LA GRACIA del Viernes 18 de Enero de 2019

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Panorama de los chibchas de la Nueva Granada

Entre el mundo azteca-maya y el mundo andino de los incas, en el área colombiana y venezolana que los españoles llamaron virreinato de Nueva Granada, vivían los chibchas (término que significa pobladores), que se extendían desde Nicaragua hasta el Ecuador. No formaron nunca un imperio homogéneo, que hubiera sido un puente cultural entre mayas e incas, sino que más bien fueron siempre un mosaico de muchos grupos diversos, en estado de guerra habitual, con cierta treguas, y separados entre sí por más de cien lenguas diversas. Ni siquiera hay, según parece, acuerdo general sobre qué pueblos pueden ser incluídos bajo el nombre de chibchas.

Los chibchas más importantes de la zona colombiana eran los llamados muiscas, que vivían en el altiplano de Bogotá, y también en las regiones andinas de Popayán, Antioquía y Cartago. Más al este, los chibchas de las tierras hoy venezolanas se dividían en tres grupos fundamentales, arauacos, caribes y tupíguaraníes. Estos grupos indígenas alcanzaron niveles culturales bastante diferentes, y según su localización geográfica experimentaron influjos del norte maya o del sur incaico. En todo caso, los chibchas mostraron también una cierta cultura propia, alguno de cuyos rasgos irradió a las regiones vecinas.

Al decir de Krickeberg, los chibchas «aparecen como los maestros por excelencia de la elaboración de objetos de oro y de la aleación de oro y cobre», de modo que sus obras de orfebrería «superan incluso a las del imperio incaico» (347,350). Pectorales y yelmos, narigueras y grandes discos repujados, colgantes con figuras de hombres o animales, con un realismo a veces extraordinario, causan todavía hoy en los museos especializados verdadera admiración.

Los orfebres chibchas descubrieron técnicas avanzadas, realizaron bellísimas combinaciones de oro y piedras preciosas, y practicaron aleaciones de gran valor. También conocieron una hermosa cerámica y llegaron a contruir en algunas partes terrazas para el cultivo, así como calzadas perfectamente empedradas. Apenas tuvieron en cambio edificaciones notables de piedra, fuera de las que se produjeron entre los tairona y los andaqui.

Los muiscas del altiplano de Bogotá -los moscas, de las antiguas crónicas hispanas-, alcanzaron los niveles más altos de la cultura chibcha en lo referente a la vida social y religiosa. Fueron buenos cultivadores y comerciantes, construyeron calzadas con almacenes y alojamientos de trecho en trecho, y usaron vestidos de algodón, al estilo de los incas.

Otro amplio grupo étnico fue el de los caribes, cuyo primer asiento parece haber sido en Brasil, y que pudieron entrar en Colombia por el Orinoco y por el Magdalena. Sus principales pueblos eran los panches, muzos, pijaos, quimbayas, catíos, chocoes y motilones.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

Disparates de la ideología de género

“Sería el hombre más feliz del mundo si alguien me probara que la ideología de género no existe. A todos nos cuesta admitir nuestros errores y sobre todo al inicio, pero si de algo estoy seguro es que me encantaría estar equivocado en este caso particular, me encantaría creer que solo fue una pesadilla y que al amanecer todo será mejor. Lastimosamente, todo indica que es más real de lo que quisiera…”

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La unidad de los sacramentos de la iniciación en los adultos

Aqui, en nuestra Diócesis, a una señora no la bautizaron porque ella “considera que no está decidida/preparada para recibir la comunión”. La pregunta: si bien sé lo que significa comulgar, ¿por qué “obligarla” a recibir los tres sacramentos juntos cuando, recién con el bautismo recibimos la gracia que nos permite entender las cosas divinas? –L.G.

