corazón dejan brotar su generosidad en favor de estas personas pero también clamamos consuelo y ternura para los que reciben nada o demasiado poco!
3. Es la Navidad de muchos misioneros, lejos de sus hogares y su cultura, gastándose con valor por Cristo, aliviando dolor y llevando el testimonio del amor divino a los últimos rincones de la tierra. Es también la viva experiencia de tantos monjes y monjas de clausura que en la sobriedad de un claustro frío ofrecen el calor de su pecho al Recién Nacido.
¡Feliz Navidad! ¡Feliz Navidad Anawin!