En toda mi vida nunca había escuchado una acusación tan grave hacia un Papa. Si lo que se dice en esa acusación es cierto, lo más grave no es lo que ya aparece sino lo que queda sugerido, es decir, que hay una razón para el encubrimiento de casos muy serios de corrupción moral y doctrinal dentro de la Iglesia Católica.
Creo que lo unico que es sabio en este momento es orar y apoyar toda iniciativa para que se haga una investigación a fondo sobre las distintas responsabilidades de las personas vivas o muertas que aparecen en la carta de monseñor Viganò.
Anticipar culpables o declarar que todo es calumnia resulta prematuro en este momento. El camino: Oración, conversión, penitencia y apoyo a quienes reclaman una investigación profunda y fundada en hechos y documentos.