Un “Salmo 151”

Hola Fray Nelson:

Como pasatiempo y en épocas especiales de mi vida, me gusta escribir… una vez una amiga en Jesús me propuso que le escribiera algo a Dios. El siguiente fué el resultado:

Mi Salmo 151

Ante mi tengo mis palmas extendidas,
ofreciéndote en ellas todo mi corazón,
cantándote con alegría,
sintiendo perder la razón.

Luego mi corazón salta de felicidad,
pues tu gracia sobreabunda en mi ceguedad,
tus manos heridas con tierna bondad,
limpian mi alma de toda maldad.

Tu sangre bendita siento correr,
tu sangre que limpia todo mi ser,
tu cuerpo me abraza y siento calor,
tu Espíritu me quema, ardo de amor.

Todo es alegría, y muero esperando,
mi alma te alaba donde estés tu,
mis oídos se abren y se oyen cantos,
mis ojos se abren y ven a Jesús.

Autor: Pedro Rozo