Cuatro imágenes de lo que es “templo” se iluminan mutuamente: (1) Cristo y su Cuerpo, presente particularmente en la Eucaristía; (2) Las construcciones materiales que llamas iglesias o capillas; (3) La Comunidad de creyentes, en quien habita el Señor; (4) El cuerpo de cada uno de nosotros, lugar de habitación del Espíritu Santo.