Doce principios para vivir el evangelio en la sociedad actual

Principio de complejidad: No hay una receta única para apresurar la llegada del Reino de Dios.

Principio de formación permanente: Absolutizar el aquí y el ahora es obrar como enemigo de sí mismo

Principio de discernimiento: A cada decisión le debe preceder una pregunta: ¿Cuál es la puerta?

Principio de santidad personal y comunitaria: Solo unidos a Dios avanza la Historia a su fin propio.

Principio de la santa astucia: Hemos de ser hábiles para desenmascarar sin amargura y para lograr que el bien sea tan atractivo como sea posible.

Principio de proporción temporal: Así como cosechamos de lo que otros sembraron, hemos de sembrar sabiendo que otros cosecharán.

Principio de doble pertenencia y doble excelencia: Las razones del laico deben ser capaces de dialogar con todos pero sus motivaciones y metas no brotan de todos sino de Aquel que está por encima de todos.

Principio de genuina fortaleza: Toda élite es frágil y será reemplazada por otra élite. La fuerza está en la base.

Principio de austeridad: La libertad del corazón se encarna en sobriedad y generosidad.

Principio de misericordia: La calidad de una civilización se mide por la manera como trata a los más débiles.

Principio de comunicación independiente: La comunicación interna y el rostro público de los cristianos no pueden quedar en manos de los no creyentes. Atención a la “guerra semántica.”

Principio de trascendencia infinita: La meta es que Dios sea todo en todos.

Fundamentos bíblicos de la vida cristiana en sociedad

Capaces de mostrar un camino y de lograr un cambio. Mateo 5,13-16

13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. 14 Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; 15 ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. 16 Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

Visibles, pero no gente que actúa para ser vistos. Mateo 23,5-7
Sino que hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres; pues ensanchan sus filacterias y alargan los flecos de sus mantos; aman el lugar de honor en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas, y los saludos respetuosos en las plazas y ser llamados por los hombres Rabí.
Enviados en medio de peligros y de una cierta injusticia o desproporción. Mateo 10,16
16 Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas.
Con un pronóstico de persecución. Juan 16,2-3
Os expulsarán de las sinagogas; pero viene la hora cuando cualquiera que os mate pensará que así rinde un servicio a Dios. Y harán estas cosas porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Pero también de victoria. Marcos 16,17-20
17 Y estas señales acompañarán a los que han creído: en mi nombre echarán fuera demonios, hablarán en nuevas lenguas; 18 tomarán serpientes en las manos, y aunque beban algo mortífero, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán las manos, y se pondrán bien. 19 Entonces, el Señor Jesús, después de hablar con ellos, fue recibido en el cielo y se sentó a la diestra de Dios. 20 Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían.
Son enviados a todas las naciones. Mateo 28,18-20
18 Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
Pero la grandeza de su misión permanece oculta y en cierto sentido misteriosa. 2 Corintios 6,4-10
sino que en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros de Dios, en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos, en pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero, en la palabra de verdad, en el poder de Dios; por armas de justicia para la derecha y para la izquierda; en honra y en deshonra, en mala fama y en buena fama; como impostores, pero veraces; como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, y he aquí, vivimos; como castigados, pero no condenados a muerte; 10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.
Y el motivo es que ellos no son del mundo. Juan 17,14-18
14 Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. 16 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo.
El reino de Dios no se identifica con ninguna estructura o lugar del mundo. Lucas 17,20-21

20 Habiéndole preguntado los fariseos cuándo vendría el reino de Dios, Jesús les respondió, y dijo: El reino de Dios no viene con señales visibles, 21 ni dirán: “¡Mirad, aquí está!” o: “¡Allí está!” Porque he aquí, el reino de Dios entre vosotros está.

Y sin embargo, que Dios reine no es una realidad que se queda en lo subjetivo, invisible o intangible. 1 Juan 3,13-18
13 Hermanos, no os maravilléis si el mundo os odia. 14 Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en muerte. 15 Todo el que aborrece a su hermano es homicida, y vosotros sabéis que ningún homicida tiene vida eterna permanente en él. 16 En esto conocemos el amor: en que El puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17 Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? 18 Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
La pureza de la religión es cosa visible y con un claro impacto social. Santiago 1,27
27 La religión pura y sin mácula delante de nuestro Dios y Padre es ésta: visitar a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y guardarse sin mancha del mundo.
Pero el bien de la fe no se limita a lo visible. 2 Corintios 4,16-18

16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. 17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

Hay unos siete ejes dialécticos:

Fracaso – Victoria

Nos persiguen con la muerte – Los perseguimos con la vida

Discreción – Visibilidad

Énfasis en la intención – Énfasis en el resultado

Carácter de misterio – Carácter de universalidad

El mundo que detesta a Cristo – El mundo que necesita de Cristo

Realidad incipiente – Realidad anhelada

La nueva exhortación apostólica del Papa nos ayuda a apreciar a los santos que tenemos a nuestro lado

“Monseñor Aspiroz Costa indicó que “el título de la exhortación, “Alegrensé y regocíjense”, nos viene muy bien a todos. Este texto nos ayuda a poder apreciar a los santos que tenemos a nuestro lado. Se trata de no poner tanto la mirada en los santos que veneramos que, a veces, nos parecen tan lejanos. El llamado universal a la santidad significa que cada bautizado está llamado por Dios a ser santo”…”

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LA GRACIA del Jueves 3 de Mayo de 2018

FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ

El misterio central de la cruz es que en ella hemos sido amados, perdonados, liberados, redimidos y adoptados; y por eso afirmamos que es la cruz de la gloria de Dios Uno y Trino.

