ROSARIO de las Semanas 20180818

#RosarioFrayNelson para el Sábado:
Contemplamos los Misterios del Silencio de Dios

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
  2. En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
  3. En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
  4. En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
  5. En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
  6. En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
  7. En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

Breve ordo para la semana del 19 al 25 de Agosto de 2018

Homilías breves para esta semana:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLRmr1_QLb8pd0B3JyE6Qfx_HDR3y98alS


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

19 de Agosto de 2018: Domingo XX del Tiempo Ordinario, ciclo B

Lunes 20: Memoria de San Bernardo, abad y doctor de la Iglesia

Martes 21: Memoria de San Pío X, Papa

Miércoles 22: Memoria de la Santísima Virgen María, Reina

Jueves 23: Fiesta de Santa Rosa de Lima, virgen

Viernes 24: Fiesta de San Bartolomé, apóstol

Sábado 25:



Con profundo dolor en el alma

Para estas reflexiones me apoyo en un artículo del Forum Libertas.

Tres cosas que no se mencionan con respecto al horrendo escándalo de abusos sacerdotales en Pennsylvania:

(1) Estamos nuevamente ante una presentación que recoge décadas de delitos, y así logra cifras muy altas. Aclaramos: UN SOLO CASO ya sería demasiado. Pero no seamos ciegos: la presentación SIMULTÁNEA de tantos casos quiere producir un efecto determinado. Muchos casos han prescrito y ya han sido juzgados y condenados. De todas formas, el fiscal Josh Shappiro presenta todo junto para que tenga mayor efecto.

(2) En la mayor parte de los casos se trata de situaciones de homosexualidad. El poder del lobby LGBTI trata de frenar ese dato, que es real: mucho más del 90% de los casos tienen que ver con clero homosexual. Lo cual indica en qué dirección hay que mirar si de verdad se quiere un cambio para mejor en la Iglesia Católica.

(3) En la inmensa mayoría de los casos la ley de la Iglesia, el Derecho Canónico, NO SE APLICÓ. Una de las grandes vergüenzas nuestras como católicos, es que la falta de acción de los superiores ha terminado en que estos casos espantosos lleguen, con empeorada gravedad, a las autoridades civiles.

EN CUALQUIER CASO, lo que sigue es humildad, penitencia, conversión, dar el primer lugar a la reparación psicológica y espiritual de las víctimas, y luego: tener en cuenta los puntos aquí mencionados.

Cinco cosas en que era mejor el medio académico medieval

1. Capacidad de debate abierto

Las universidades medievales permitían las disputas abiertas y públicas, con reglas de juego bastante equilibradas, y con un lenguaje claro, en el sentido de: poca diplomacia y un esfuerzo consciente de llamar cada cosa por su nombre. Ejemplo típico es la postura del sacerdote diocesano que escribe una obra argumentando por qué es contrario a la Iglesia el surgimiento y el lugar nuevo que han adquirido las Órdenes Mendicantes. Santo Tomás le da una respuesta amplia, clara, dura y sin embargo respetuosa. Es una de sus varias obras que empiezan con la palabra “contra”: todo el mundo sabía a qué se oponía y todos querían saber qué daba como argumento de por qué se oponía.

Por contraste, la mayoría de los centros actuales, especialmente en humanidades, sufren de algo parecido al culto a la personalidad y la mentalidad gregaria. Lo primero significa que los encuentros académicos suelen tener largas presentaciones llenas de títulos y listas de grandes logros de sus conferencistas o ponentes, de modo que las disputas abiertas y los desacuerdos francos son bastante raros.

La situación es todavía peor allí donde todo desacuerdo se toma como una “ofensa.” Ahora resulta que contradecir a un abortista es ofender a las mujeres. Cuestionar el orgullo gay es automáticamente ser homofóbico. Al final resulta que el único lenguaje aceptable debe dulcificarse, castrarse y autocensurarse hasta el punto de la irrelevancia y la complicidad. Además, poco a poco se nos inculca la idea de que las grandes personalidades, sea por sus escritos, por su presencia en los medios o por sus obras sociales, son particularmente “intocables” y por ello puedo decir, por experiencia directa, que rara vez o nunca ve uno que un estudiante se atreva a hacer un cuestionamiento de fondo a una de tales personalidades. Súmese a esto que la mayor parte de los estudiantes actuales tienen serias dificultades para seguir un razonamiento, prefiriendo más bien los carriles cómodos del prejuicio, en uno u otro sentido, o el seguir pasivamente la opinión de la mayoría.

Mentalidad “gregaria” quiere decir que los profesores de una misma facultad, o de una misma corriente, institución o escuela de pensamiento, procuran defenderse unos a otros. En otros tiempos yo mismo vi que si algún profesor iba a ser cuestionado por “Roma” de inmediato se aplicaba la lógica de los mosqueteros: “uno para todos y todos para uno.” Por supuesto una consecuencia de ello es que la capacidad de autocrítica desciende a niveles ridículos, mientras, a la par, se favorece un estilo de trabajo tipo “lobby.”

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