Los tentáculos del aborto

“Detrás del negocio primario del aborto se halla un mar insondable de tráfico de órganos, despieces inhumanos y sufrimiento de los bebés. Los cuerpos de los bebés son troceados y destinados a experimentación. En ocasiones aguantan horas fuera del útero con vida mientras son manipulados…”

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LA BIBLIA – Día 204 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 204 de 365

Esdras 9–10
Proverbios 25,15-28
Efesios 6

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

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Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

¿Cómo era la vida en las “reducciones” que tuvieron los Jesuitas?

Urbanismo de las reducciones

El orden de las diversas reducciones era prácticamente idéntico en todas el mismo, también en lo que se refiere al urbanismo. La iglesia, el corazón del poblado, con media docena de campanas al menos, solía ser de piedra, al menos la parte inferior, y sumamente grandiosa, como puede comprobarse hoy al observar sus imponentes ruinas. Su fachada se abría a una gran plaza, de unos 100 por 130 metros, rectangular, rodeada de árboles, con una gran cruz en sus cuatro ángulos, una fuente y la estatua de la Virgen o del patrón alzada sobre columna. Cerraban la plaza los edificios públicos, ayuntamiento, escuela, vivienda de los padres, talleres artesanos, graneros y almacenes, asilo y hospital, casa de viudas, y tras la residencia de los padres una huerta y un gran jardín botánico, de mucha importancia para la selección de semillas y aclimatación de especies.

De la plaza, trazadas a cordel, salían las calles, y en filas paralelas se ordenaban las casas de los guaraníes, cosa común a las ciudades hispanas de América. Manzanas de seis o siete casas quedaban unidas por pórticos, que protegían del sol y de la lluvia; por estas galerías podía recorrerse a cubierto toda la ciudad.

Los jesuitas, no pocos de ellos procedentes de ilustres familias europeas o criollas, hicieron con los indios de albañiles, carpinteros, tejeros y arquitectos. En fin, los visitantes que llegaban a las reducciones, después de días de camino por lugares agrestes y selváticos, quedaban realmente asombrados al ver, sobre todo, aquellas iglesias, algunas, como la de Santa Rosa o la de Corpus, verdaderas catedrales, los edificios sin duda más hermosos de toda la región del Plata.

Gobierno interior

En la comunidad reduccional los caciques, que en cada poblado eran 20 o 30, tuvieron al comienzo bastantes atribuciones, pero poco a poco fueron relegados a la condición decorativa de nobles, en tanto que se desarrolló una organización electiva de todos los cargos y ministerios. Los cargos en general solían ser anuales, de modo que se veían frecuentemente renovados. El Corregidor, en cambio, era autoridad constituída por cinco años, y sólo el Superior general de la federación de reducciones, jesuita, podía deponerle. Con él, venía en importancia el Cabildo o consejo elegido, compuesto de alcaldes, fiscales y otros ministros. El Cura, jesuita, asistía, hacía observaciones, que normalmente eran acogidas, y tenía en ciertas cuestiones un poder que podríamos llamar de veto, pero en general su mayor trabajo era asistir a los indios para que asumieran sus responsabilidades y las ejercitaran.

Piensa Lugon que «es por las elecciones y por el ejercicio de las funciones públicas por lo que los guaraníes adquieren un sentimiento tan vivo de su autonomía nacional y de su responsabilidad frente al bien común» (62). En realidad, aquella gran autonomía que, respecto de las autoridades civiles y eclesiásticas locales, habían conseguido de la Corona las reducciones, ocasionó en éstas muchas ventajas, pero dió lugar también a no pocas sospechas y odiosidades. En todo caso, es evidente que en el régimen comunitario de las reducciones una de las claves más decisivas fue precisamente el aislamiento del mundo hispano americano. Los indios, por este aislamiento autónomo, no sólamente se vieron libres de muchos vicios y tentaciones, escándalos y abusos, sino que también tuvieron ocasión de cobrar conciencia nacional, identidad propia de pueblo guaraní, directamente vinculado a la Corona española.

