Yo entiendo que cada Avemaría, cada saludo a la Virgen, es un nuevo latido de un corazón enamorado.
Deseo de todo corazón que, por la misericordia de Dios, El -a pesar de tus pecados (¡nunca más ofender a Jesús!)- te haga “vivir habitualmente esa vida dichosa de amar su Voluntad”.
En el servicio de Dios, no hay oficios de poca categoría: todos son de mucha importancia. -La categoría del oficio depende del nivel espiritual del que lo realiza.
¿No te da alegría esa certeza, segura, de que Dios se interesa hasta de las más pequeñas cosas de sus criaturas?