* El ser humano tiene una enorme capacidad para esconderse de otros así como para engañarse a sí mismo. Por afán de protegernos, o por miedo, o por intereses que nos avergüenza o no nos conviene reconocer, convertimos nuestras vidas en laberintos donde nosotros mismos nos perdemos.
* A través de algunas dinámicas y reflexiones sencillas es posible palpar algunas de las opciones que, a veces de modo inconsciente, vamos tomando y que responden a la pregunta: ¿dónde está tu corazón?
[Hay algunas predicaciones relacionadas en este enlace.]