En todo caso, como decía el padre Cardiel, «todo este concierto es instituído por los Padres: que el indio de su cosecha no pone orden, economía ni concierto alguno. El Padre es el alma de todo: y hace en el pueblo lo que el alma en el cuerpo. Si descuida algo en velar, todo va de capa caída. Dios nuestro Señor, por su altísima providencia, dio a estos pobrecitos indios un respeto y obediencia muy especial para con los Padres; de otra manera era imposible gobernarlos» (70-71).

Por lo demás, ya entonces, como ahora, había intelectuales progresistas que, a mil o diez mil kilómetros de distancia, sin haber pisado jamás la selva, ni conocer siquiera sea de vista a los indios guaraníes, «decían que todo este gobierno era errado», que aquellos indios para hacerse realmente adultos necesitaban tener sus propiedades privadas, su trato con los españoles y su capacidad libre de comerciar; «y los Padres sólo enseñar la Doctrina cristiana».

A lo que responde Cardiel: «Qué más quisiéramos nosotros, que poder conseguir esto, por estar libres de tanto cuidado temporal. Muchas pruebas se han hecho para conseguir algo de esto en diversos tiempos: mas nada se ha podido alcanzar. Si estos indios fueran como los españoles, o como los indios del Perú y Méjico, que antes de la conquista vivían con gobierno de Reyes y leyes, con economía y concierto, con abundancia de víveres, adquiridos labrando sus tierras, en pueblos y ciudades: si fueran de esta raza, casta y calidad, se podía decir eso. Pero son muy diversos. Eran en su gentilismo fieras del campo como se ha dicho. La experiencia ha mostrado que el cultivo de 150 años, que ha que empezaron sus primeras conversiones, sólo ha podido conseguir el amansarlos y reducirlos a concierto, como se ha dicho, de que se admiran mucho los Obispos y otros, considerando lo que eran, teniendo por mucho lo que se ha hecho y conseguido» (92).

Téngase, por lo demás, en cuenta que los mismos jesuitas usaban por esos años de una pedagogía pastoral muy diversa en otras regiones de América, lo que demuestra que la política seguida en las reducciones guaraníes no procedía tanto de principios ideológicos de la Compañía de Jesús, como de la necesidad impuesta por la misma realidad de aquellos indios.

Economía

Siguiendo las instrucciones primeras del padre Torres, las reducciones se centraron económicamente en la agricultura y la ganadería. Los indios hasta entonces conocían sólo un cultivo itinerante: quemaban parte del bosque, se establecían unos años en esas tierras, hasta que las abandonaban al perder la fertilidad. En cambio en las reducciones pudieron perfeccionar mucho la agricultura, no sólo el uso de arados y animales de tracción, sino con la diversificación de cultivos, entre los cuales sobresalió la yerba mate. También la ganadería alcanzó también un desarrollo muy notable en cantidad y calidad, marcando la fisonomía del país hasta nuestros días.

Yapeyú, por ejemplo, llegó a tener más de 200.000 cabezas de ganado. De este modo, el autoabastecimiento era prácticamente completo, y la dieta media de los indios bastante superior a la del mundo circundante. El jesuita José Cardiel da cuenta de las estancias inmensas de ganado, y prevé que para quien no haya conocido directamente las reducciones todos esos datos le parecerán increíbles: «se le hará imposible estancia de cincuenta leguas [unos 280 kilómetros]: gasto de diez mil vacas al año en un pueblo de mil setecientos vecinos: precio de ellas de solo tres reales de plata, etc. Pero es otro mundo aquél. La misma admiración nos causaba a nosotros a los principios. O pensará que las vacas son chicas como carneros: y otras cosas a este modo. Son tan grandes como las de España, o más. Ni las leguas son chicas. Las estancias de Yapeyú [50 leguas por 30] y San Miguel [40 por 20] son las mayores [y a ellas llevaban ganado de varias reducciones]; las demás son de ocho, diez, o a lo más veinte leguas de largo» (79).

