¿Cómo hay que evangelizar? El apóstol Pedro nos da siete claves

Características de una buena evangelización:

(1) UNIVERSALIDAD: En principio, deseamos llegar a todos.
(2) CERTEZA: No ofrecemos opiniones sino una verdad profunda de la que nos hacemos responsables con la coherencia de vida.
(3) DENUNCIA DEL PECADO: Porque dejarlo en la penumbra es darle fuerza.
(4) PROCLAMACIÓN DE QUE DIOS ES MÁS GRANDE: Porque donde abundó el pecado sobreabundó la gracia.
(5) CAPACIDAD DE MOVER: Porque sin conversión la labor de evangelizar es ilusoria.
(6) DIMENSIÓN SACRAMENTAL: la fe no queda en ideas o propósitos sino que se celebra y alimenta en los sacramentos.
(7) CARÁCTER ECLESIAL: El propósito es que cada evangelizado descubra su lugar en el Cuerpo de Cristo y pueda así también llegar a ser evangelizador.

El accidente parece conectado con la toma de una selfie – CUIDADO

“Richard Vance, piloto y único superviviente de la tragedia, dijo que el arnés de uno de los pasajeros activó el interruptor que corta el suministro de combustible, lo que habría llevado al fallo del motor. Vance declaró que los problemas comenzaron cuando «el pasajero en el asiento delantero se movió hacia el costado, se deslizó hacia el piloto, luego se recostó y extendió sus pies para tomar una fotografía de sus pies fuera del helicóptero»…”

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LA GRACIA del Jueves 5 de Abril de 2018

JUEVES DE LA OCTAVA DE PASCUA

Dios obra en mi corazón para decir “yo creo” y a la vez obra en cada uno para que podamos decir juntos “creemos”. Él acompaña y lleva a su Iglesia a la Jerusalén del cielo.

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¿Quiénes eran los ANAWIN?

Fray Nelson: le he escuchado varias veces hablar con muchos elogios y sentimiento sobre los Anawin, que me parece que eran como un grupo dentro de los judíos. Pero, ¿qué era lo que los hacía distintos, o especiales? ¿Por qué son importantes para nosotros? Gracias. — G.G.

* * *

Hay un texto de Felipe Gómez en su perfil de Facebook que creo que lo explica muy bien y muy desde el corazón:

Descubriendo nuestro camino

“Anawin” no es un término salido de Star Wars, ni algún personaje de ciencia ficción. Es una palabra en arameo que traduce: “Los pobres de Yahvéh”.

Hombres y mujeres que habiendo puesto toda su esperanza en Dios, comprendieron que su única y verdadera riqueza era Dios mismo.

Creían radicalmente en Dios y teniéndolo en su corazón, les bastaba para sobrevivir. Eran sencillos, trabajadores, piadosos y buenos con todos.

Esto no los libraba de ser maltratados, o vistos como personas cortas de visión o empuje. Pero su tarea iba más allá de volverse exitosos, prósperos o llenarse de posesiones materiales.

Tampoco eran grandes intelectuales, aunque la inteligencia y la sabiduría muchas veces han sido contrarias y de lo segundo estos pobres de Dios, fueron dotados con sobreabundancia.

Esta fe y esperanza inquebrantables, los hacían únicos entre su pueblo. Se convertirían en el resto fiel, en el pueblo escogido del cual vendría el Mesías, en los Anawin.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que la Virgen Santísima y San José eran de ellos, y también que algunos santos tienen un marcado rasgo de la sagrada familia y esos “Anawin” en su carisma, un San Francisco, San Juan Diego, Santa Bernardita, los pastorcitos de Fátima, San Maximiliano Kolbe, etc.

Benedicto XVI se esforzó en su pontificado por revalorizar la fe, y no el poder político de la Iglesia. En exaltar el valor de los sencillos de corazón. El papa emérito además mencionó un “remanente”, un grupo de católicos que pasará por un cedazo y se mantendrá fiel. Ojalá llegásemos a ser de esos.

Nuestro papa emérito lo profetiza hace cincuenta años, mencionando el futuro de la iglesia, incluso afirma que “la iglesia se convertirá en el hogar de los indigentes”. O como lo diría la Virgen en sus muchos mensajes, “La iglesia será pobre y humilde”.

No nos escandalicemos con estas frases proféticas. Ninguna indigencia mayor que la del pecado y a la vez ninguna riqueza mayor que acoger a quien padece miserias ¿acaso no celebramos eso en la fiesta de la misericordia?

Aquí termino. Pronto dejaré de escribir con tanta frecuencia, para dar paso a un capítulo nuevo en mi vida, pero los invito a no perder el norte, ni dejar de disfrutar de las cosas pequeñas de la vida, fortalecer nuestra fe y confianza en Dios y encaminarnos alegremente a que este sueño se vuelva realidad. Ojalá lleguemos a ser algún día como los “Anawin”, los pobres de Yahvéh.

El Señor los bendiga.

ROSARIO de las Semanas 20180403

#RosarioFrayNelson para el Martes:
Contemplamos los Misterios de la Antigua Alianza

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio de la Antigua Alianza contemplamos la paciencia de Dios, que no detuvo su amor ante el pecado de los hombres.
  2. En el segundo misterio de la Antigua Alianza contemplamos el camino de fe de Abraham.
  3. En el tercer misterio de la Antigua Alianza contemplamos el éxodo de la tierra de Egipto.
  4. En el cuarto misterio de la Antigua Alianza contemplamos el don de la Ley hecho a Moisés y a su pueblo junto al Monte Sinaí.
  5. En el quinto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la gran promesa de Dios al rey David: que el cetro real no se apartaría de su descendencia.
  6. En el sexto misterio de la Antigua Alianza contemplamos la valiente vocación de los profetas, por quienes el Espíritu Santo nos habló de muchas maneras.
  7. En el séptimo misterio de la Antigua Alianza contemplamos a el pequeño resto de Israel, que permaneció fiel y fue semilla de la Nueva y Eterna Alianza.

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