Cinco verbos nos ayudan a descubrir la obra del Espíritu en nosotros. ILUMINAR para que conozcamos quién es Dios y quiénes somos nosotros. Saber de Él sin conocer uno su necesidad, lleva a arrogancia. Saber de las propias necesidades y miserias sin reconocer presente su misericordia lleva a desesperación. El verbo PURIFICAR nos recuerda que no somos nuestro pecado. La escoria no estaba en el plan de Dios y, si estuvo en el pasado, no debe tener derecho sobre nuestro futuro. TRANSFORMAR es lo propio del Espíritu que hace de nosotros creaturas nuevas. El Espíritu también logra ENCENDER su fuego en nosotros, de modo que no dependamos de su la gente nos acoge, nos agradece o nos toma en cuenta. Solo entonces el verbo HACER BRILLAR se cumplirá en nosotros, de modo que contagiemos a muchos más en seguimiento del Evangelio de Cristo.