LA GRACIA del Lunes 26 de Marzo de 2018

Manifestemos como Iglesia el profundo amor por Jesucristo diciéndole: quiero compartir tu camino, quiero amar como Tú, morir junto contigo y resucitar por ti.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]

ROSARIO de las Semanas 20180324

#RosarioFrayNelson para el Sábado:
Contemplamos los Misterios del Silencio de Dios

Usamos esta versión de las oraciones.

  1. En el primer misterio del silencio contemplamos que del costado de Cristo en la Cruz brotaron sangre y agua.
  2. En el segundo misterio del silencio contemplamos el valor de aquellos que no eran apóstoles y sí permanecieron junto a la Cruz y cuidaron del cuerpo de Cristo muerto.
  3. En el tercer misterio del silencio contemplamos a Jesucristo, puesto en un sepulcro nuevo.
  4. En el cuarto misterio del silencio contemplamos a Jesús, que baja hasta el fondo del reino de la muerte, para que los justos que de antiguo esperaron en él encuentren a su Redentor.
  5. En el quinto misterio del silencio contemplamos el anonadamiento de Cristo, que siendo Hijo aprendió sufriendo a obedecer.
  6. En el sexto misterio del silencio contemplamos la soledad llena de fe de la Santísima Virgen María.
  7. En el séptimo misterio del silencio contemplamos la inmensa compasión de Dios Padre, que tanto amó al mundo que le dio a su único Hijo para que todo el que cree en él no perezca.

[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Este es un ejercicio privado de devoción “ad experimentum” en proceso de aprobación oficial. Puede divulgarse en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios siempre que al mismo tiempo se haga la presente advertencia.]

Breve ordo para la semana del 25 al 31 de Marzo de 2018

Homilías breves para esta semana:
https://www.youtube.com/playlist?list=PLRmr1_QLb8pdPgjaPJwiy5q3582qtQquf


Lectura Espiritual para esta semana:


Liturgia de las Horas para esta semana:

25 de Marzo: Domingo de Ramos, ciclo B

Lunes Santo, día 26:

Martes Santo, día 27:

Miércoles Santo, día 28:

Jueves Santo, día 29:

Viernes Santo, día 30:

Sábado Santo, día 31:



Necesitamos muchos y buenos rebeldes

INTRODUCCIÓN

* Toda sociedad humana depende, para su existencia en el tiempo, del recurso a dos fuerzas: la fuerza de la continuidad y la fuerza de la renovación. De modo más corto y gráfico las podemos llamar: tradición y rebeldía.

* Si una sociedad descuida sus tradiciones quiere decir que:

(1) Está recomenzando y volviendo a aprender siempre las mismas lecciones. Desperdicia recursos, talentos y energía.

(2) Por ello mismo, es débil y manipulable.

(3) Su visión es de muy corto plazo y los errores que va acumulando hacen las cosas progresivamente peores.

* Pero una sociedad, incluso si se trata de la sociedad más pequeña que es la pareja o la familia, no puede perder el vigor que le da una sana rebeldía. Sin una dosis apropiada de rebeldía:

(1) Se instala el imperio de que “aquí las cosas siempre se han hecho de tal modo…”

(2) Los jóvenes, que podrían aportar mucho con su energía y creatividad, se sienten relegados y sin esperanza.

(3) Los errores que hagan parte del sistema burocrático establecido quedan sin respuesta y verdadera solución.

* De modo que lo sano e inteligente es poder combinar tradición y rebeldía; dar continuidad a lo que tiene un sentido y autoridad verdadera pero dar espacio para renovar lo que puede y debe ser mejorado.

LA EDAD DE LA REBELDÍA

* Muchos papás se exasperan frente a los actos de rebeldía de sus hijos. Estos actos pueden ser muy diversos:

(1) A veces un silencio de aislamiento: “No cuenten conmigo”

(2) Comportamientos o modas exóticas, incluyendo tatuajes, piercings, ropa que contradice los estándares de los adultos.

(3) Actitudes, vocabulario o música agresiva, ruidosa, provocativa. En todo caso: distinta.

