Un amigo que estuvo en Holanda me contó que en una iglesia, supuestamente católica de allá, habían reemplazado una de las lecturas de la Misa por un texto no sé si era de Buda o de Confucio. A mí eso me pareció extraño pero él me dijo que estábamos muy atrasados en nuestros países. Yo la verdad no supe qué contestarle pero sigo pensando que no es correcto lo que hicieron allá. Así que la pregunta es: ¿Por qué es tan importante que las lecturas de la Misa sean siempre de la Biblia? Gracias por su ministerio. — Maria C.H.
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La razón principal por la que las lecturas de la Misa vienen de la Biblia y sólo de la Biblia es por la unidad que tiene la celebración eucarística. Sabemos que tiene dos partes: Liturgia de la Palabra y Liturgia de la Eucaristía. Pero esas dos partes no están sencillamente yuxtapuestas sino que tienen una unidad intrínseca que debe preservarse, valorarse y enseñarse oportunamente.
En efecto, el Cristo que se nos da como alimento es el mismo que nos habla a través de su Palabra. Dice hermosamente la Carta a los Hebreos en su comienzo: “Dios, que muchas veces y de varias maneras habló a nuestros antepasados en otras épocas por medio de los profetas, en estos días finales nos ha hablado por medio de su Hijo. A este lo designó heredero de todo, y por medio de él hizo el universo. El Hijo es el resplandor de la gloria de Dios, la fiel imagen de lo que él es, y el que sostiene todas las cosas con su palabra poderosa.”
Esto nos indica que no leemos textos de la Escritura por llenar tiempo o para inspirarnos y decir cosas bonitas sino para reconocer a Cristo y para sentir hambre de Cristo–hambre que será oportunamente saciada en el banquete del sacramento eucarístico.