La Pascua en nuestros tiempos
* Cuando alguien muere a veces se dice que el difunto ya tuvo su Pascua. Esa manera de hablar es desafortunada:
(1) porque nunca hay certeza de que el alma de esa persona está ya en el Cielo y además…
(2) porque la plenitud de la Pascua implica la plenitud de la victoria de Dios sobre nosotros y nuestra muerte corporal. Pero solo con la Resurrección de la Carne se puede hablar de una plenitud de la Pascua. Otra razón sería…
(3) porque nuestra Pascua tiene que ser todos los días y no podemos esperar a la muerte.
La Pascua es completa sólo en Nuestro Señor Jesucristo y en María Santísima.
* ¿Cómo se vuelve nuestra vida Pascua? Cada día ha de ser paso de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad y de la muerte a la vida. Cada vez que nos vencemos a nosotros mismos avanzamos la vivencia de la Pascua. Pero ensanchemos la visión:
(1) Fijémonos cómo la Virgen amplía su mirada y Ella sale de sí misma. En el Magnificat vemos que María es consciente del entorno donde vive. Su mundo es grande y ve actuar al Señor a gran escala. La manera que tiene la Virgen de intervenir en nuestro mundo no es a través de mensajes prefabricados de supuestos videntes que son ajenos a la sociedad actual. En Caná, Ella se da cuenta que falta vino. Está pendiente y despierta a la necesidad de la gente.
(2) Por ello, estar sellados por la Pascua no consiste en estar obsesionados en una perfección individualista. ¿Qué significa una vida marcada por la Pascua en el día de hoy? Descubrimos un Combate Espiritual. Un Combate que tiene cuatro dimensiones: Anestesiar, Reprimir-Perseguir, Reducir y Disecar. Hay un lado muy oscuro en este Combate que no deja de ser lógico porque se trata de pasar de las tinieblas a la luz, de la esclavitud a la libertad y de la muerte a la vida. Descubriremos mi Pascua/nuestra Pascua cuando aprendamos a salir de las oscuridades a base de empujar todos juntos la Pascua de Cristo.
+ Anestesiar.
El demonio quiere que estemos distraídos, adormilados e incapaces de darnos cuenta de lo que pasa. Varias maneras de anestesiar:
– Normalizar: todo es normal, que es lo que se llama reingeniería social: modos de cambiar valores y compartimientos a gran escala. Hay varios recursos:
(i) Guerra semántica que manipula las expresiones, emociones y sentimientos; usan términos que no existen, exclusiones ficticias y discriminaciones falsas sin derechos previos.
(ii) Humor es otro recurso que se usa para normalizar pero antes de las batallas dialécticas. El amanerado lejos de ser repulsivo ahora pasa a ser un tipo gracioso. Las celebridades haciendo actos homosexuales producen efecto normalizador en la gente.
– El sofisma del progreso: se formulan falsos argumentos para “probar” que lo que viene del pasado se debe superar y olvidar solo por ser del pasado. La gente se excusa de razonar por el sofisma de los ciclos (es cuestión de modas que se repiten).
+ Reprimir-Perseguir: Sucede de varias maneras (7):
– Con Violencia Directa o Terrorismo. Es el caso de Boko Haram en Kenia, del Fundamentalismo Islámico en Irak, Siria, etc., con ISIS donde miles de cristianos están siendo torturados y martirizados.
– Exclusiones.
(i) Exclusiones macro. Se trata desde los gobiernos de amordazar y silenciar la Iglesia
(ii) Exclusiones micro. En la Pastoral Juvenil, cuando los jóvenes resultados excluidos por ser diferentes a la mayoría de la juventud.
(iii) Exclusiones académicas. Algunos teólogos españoles heterodoxos y muy reconocidos mundialmente han hecho que los teólogos ortodoxos se sientan excluidos y callen por miedo a lo que dirán. Se vuelven cómplices y cobardes.
– Manipulación arbitraria de derechos y libertades. La libertad de conciencia y la libre expresión pueden entrar en colisión. Esos dos derechos colisionan y ¿quién dirime? La justicia, aparentemente. Siempre hay un derecho para atacarte y siempre hay un derecho que tú estás rompiendo. Llegará el momento que parece que no tenemos ninguna protección.
– Distorsión de la Historia. Con calumnias y mentiras se infiltran con el mayor descaro aprovechándose la ignorancia popular.
– Propaganda negativa. Como hicieron los nazis con los judíos.
– Ridiculización de la Iglesia. Con ciertas películas difamatorias es bastante común.
– Amenazas legales. Se hace para evitar que salgan a la luz temas importantes incluso dentro de la iglesia por considerarla un lugar público.