(4) Posturas morales, religiosas o políticas ajenas o contrarias a las propias de los mayores.

(5) Creación de un lenguaje o de caminos de comunicación propios: intento de consolidar un mundo sin adultos.

* También en la Iglesia los movimientos jóvenes y las comunidades cristianas jóvenes tienen sus propias “adolescencias.” El tiempo va demostrando qué de esas actitudes o rituales es verdadero aporte de cambio, y qué tanto es simple rebeldía.

* Es necesario comprender que la rebeldía incluye dos actos:

(1) Tratar de SEPARARSE del mundo de los mayores.

(2) Tratar de PERTENECER a un mundo distinto.

* Por eso es frecuente, aunque siempre doloroso, que la misma persona que es insoportable o aislada en casa, sea comprensiva y comunicativa en su grupo, pandilla o tribu.

LOS RIESGOS DE LA REBELDÍA

* Los que conocen bien estos ciclos de la juventud pueden intentar manipularlos según sus propios intereses y agendas. Grupos políticos, sectas religiosas, pandillas juveniles, incluso personas mayores pueden usar de astucia para dominar a la juventud mientras les hacen creer que los están “liberando” y haciendo más “originales.”

* El riesgo es muy grande sobre todo por lo que ya se ha dicho: el joven típico mide con un estándar de crítica muy alta a su familia mientras que acepta sin dificultad casi cualquier cosa que sienta parte del mundo “nuevo” y “libre” al que cree que está entrando.

* Hay marcas de ropa que se sabe que han usado esta estrategia: es el caso de Desigual. Y también partidos políticos, que suelen incorporar palabras como “nuevo” o “revolucionario.” Y grupos de presión, como los LGBTI, que convencen a muchos usando palabra-bandera como tolerancia o igualdad; o asustándolos con que se van a quedar solos y desprotegidos afectivamente, para lo cual son útiles las palabras-dragón: homofobia, persecución, intolerancia.

¿ES POSIBLE UN EQUILIBRIO?

* La Biblia nos muestra que Jesús tuvo su momento de sana independencia y en cierto sentido rebeldía: “No sabíais que tengo que ocuparme de las cosas de mi padre?” (Lucas 2,49). También nos indica que creció en obediencia, pues así termina el pasaje de su extravío en Jerusalén.

* La rebeldía por la rebeldía es fácil de manipular porque produce una falsa sensación de libertad. La tradición por la tradición es fácil de manipular porque produce una falsa sensación de seguridad. Y en la juventud quisiéramos tener ambas cosas: seguridad, que nos haga firmes, y libertad, que nos conceda novedad y felicidad.

(1) Lo primero es entonces darse cuenta que todos pasamos por estos procesos. La enseñanza de Santa Catalina es clave: hay que buscar el verdadero y santo conocimiento de uno mismo. Que toda crítica empiece por uno mismo.

(2) A su vez, este conocimiento requiere de un deseo profundo de la verdad. El libro de la Sabiduría nos presenta, especialmente en los capítulos 8 y 9 la imagen de un joven que no quiere dejarse embriagar por cualquier vino ni convencer por cualquier teoría.

(3) Hay que tomar conciencia que la propia rebeldía y descontento es algo bueno, incluso muy bueno, pero sólo en la medida en que se vuelve un motor para mejorar las cosas. Hay que entender que criticar por criticar, o contradecir por contradecir a nadie sirve.

(4) Una autocrítica muy importante es la que tiene que ver con el egoísmo y la comodidad. Con frecuencia criticamos muchas cosas con el propósito implícito de que nuestros intereses, gustos y placeres estén a salvo, sin que importe mucho el bien común. Las versiones simplistas del pensamiento político, social, psicológico o religioso son muy peligrosas en este sentido. Uno debe desconfiar de cualquier voz, incluyendo la propia voz, cuando dice: “Todo se arreglaría si…”

(5) Si uno es creyente, orar, y orar de corazón es un deber hermoso y bendito. El no-creyente debe plantearse con renovada seriedad el tema de quién es Dios, y por qué tantos, que no son tontos ni perversos, se entregan a su Santa Voluntad.

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