[Predicación para un grupo de parejas, en la Parroquia de María Reina, en Guayaquil, Ecuador. Septiembre de 2012.]
* Si estamos en las manos de Cristo estamos firmes y seguros. esa es una buena noticia pero debemos preguntarnos si nos hemos acercado a él, o si lo hemos recibido cuando ha querido venir.
* Recibir a Cristo es acogerlo en lo profundo del alma, en ese espacio personalísimo que llamamos nuestra conciencia y que es como un santuario interior.