Tres dimensiones del reinado de Jesucristo: (1) Su poder va unido a su compasión: el rey es Pastor. (2) Su reinado es victorioso y por consiguiente implica vencer al pecado. (3) Su reinado trae orden. Si lo propio del demonio es la confusión y la incertidumbre, la realeza de Cristo restaura la claridad y el orden.