Con todo esto, en opinión del francés Clovis Lugon, «ninguna región de América conoció en la época una prosperidad tan general ni un desarrollo económico tan sano y equilibrado» (92), y eso que la jornada laboral con horas limitadas -más reducida en el caso de labores más penosas-, ya se había establecido en las reducciones, con una anticipación de dos o tres siglos respecto de los países más adelantados del Occidente.

Por lo demás, el régimen económico era mixto, privado y comunal, tanto en la propiedad como en el trabajo, tanto en la agricultura como en la ganadería. Muchos europeos y criollos veían mal este excesivo comunismo establecido por los jesuitas, y a veces éstos pretendieron modificarlo en algo, como en la posesión de ganado, pero sin éxito. El padre José Cardiel, escribe: «Hemos hecho en todos tiempos muchas pruebas para ver si les podemos hacer tener y guardar algo de ganado mayor y menor y alguna cabalgadura, y no lo hemos podido conseguir».


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

ROSARIO de las Semanas 20200722

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA 2020/07/23 La palabra de Cristo no es aplastante

La palabra de Cristo no es aplastante, no se impone; deja un espacio para tu negación o rebeldía. Pero si das un pequeño paso en la fe toda tu vida empieza a adquirir sentido.

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LA BIBLIA – Día 203 de 365

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 203 de 365

Esdras 7–8
Proverbios 25,1-14
Efesios 5

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.

Si el Reino del Norte (Israel) fue extinguido, ¿cómo dice Cristo que reunirá a las ovejas de Israel?

Buen día padre, tengo una duda. Si en la época de Roboam el pueblo de Dios se dividió en dos: Israel (reino del norte) y Judá (reino del sur) y después prácticamente desapareció el reino del norte, por qué Jesús habla de las ovejas perdidas de Israel. Gracias por su respuesta y Dios lo bendiga. — S.B.

* * *

Conozco dos explicaciones, ambas muy bellas, sobre el uso del nombre de Israel en tiempos de Jesús.

1. Debe tenerse en cuenta que el pueblo elegido, el pueblo de Dios, utilizó muchos nombres para referirse a sí mismo para destacar distintos aspectos de su propio ser. Por eso encontramos textos en los que se habla de José, que fue uno de los hijos de Jacob, o se habla de Efraín, que fue uno de los hijos de José, o se habla de Israel, que es otro nombre para el mismo Jacob. Con frecuencia estos distintos nombres hacen alusión a la cercanía del amor de Dios por Jacob y su descendencia. Así que al referirse a Israel, posiblemente Jesús estaba haciendo alusión al conjunto del pueblo elegido, que se hallaba disperso, como él mismo dice: “ovejas sin pastor.”

2. Por otra parte sabemos que el nombre de Israel es ambiguo porque puede referirse al conjunto del pueblo, en cuanto que Jacob e Israel denotan a la misma persona, o puede referirse estrictamente al reino de Israel, el reino del Norte. Si Jesús quería hacer referencia al reino del Norte, su manera de hablar también tiene un gran significado; en efecto, en los anuncios de los Profetas se hablaba de la restauración del Reino del Norte; así por ejemplo en Ezequiel 36. Esta restauración parecía imposible a ojos humanos porque la invasión del imperio Asirio había provocado prácticamente la extinción del Reino del Norte; pero Dios anuncia por medio de Ezequiel, y también a través de otros profetas, que realizará esa maravillosa restauración. Se trata claramente de un anuncio mesiánico y escatológico, referido a los últimos tiempos y a la victoria decisiva de Dios. Así pues, cuando Cristo habla de buscar a las ovejas perdidas de Israel, está también declarando que han llegado esos tiempos últimos y definitivos.

ROSARIO de las Semanas 20200721

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]