El júbilo evangelizador de San Francisco Solano

Doctrina en lengua indígena

En 1590, en el convento de Talavera de Esteco, se encarga el padre Solano de una doctrina de indios, en la que se abarcaban varias poblaciones indígenas, como Cocosori y Socotonio. Su primer prodigio como misionero fue la rapidez con que se introdujo en aquel laberíntico mundo de idiomas diversos. Ayudado por el capitán Andrés García de Valdés, en quince días hablaba el toconoté. Son muchos los testigos que certifican la inexplicable facilidad idiomática de fray Francisco, que realmente se hacía entender por indios de muy diversas lenguas, como los lules.

Nuestro Santo atendía el culto y la doctrina de los lugares que de él dependían, pero también no cesaba de ir de aquí para allá, por los senderos apenas señalados de los bosques y los montes, acercándose a los escondrijos de aquellos indios que se mantenían distantes, ejercitando con ellos sus mañas de políglota y curandero, impartiendo los rudimentos más simples del Evangelio y la doctrina, llevando a todos los indios una declaración de amor de parte de Cristo. Y ellos, que para otros eran tan huidizos y recelosos, le acogían con mucha confianza.

Alegría franciscana

Era quizá aquella alegría de fray Francisco, tan cándida y sincera, procedente del Espíritu Santo y de Andalucía, lo que ganaba el corazón de los indios. Y es que el padre Solano, en aquel marco de vida tan inhóspito y confuso, «no sólo lo llevaba todo con paciencia, sino con demostraciones de grandes júbilos en el paraje y despoblados donde se hallaban. Lo solemnizaba danzando y cantando cánticos en loor y alabanza de Cristo nuestro Señor y de la Santísima Virgen María». Así dice fray Diego de Córdoba y Salinas, resumiendo los testimonios del proceso de beatificación.

Danzando y cantando, a su estilo. Pero no se crea que esta alegría jubilosa es sólamente una rareza simpática, peculiar de San Francisco Solano. El entusiasmo, enthusiasmós (éxtasis, arrobamiento), ya en los griegos, derivado de enthusiázo (estoy inspirado por la divinidad, theós), tiene un sentido primario fundamentalmente religioso. Y en el cristianismo es el gozo en el Espíritu Santo (Gál 5,22), ese júbilo interior tan propio de los hijos de Dios, tan profundo en los más grandes santos. Es un entusiasmo procedente del Corazón de Cristo, que en ocasiones «se sintió inundado de gozo en el Espíritu Santo» (Lc 10,21). Por lo demás, esa alegría solanesca, además de genuinamente cristiana, era de la mejor tradición franciscana. Las Florecillas nos dicen que San Francisco de Asís también cantaba muchas veces con júbilo al Señor, especialmente cuando estaba de camino o en el bosque, y a veces en francés, cuando estaba más alegre.

La alegría espiritual de Solano se hacía particularmente exultante con ocasión de las grandes fiestas litúrgicas, como en las procesiones del Santísimo Sacramento o en honor de la Virgen. Por ejemplo, estando en Salta, «en cierta fiesta que se hizo a Nuestra Señora, yendo en la procesión, se encendió tanto en el divino amor de Dios y de su Santísima Madre, que, dejando aparte toda la autoridad de prelado y custodio que era, se puso a cantar diciendo coplas en alabanza de Nuestra Señora, en la forma que David, santo rey, lo hacía delante del Arca del Testamente», o sea bailando, para decirlo más claramente.

Algunos no vieron con agrado tales muestras, y un joven llegó a reirse de él abiertamente. San Francisco Solano no pareció molestarse con ello en absoluto, sino que le dijo con tanta humildad como gracia: «Al fin, yo soy loco».

Milagros franciscanos

También en sus numerosos milagros se muestra Solano hijo del Santo de Asís, pues muchos de ellos se realizaron con las criaturas irracionales. Esto para los indios resultaba muy especialmente impresionante, pues veían que la santidad cristiana, expresada en aquel fraile, traía consigo una profunda reconciliación del hombre con las fuerzas de la naturaleza.

El capitán Cristóbal Barba de Alvarado da testimonio de que, viajando en funciones de teniente del Gobernador, con el padre Solano y una importante comitiva de españoles e indios, vinieron a encontrarse en peligro grave por la sed. El fraile le dijo: «Señor capitán, caven aquí. Al punto lo puso por obra el capitán. Cavó en la parte y lugar que el padre Francisco le había señalado. Y salió un golpe de agua con la cual bebieron todos los que se hallaron presentes, y las cabalgaduras y animales que traían». Y no fue la única vez que hizo esto.

El padre Solano también mostró siempre una especial amistad con los pajarillos de Dios. El cronista fray Juan de Vergara, compañero suyo, cuenta de él que «todos los días, en aquella doctrina [de Esteco] donde estaba, después de comer, se iba a un montecillo que allí cerca estaba, desmigajando un pedazo de pan, que era el ordinario sustento que les llevaba. Llegábanse tantas aves sobre el siervo de Dios, que era cosa maravillosa. Y estaban sobre su cabeza, hombros y manos hasta tanto que les echaba su bendición. Y entonces se iban».

Otro compañero del Santo, fray Alonso Díaz, refiere que, yendo con él de camino, hallaron una paloma herida por algún zorro: «El padre Solano, habiéndola visto así maltratada y herida, con sus propias manos la curó, juntándole los pellejos que tenía desgarrados, los untó con un poco de sebo, y le echó la bendición». Más tarde, ya llegados a su destino, fray Alonso «vio muchas veces que la paloma se le asentaba en el hombro al padre Solano; y le daba de comer en la mano, y se volvía a su palomar. Y conoció que era la propia paloma que el padre Solano había curado en el camino».

