Al mismo tiempo que nuestros pecados y rebeldías se acumulan y dan frutos de maldad, el bien que sembramos da frutos de bondad, preparando la victoria definitiva de Nuestro Señor Jesucristo.
[REPRODUCCIÓN PERMITIDA – Ayúdanos a divulgar este archivo de audio en las redes sociales, blogs, emisoras de radio, y otros medios.]