[Predicaciones en el XXXVII Retiro Latinoamericano de Sacerdotes en La Ceja, Antioquia (Colombia), en Agosto de 2013.]
Tema 2 de 7: Bienaventurados los inconformes
* Los satisfechos de sí mismos y de su mundo no se ponen en movimiento; no lo necesitan. Si se les invita a convertirse, manifiestan extrañeza o enojo. Sólo los inconformes ven el sentido e incluso la urgencia de un cambio real en sus vidas.
* En ese sentido, y en principio, la inconformidad es una gracia, una especie de “gasolina” que puede ponernos en marcha hacia un encuentro renovado con Dios.
* Pero existe el peligro de que esa gasolina se desperdicie en caminos estériles: compensaciones; rebeldía; racionalizaciones; cinismo; desesperación.
* Sin embargo, si uno no cae en esas trampas, avanza en el conocimiento de sí mismo y por un camino de humildad, y de saberse conocido, se llega a una experiencia de gracia, regalo, abundancia. Una dulce y firme sensación de llegada a puerto, y de solidez alcanzada hace posible que se renueve la fe.