En otra ocasión, y ésta fue muy famosa, yendo Solano de camino con el capitán Andrés García Valdés, aquél a pie y éste a caballo, les salió un toro bravo, desmandado -el ganado cimarrón abundaba entonces en la zona-. El capitán picó espuelas y salió al galope de su montura, pero cuando se acordó de su fraile compañero y regresó hacia él, vio con asombro que el toro estaba «lamiendo las manos del siervo de Dios, que se las tenía puestas en la testuz y hocico…; habiendo estado así un poco vio que el padre le había dado a besar la manga de su hábito, y que, echándole la bendición, el toro, como si fuera de razón, con mucha mansedumbre, se volvió al monte de donde había salido. Y esto fue público en aquella provincia [de Tucumán], y pública voz y fama».

Son escenas de las Florecillas franciscanas. Recordemos cómo San Francisco de Asís tenía una especial amistad con las alondras, o con aquellas tórtolas que redimió cuando eran llevadas en jaulas al mercado. Recordemos también el convenio de paz que, con mucha dulzura, estableció con el lobo de Gubbio, que tanto daño estaba causando. Esta reconciliación del hombre con la naturaleza, anunciada por los profetas como característica de los tiempos mesiánicos (Is 11,6-9), se produce en Cristo y en sus santos, y a veces Dios quiere que se haga manifiesta en algunos de ellos. Así lo vemos, por ejemplo, en las crónicas de los Padres del Desierto, o en aquella arboleda donde iba a orar fray Martín de Valencia, acompañado por una orquesta innumerable de pajarillos, en San Martín de Porres o en el Beato Pedro Betancur, que negocian con los ratones, para que no sigan haciendo daños en sus conventos. Y es que las criaturas se hacen hostiles al hombre cuando éste se rebela contra Dios, y se vuelven amigas si el hombre se reconcilia con Dios plenamente. Y esto, que es así, quiere Dios expresarlo a veces de forma bien patente en la vida de los santos.


El autor de esta obra es el sacerdote español José Ma. Iraburu, a quien expresamos nuestra gratitud. Aquí la obra se publica íntegra, por entregas. Lo ya publicado puede consultarse aquí.

¿Es correcto litúrgicamente llevar ofrendas de flores, velas u otras cosas en la misa?

Padre Nelson: hace poco estuvimos en la clausura de año escolar del colegio de mi hija. Fue una celebración muy bien preparada pero también algo extraña por una serie de cosas que se hiciero y que creo que no son parte de la misa. Solo le menciono una: en el momento de la “presentación de las ofrendas” las niñas llevaban una serie de cosas que al final quedaron sobre el altar; cosas como sus cuadernos, unas flores, una cachucha, tres flores disecadas… No quiero ser extremista pero ¿de verdad hace falta todo eso para que sintamos que Cristo nos recibe a nosotros y todo lo que somos y hacemos? No sé si me expreso bien. –M.G.H.

* * *

Hace poco me compartieron un buen artículo del P. Javier Sanchez Martínez, liturgista español, que creo que aborda directamente la situación:

Cuando el sacerdote recita la oración sobre las ofrendas, si lo hace de modo claro, y todos los fieles escuchan atentamente interiorizando, se puede llegar a descubrir lo evidente: que las ofrendas que se presentan son pan y vino; éstos son los dones principales que se aportan al altar y sobre los cuales se reza.

Esto es lo evidente y, sin embargo, parece que pasa desapercibido confundiendo ofrendas con cualquier elemento que -¡hasta con una monición por ofrenda, y girándose hacia los fieles, levantando la ofrenda para que se vea, dando la espalda al altar y al sacerdote!- se lleva en procesión. Pero esto es una corruptela que se ha introducido en el modo de celebrar el rito romano, un elemento distorsionante.

Los dones verdaderos, la ofrenda real, es la materia del sacrificio eucarístico: todo el pan y todo el vino necesarios para consagrar y distribuir en la sagrada comunión. Pues algo tan evidente ha quedado desfigurado y extraño en la liturgia.

La Ordenación General del Misal Romano, que es norma y pauta obligatoria, lo explica.

Puede verse el artículo completo aquí.

ROSARIO de las Semanas 20180807

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

ROSARIO de las Semanas 20180806

#RosarioFrayNelson para el Lunes:
Contemplamos los Misterios de la Creación

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la creación contemplamos la sabiduría y la hermosura con que Dios ha dispuesto todas las cosas, en su tiempo y en su lugar.
  2. En el segundo misterio de la creación contemplamos el poder de la Palabra creadora de Dios, pues todo ha venido a ser porque él lo dijo y existió.
  3. En el tercer misterio de la creación contemplamos que Dios hizo los cielos y los Santos Ejércitos celestiales.
  4. En el cuarto misterio de la creación contemplamos que Dios hizo el universo visible, y suyo es cuanto hay en esta tierra.
  5. En el quinto misterio de la creación contemplamos que Dios formó al hombre y a la mujer.
  6. En el sexto misterio de la creación contemplamos la vocación del hombre para que se multiplique y domine la tierra en nombre de Dios y obediencia a él.
  7. En el séptimo misterio de la creación contemplamos el paraíso, primera imagen de la felicidad que Dios quiso para sus hijos.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]