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ROSARIO de las Semanas 20180501

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

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¿Hay textos bíblicos con “fecha de expiración”?

Usted publicó hace poco que “Si en la Biblia cada vez que encuentres un versículo que te denuncia vas a “reinterpretarlo” como cosa de la cultura de aquel tiempo, o poniéndole fecha de expiración a lo que no te gusta, recuerda que de Dios nadie se burla: la religión que tú inventes no es capaz de redimirte.” Da la impresión de que sus palabras dan el mismo valor a todos los textos. Pero si uno lee 1 Corintios 11,5 encuentra esto: “toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza; porque se hace una con la que está rapada.” Y 1 Timoteo 2,12 dice: “Yo no permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que permanezca callada.” Según la interpretación suya, esos pasajes significarían que comete una ofensa la mujer que no usa velo en la asamblea, y que además debería estar callada y sumisa. Pero luego, gracias a Dios, la práctica de la Iglesia ha sido mucho más humana y comprensiva con las mujeres. ¿Cómo queda su frase sobre la Biblia frente a esos textos?” — X.C.

* * *

Hay un criterio bíblico que nos da Santo Tomás: Lo que Dios ha querido enseñarnos, ha querido decirlo explícitamente en su Palabra; y si hay varios textos donde se trata un mismo asunto, hay que examinar cómo se relacionan unos con otros de manera que sean los textos y no nuestras ideas los que determinen qué debe tenerse como enseñanza definitiva o restringida en una materia. Véanse a este respecto los artículos 8,9 y 10 de la cuestión primera de toda la Suma Teológica.

Según eso, no podemos aislar un versículo y luego afirmar: “Esto dice Dios, ¿vale hoy o no vale?” En efecto para hablar de lo que Dios “dice” sobre un tema hay que tener en cuenta los diversos textos que a ese tema se refieren, y luego ver qué conclusión de alli surge.

En los ejemplos citados, no es difícil ver qué quiere el apóstol. Sabemos por 1 Coritios 7 que el mismo Pablo es consciente de la diferencia que hay entre un mandato divino y un mandato humano. Esa distinción es clave para entender 1 Corintios 11 porque el mismo que dice “toda mujer que tiene la cabeza descubierta mientras ora o profetiza, deshonra su cabeza” termina al final de ese capítulo en tono perfectamente comprensivo y conciliador afirmando: “Juzgad vosotros mismos: ¿es propio que la mujer ore a Dios con la cabeza descubierta? ¿No os enseña la misma naturaleza que si el hombre tiene el cabello largo le es deshonra, pero que si la mujer tiene el cabello largo le es una gloria? Pues a ella el cabello le es dado por velo. Pero si alguno parece ser contencioso, nosotros no tenemos tal costumbre, ni la tienen las iglesias de Dios.” Ese final deja claro que él no está mencionando algo que sea Palabra de Dios, irrevocable y eterna, sino que alude a una “costumbre” (en griego: synétheia). Otros textos suyos, por ejemplo de Colosenses, muestran que el apóstol entendía perfectamente que uno no se va a salvar o a condenar por cosas que son simplemente “elementos del mundo” (véase sobre todo Colosenses 2,8).

Algo semejante tenemos en 1 Timoteo 2. Pablo está hablando del hablar con autoridad, no del simple hablar. “No permito que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre,” dice el apóstol. ¿De qué se trata esto de enseñar (didáskein) o ejercer autoridad (authentein)? Para comprenderlo veamos que los apóstoles en Hechos 2,42 “enseñan” y vemos que obran con autoridad sobre la comunidad. El punto es: si enseñar con autoridad fuera propio de la mujer, entonces la mujer podría asumir el lugar de los apóstoles, cosa que es contraria a la voluntad expresa de Cristo, el cual, siendo libre en tantísimas cosas con respecto a las mujeres, eligió solamente varones para el grupo de los Doce.

Pablo, pues, no está prohibiendo a las mujeres el hablar, opinar, conversar, dar testimonio o incluso cuestionar pero quiere ser fiel a lo que ve que tiene raíces en el Antiguo Testamento (por eso la alusión al Génesis) y en la práctica del mismo Cristo. Lo que queda “prohibido” es: asumir o participar directamente de la misión de los apóstoles. En la Iglesia hoy eso se entiende como restricción del sacramento del orden. No tenemos que poner fecha de expiración a estas palabras de Pablo, correctamente entendidas.