Considero que es mi deber hacer un llamado respetuoso a todos para que, en el tiempo oportuno según cada lugar, reciban las dosis correspondientes de la vacuna contra COVID-19. Me mueve simplemente ver el nivel de dolor que han de padecer tantos en la sociedad por la pérdida de sus seres queridos; por las angustias de quienes saben que sus parientes están en condiciones extremas; por el cargo inhumana de trabajo que soporta el personal de la salud; por las secuelas que quedan en algunos que superan la enfermedad (he conocido casos). Por todo ello, y siempre respetando la conciencia de todos, invito a recibir las dosis necesarias contra esta dura pandemia. Dios bendiga a todos.