Padre Nelson, ¿Qué es lo que creen los Adventistas, cultos en ciudades pequeñas de nuestro país (Colombia)? Es que supuestamente usan nuestra biblia… — G.B.P.
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Información muy clara de catholic.net:Los adventistas consideran a las Sagradas Escrituras como la base de su fe y su moral, pero al interpretarlas las toman tan a la letra que se les ha llamado “Los más fundamentalistas de los fundamentalistas”.
Aunque su estudio sea sincero y reverente, los criterios de lectura y de interpretación que siguen los conduce a posiciones inhumanas so pretexto de ser fieles a Dios, y hacen que se conduzcan bajo el imperio de la letra antes que bajo la conducción del Espíritu. Por eso su insistencia fallida en la fecha de la venida de Cristo o la observancia del sábado.
El especial “camaleonismo” de esta secta y su astucia a la hora de infiltrarse en ambientes tanto católicos como evangélicos, ha causado el que algunos hayan caído en el error de considerarla una iglesia protestante más.
Igualmente, su explicación acerca del sacrificio expiatorio de Cristo, que ya no es para ellos la muerte del Señor en la Cruz, ni la intercesión del Resucitado en el cielo, sino el paso que, dicen, hizo Jesús en 1844 hasta el lugar santísimo, para “completar y perfeccionar así su expiación.” La visión de Hiram Edson es para ellos de suma importancia, a pesar de carecer de fundamentos bíblicos.
Son asiduos lectores de las Sagradas Escrituras, lo cual es muy bueno, pero ignoran totalmente los pasajes Bíblicos que no concuerdan con sus ideas.
Su escatología niega tanto la inmortalidad del alma como la existencia del infierno. Se caracteriza, en lo relativo a la Segunda Venida de Cristo, por un anuncio errático y casi enfermizo de la fecha del fin del mundo.
No está menos gravemente apartada del cristianismo la soteriología de los Adventistas. Por un lado, promete la salvación a aquellos que obedezcan ciegamente una serie de consignas judaizantes como guardar el sábado, seguir una dieta pseudo-levítica, etc. y, por otro, contradice las doctrinas acerca de la expiación defendidas por todos los credos cristianos.
Para los adventistas, Cristo realizó una expiación en varias fases, no teniendo lugar la misma en la cruz sino en el año 1844, año de incumplimiento de una de sus muchas profecías falsas. No debe olvidarse que en esto, como en los otros aspectos, los adventistas son abiertamente sectarios.
Para la iglesia adventista es dogma el hecho de que las revelaciones de Ellen G. White son inspiradas por Dios y de la misma autoridad que la Biblia (otra característica indubitable de las sectas), y esto pese a que está fuera de discusión el carácter erróneo de las mismas.
Su concepción de iglesia excluye a las demás confesiones cristianas. En particular, respecto a la Católica se muestran agresivos y colman de improperios al Papa y a la Jerarquía.
A la Iglesia Católica la llaman la “Ramera” del Apocalipsis. A las demás iglesias protestantes las llaman la “hijas de la Ramera”.
Los sábados, que comienzan a las 6 de la tarde del viernes, según el rito judío, tienen estudio bíblico y el culto semanal a base de lecturas, predicación, cantos, oraciones e invocaciones a Dios.
Oran por los enfermos y acostumbran la imposición de manos. No tienen jerarquía. La congregación elige a sus pastores, ancianos y diáconos, y estos designan a los encargados de numerosos ministerios.
Afirman que el hombre no es cuerpo y alma, sino que es un “alma viviente”. Afirman que cuando el hombre muere, ya no existe más, su alma no está en el cielo (ni en otro lugar). Dicen que el juicio final empezó en 1844.
En el día de la Resurrección, afirman que Dios va a “re crear” a los justos para llevarles al cielo. Quedarán ahí por mil años. Después, el diablo será soltado y los malos resucitarán. Jesús destruirá al diablo y sus seguidores por fuego.
Los justos -La Nueva Jerusalén- bajarán del cielo para vivir eternamente en la tierra. Los malos no recibirán una existencia, sino que serán aniquilados. Es una inmortalidad condicional. Sólo los buenos la reciben.
Los adventistas confunden la destrucción con la aniquilación, algo contrario a la palabra que la Biblia usa en griego. Los textos bíblicos de Mt 8, 11-12 y 10, 28; y Jn 3, 36;; Ap 14, 9-11 refutan la enseñanza de la aniquilación eterna.
Los adventistas han cambiado en la Biblia la numeración de los Diez Mandamientos. Por eso, a un católico sin cultura religiosa, es fácil que lo engañen diciendo que la Iglesia católica es la que los ha cambiado.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día es una de las pocas iglesias y grupos sectarios que practican un tipo de lavatorio de los pies. Los adventistas creen que el arcángel Miguel era Jesús en forma de ángel. Ellos -al contrario de los testigos de Jehová- creen que Jesús es Dios, que forma parte de la Trinidad.
La revista mensual en español de la iglesia Adventista se llama Enfoque de los Tiempos.
Sus obras misioneras utilizando cualquier medio de comunicación, las sostienen con los diezmos que aportan rigurosamente. Son defensores asérrimos del pago del diezmo, entendido como el 10% de los ingresos del salario, apegándose demasiado a algunos textos del Antiguo Testamento que no se aplican desde el Nuevo.
Al respecto hablan de la “mayordomía cristiana” y enseñan a administrar para el Señor los bienes materiales y el tiempo.
Dicen los adventistas que el hombre salvado por Cristo debe observar los mandamientos de la ley, y las bienaventuranzas, pero que ha de complementar esas practicas con ciertas normas naturísticas como son: abstenerse de bebidas alcohólicas, de alcaloides como el café y el té, del tabaco y del consumo de carne de cerdo. Fomentan los usos vegetarianos.
Es una organización eficiente en sus finanzas y estructuras, muy al estilo norteamericano.