Este sencillo testimonio me llenó de alegría

Querido Padre, gracias a su evangelización me ha dado la inquietud de servir en la Iglesia aquí en Karlsruhe-Alemania. Mi servicio es llevar el Santo Rosario todos los Sábados en la tarde antes de la misa. Por supuesto que me temblaban las piernas de los nervios y además tengo que leer todo el rosario porque no me lo sé de memoria en alemán. Dé mi testimonio que desde que estoy haciendo este servicio he sentido un gozo que no tenía antes, estoy muy contenta a pesar de los días tan grises típicos en Europa. Para las personas que sufren de depresión yo les aconsejaría hacer un servicio en la Iglesia, hay muchos.

Dios lo bendiga,

Alba