Como un hermoso sueño fue el encuentro con Kejaritomene. Ha habido dificultades, cansancio, dudas, principios de división. Somos realistas. Pero ha habido, y mucho más: generosidad, oración, espíritu de fraternidad y de superar las limitaciones. No voy a olvidar fácilmente esa Novena y esa celebración de la Santa Misa.