* * *

Un principio de respuesta lo tenemos en la práctica de la Iglesia antigua. Como es bien sabido, en aquella época los bautizos eran mayoritariamente de adultos. Una larga catequesis, de varios años, conocida como etapa del “catecumenado,” conducía a la recepción de los sacramentos de la iniciación. Atención: no son las iniciaciones, sino una sola iniciación en la cual: los pecados son perdonados y recibimos la filiación divina (bautismo); somos sellados por la gracia de su Espíritu (confirmación) y alimentados con el Cuerpo y Sangre de Cristo para que Él viva y realice su misterio en nosotros (eucaristía). Se trata de una sola y misma vida, la vida trinitaria: del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Por la misma razón, el catecumenado prepara para una nueva vida, una vida que ha sido “iniciada” es decir, que ha tenido un nuevo comienzo a partir del sacrificio de Cristo, la adopción del Padre y la unción y sello del Espíritu Santo. Esta es la versión original y primera de los sacramentos.

Las cosas cambian cuando uno recibe el bautismo siendo niño. Está claro que el sacramento eucarístico no puede recibirse con provecho sin la conciencia de una clara distinción que hay entre el pan ordinario y el pan de la Eucaristía. A medida que más y más cristianos eran bautizados en su infancia, se volvió natural separar por intervalo de unos años la recepción del bautismo y de la eucaristía. No había una razón real para posponer la confirmación y por eso muchos de nuestros mayores fueron confirmados en su infancia pero después vino la idea de que la confirmación era la oportunidad para que un joven o joven adulto “confirmara” su compromiso con Cristo. Esta es la práctica actual es muchísimos lugares pero en realidad no es correcta porque supone una deformación del sentido original, según el cual, no es que yo “confirme” nada sino que es el Señor quien confirma y consolida su obra en mí, por manos de los sucesores de los apóstoles, esto es, los obispos.

El hecho es que actualmente lo común es recibir con separación de años el bautismo, la eucaristía y la confirmación, en ese orden, además.

Pero volvamos al caso de un adulto que quiere ingresar y ser parte de la Iglesia Católica. Debemos suponer que ha recibido una adecuada formación que le muestra la belleza, el fruto y la unión de los sacramentos de la iniciación, según hemos explicado antes, y según fue siempre la práctica de la Iglesia con los adultos. ¿Tendría sentido que la persona dijera: “sí quiero comulgar pero no quiero confirmarme”? Es uno y el mismo Dios el que te da el regalo de la vida nueva. Un bebé tiene el obstáculo, luego superable, de la incapacidad de entender, en cuanto a la Eucaristía; pero tú, no.

Si uno examina el caso se da cuenta que no parece encontrarse ninguna motivación válida y sana para separar los sacramentos de la iniciación en un adulto. ¿Es un capricho? ¿Una vacilación? ¿Una catequesis incompleta? En cualquier situación lo mejor es esperar, orar, resolver dudas, completar formación y luego, así lo permita Dios, proceder a la celebración de los sacramentos.

ROSARIO de las Semanas 20190116

#RosarioFrayNelson para el Miércoles:
Contemplamos los Misterios de la Infancia de Jesús

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la infancia contemplamos la Anunciación a María Santísima y la Encarnación del Hijo de Dios.
  2. En el segundo misterio de la infancia contemplamos la visita de la Virgen Madre a su pariente Isabel.
  3. En el tercer misterio de la infancia contemplamos el sufrimiento que pasó San José, y la fe amorosa que tuvo.
  4. En el cuarto misterio de la infancia contemplamos el Nacimiento del Hijo de Dios en el humilde portal de Belén.
  5. En el quinto misterio de la infancia contemplamos la Epifanía: Jesús es luz para las naciones, y así es adorado por unos magos venidos de Oriente.
  6. En el sexto misterio de la infancia contemplamos la Presentación del Niño Jesús en el templo de Jerusalén.
  7. En el séptimo misterio de la infancia contemplamos a Jesús Niño en el templo, ocupado de las cosas de su Padre del Cielo.

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365 días para la Biblia – Día 138

Fr. Nelson Medina, O.P. lee contigo el texto completo de la Sagrada Escritura – Día 138 de 365

1 Samuel 26–28
Salmo 129
Marcos 10,32-52

Lo que se ha publicado de esta serie de lectura de la Biblia.

Formación católica todos los días: amigos@fraynelson.com

Predicación y más oración: https://fraynelson.com/blog

Seguimos el texto publicado en la página web del Vaticano.