Oración y penitencia en la vida de Pedro Claver

Oración y penitencia

Una vida así, llevada sin descanso durante cuarenta años, parece cosa increíble, no tiene explicación humana, es un milagro diariamente sostenido. Efectivamente, la vida de San Pedro Claver es una prodigiosa manifestación continuada del amor de Cristo a los hombres: Cristo estaba en Pedro amando a los hombres de modo sobrehumano, porque Pedro había muerto totalmente a sí mismo, y dejaba que Cristo se manifestara y actuara plenamente en él. Esa es la clave de Claver, como la de todos los santos.

San Pedro Claver podía realizar esa milagrosa entrega diaria de caridad no a pesar de las horas que pasaba cada día con Cristo en oración, sino precisamente por ello.

«Todos los días -dice el hermano Nicolás- tenía continuadas cinco horas enteras de oración antes de salir a los ministerios, porque tomaba un ligero sueño al principio de la noche, y de las doce a la una se levantaba a gozar, como él decía, del silencio y quietud que Dios le daba, cuando todos dormían, y se ponía en oración hincado de rodillas o postrado en el suelo… y perserveraba de esta manera en la oración hasta que la tenían todos en la comunidad, empezando a la una y acabando a las seis de la mañana». El mismo hermano informa que «a veces se iba al coro, con más frecuencia quedaba en su cuarto». Solía orar sobre los salmos o el evangelio, y cuando la meditación era sobre el evangelio, abría la Vita Christi del padre Ricci, y ponía sus ojos sobre la estampa que ilustraba el pasaje. Siete testigos del Proceso afirmaron haberle visto en éxtasis.

San Pedro Claver podía realizar esa milagrosa entrega diaria de caridad no a pesar de las grandes penitencias con que se castigaba, uniéndose a la pasión del Crucificado, sino precisamente por ello.

El hermano Pedro Lomparte afirmó que el padre Claver «tenía un cilicio por todo el cuerpo de la cintura para arriba, como un hombre armado, y esto aun enfermo». El hermano Nicolás dice lo mismo: «Tan estrecho era este cilicio como si amarrasen un fardo para llevarlo de viaje». Y añade: «Tenía tres clases de disciplinas, un verdadero museo, con cuerdas duras que terminaban en pedazos de hierro. No llevaba camisa; la sotana venía directamente sobre el cilicio, que cubría su cuerpo». Andrade refiere que «nunca usó colchón, ni sábanas, ni almohada para dormir. Su cama era una estera vieja tendida en el suelo, y por gran regalo una piel de vaca, y en los últimos años, a causa de la vejez y achaques, se quitó aun esto, durmiendo en el desnudo suelo y con un madero por cabecera, sin piel ni estera». En lo referente a comer, «tomaba de ordinario, cuenta el hermano Nicolás, al mediodía un plato de arroz, una sopa de pan bañada en agua o vino. A la noche, un poco de arroz; hubo días en que su alimento era sencillamente pan en agua».

Sólo un hombre tan extremadamente penitente podía acercarse a los esclavos negros, a los presos, a los apestados, a los sentenciados a muerte, para mostrarles el Crucifijo, para afirmarles el valor redentor de la Cruz, para asegurarles del amor de Cristo. El padre Claver, tan pobre y penitente, situado, por ejemplo, junto a un condenado a la horca, daba la figura de otro desgraciado.

Así nos lo describe el hermano Gónzález: «El reo estaba sentado sobre una silla vecina al palo en donde se le debía colgar. El padre Claver, allí muy cerca en el suelo, con su sombrero desteñido de puro viejo, caídas las alas, rota la badana del forro que le daba en la cara, los ojos profundos enmarcados en dos líneas oscuras de espesas cejas. Estaba más serio que de ordinario». Él era un miserable más entre los miserables, y éstos podían aceptar su consolación, porque le veían hermano en el dolor. Él era, como Jesucristo, «un hombre de dolores, acostumbrado al sufrimiento» (Is 53,3). Por eso precisamente era, como Cristo, «el Consolador» de todos los hombres (Is 40,1; Lc 2,25).


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

ROSARIO de las Semanas 20191120

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

LA GRACIA del Jueves 21 de Noviembre de 2019

MEMORIA DE LA PRESENTACIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARIA

Pidamos a la Virgen que nos inspire su infancia para proteger a los niños de manera integral de las contradicciones de esta sociedad profundamente rota.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA en redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios. Tu donación hace fuerte la evangelización católica. ¡Dona ahora!]

Sobre el lenguaje agresivo contra el Papa Francisco

Fray Nelson: Me ha llegado este video (o artículo, o blog, o correo electrónico…) en que aseguran que el Papa Francisco no es el verdadero Papa, sino que el Papa verdadero es Benedicto XVI, que está como encarcelado en el Vaticano. ¿Dónde puedo investigar mejor, o usted qué cree al respecto? –Muchas personas, en redes sociales, y por correo.

* * *

Mi respuesta es sencilla: No quiero ser grosero pero sugiero que NO PIERDAN EL TIEMPO en esa clase de videos, escritos o correos. El mismo Papa Emérito, Benedicto XVI, ha declarado varias veces sobre cómo su renuncia ha sido y es plenamente válida, y ha mostrado, de palabra y de obra, su actitud de reconocimiento a Francisco como único y verdadero Papa.

El hecho de que haya palabras, actitudes o decisiones de este Papa que puedan ser cuestionadas no cambia nada la legitimidad de su elección ni su jurisdicción como Sucesor de Pedro. Nuestro lugar como católicos no es cerrar los ojos a los errores o defectos de nuestros pastores pero tampoco es propio de nosotros tener los oídos listos y dóciles para cualquier teoría de conspiración.

Lo peor de quienes participan de círculos de murmuración en contra del Papa es que se les va llenando la cabeza de insultos y descalificaciones, hasta el punto de no reconocer nada bueno en lo que él hace o dice, y entonces, además de otros comportamientos bajos, empiezan a llamarlo por su apellido en el mundo (Bergoglio) desconociendo de facto quién es él para nosotros los católicos. Este tipo de actos solo pueden ser considerados una ofensa a Dios y a la Iglesia. Y aunque él estuviera ofendiendo a Dios, ni siquiera eso nos autoriza a también ofender nosotros al mismo Dios. Eso simplemente no es cristiano.

Lo propio y lo correcto, entonces, estimo que es permanecer informados, mejorar nuestra conocimiento de la fe y la doctrina cristianas, y sobre todo: orar; orar mucho por la Iglesia, por el Papa, y por tantas otras intenciones. Por favor, no lo olvidemos: no hay que perder tiempo en lo que no lo merece.

ROSARIO de las Semanas 20191119

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]