No fue Ley.
Bendito sea Dios, porque esta batalla tremenda, desgastante, desproporcionada, nos deja cansados pero fortalecidos.
Bendito sea Dios por tanta gente linda y buena, tanta gente pensante, tanta gente con mucho amor en el corazón y en las manos, que salió del anonimato para dar luz.
Bendito sea Dios que nos regaló la oportunidad de dar testimonio con la palabra y las actitudes.
Ahora viene lo más difícil, lo más desafiante y lo más hermoso.
Ahora debemos comprometernos, cada uno desde su lugar, en salvar las vidas en riesgo.
Las de los niños sin amor, la de los jóvenes sin razones para vivir, la de las mujeres madres sin dignidad, la de los niños por nacer, la de los adultos sin trabajo, de los ancianos sin amor. Las de quienes viven sin Dios.
Gracias, Jesús, por vivir en este tiempo!!!!
Gracias, gracias, gracias!
El camino es el AMOR!
P. Leandro Bonnin