[Predicación en el Cuarto Congreso de la Divina Misericordia, de la Arquidiócesis de Chicago.]
Tema 6 de 6: Pecadores Redimidos
* La miseria más grande del ser humano, que sirve por ello mismo de ocasión para la manifestación más grande de la misericordia divina, es el pecado.
* Nuestro pecado es el sello de la ceguera que nos impide ver quién nos ama de verdad; es el rastro que deja nuestra idolatría; es el lenguaje de crueldad con que privamos a los demás de los bienes que deberíamos haberles compartido, empezando por nuestro propio tiempo y talentos.
* En el despertar del arrepentimiento y en la paz que trae el perdón Dios devuelve el orden y la posibilidad de un futuro a nuestra vida. Si el pecado excluye, la misericordia llama y acoge. No acoge para dejar al pecador en su pecado pero sí acoge para hacer posible un camino, de modo que, si tu nombre es “pecador” que tu apellido sea “redimido.”