Una vida marcada por la Pascua, 10 de 12: La Virgen María

La Santísima Virgen María.

* El Faraón buscaba “esclavos felices” para que fueran obedientes y no sublevasen; la Virgen se da a sí misma el título de Esclava, pero del Señor. En Éxodo 4 dice Yahvé que su Pueblo es suyo y quiere que sea reconocido públicamente. Siguiendo este mismo ejemplo, Cristo es el Siervo de Dios (profeta Isaías) y San Pablo es el esclavo de Cristo. La esclavitud es norma en la Biblia. Todos somos siervos de algo o de alguien. Decimos que la vida de la Virgen está marcada por la Pascua porque está marcada por la victoria de Dios. Se realiza esta vida en Ella porque es la sierva de Dios y sólo de Dios.

* El demonio no pudo contra María, por más que le intentó tentar con las codicias, afectos, atajos de este mundo. María posee un deseo anhelante de que se cumpla la voluntad de Dios en ella. No importa lo que suceda con ella. Su corazón avanza en el amor a Dios porque nada le afecta o le perturba. Los jesuitas expresan esta actitud con la fórmula: santa indiferencia.

Una manera segura de entrar y progresar en la vida espiritual evitando miedos es hacer nuestra esta máxima: váyame bien, váyame mal, de Cristo soy; no importa lo que suceda conmigo. Santa Catalina de Siena decía que ni el demonio ni criatura alguna nos pueden hacer pecar si nos sostenemos firmes amando la gloria de Dios. De esta manera vemos que María vence al Enemigo.

* Características del caminar victorioso de María.

(1) Dichosa tú que has creído. La fe es lámpara porque el acto primero es la confianza. Poner la confianza en Dios significa confiarle todas las áreas de mi vida (mi salud, mis defectos, mis apegos, mi conciencia, mis vicios, …). Hay una gran relación entre la confianza y la providencia. Se dice que la confianza es la llave de la providencia. No sé qué va a hacer Dios, pero yo confío en Dios. La fe no es entender. La fe crece como si fuese subir por una escalera de caracol, cada vez crees en Dios aumenta tu fe. La fe crece en la práctica, del desafío a la confirmación, y así sucesivamente.

(2) Agilidad en el servicio sin prejuicio de que los demás se lo merezcan. Se trata de no encerrarse en nuestros propios intereses. Una “Iglesia en salida” que dice el Papa. Hay que gastar los talentos que se nos han dado. No hay modo de recibir si a su vez nosotros no damos.

(3) Humildad sin esperar reconocimientos. Para acumular tesoros en el Cielo, necesitamos escoger el camino de lo escondido porque preferiri la recompensa del mundo es perder la de Dios. Hay que hacer las cosas por hacer el bien: lo que sea público y se vea, que sea para mayor gloria de Dios, mientras que lo que no se vea será para atesorar méritos en el Cielo. Lo importante es que la voluntad recta en lo que hacemos e intentar que los sufrimientos no los vea nadie y que Dios solo lo sepa.

Si seguimos a Santo Tomás de Aquino en su explicación diríamos que en todo acto voluntario hay un objeto, una intención y unas circunstancias. Hay que obrar de la mejor manera posible para que la gente le dé gloria a Dios (objeto). Lo que nadie ve es el porqué, (intención) donde caben los múltiples sacrificios, mortificaciones, intercesiones e inmolaciones que son los méritos celestiales. Ambos tienen que ser rectos. En cuanto al cómo, (circunstancias) hemos de acudir a la virtud de la prudencia natural y sobrenatural, pensamiento recto sobre lo que hay que hacer, que nos ayude a que las condiciones se ajusten a la rectitud del acto.

Los tesoros grandes de María estaban en los porqués, en sus intenciones, de ahí que Ella atesorara en Cielo tantos fortunas.

(4) La clave estaba en Su corazón. San Juan Eudes y San Luis María de Grignon de Monfort se dieron cuenta que había que ir más allá de las virtudes externas de María, y por eso enfatizan tanto la devoción al Corazón Inmaculado de María. Supone asomarse a esos motivos que son los secretos insondables de por qué fue María la que fue. Ahí están sus mayores riquezas.

La vida de San Maximiliano Kolbe está sellada por la devoción a la Inmaculada Virgen María. Él piensa que el secreto para la renovación del mundo está en el corazón Inmaculado de María. Nuestros corazones no estarán marcados por la Pascua hasta que no nos asomemos al Corazón Inmaculada de María. ¿Cuáles eran sus porqués? esa era la pregunta de San Maximiliano. Este santo tenía una profundidad muy grande.

Se dice que San Juan Pablo II también tenía un conocimiento de María muy profundo. Ese conocimiento por vecindad de corazones. El “Totus tuus” de Juan Pablo II era algo más que una expresión de piedad era ese celo que hay en María, y saber que en Ella nuestro corazón está más seguro que en nosotros mismos. Porque una vida marcada por la Pascua es una vida en la que no se nos van a ahorrar dolores. Dolores sí, pero con victorias.

(5) El corazón de María es un corazón libre de venganza, de resentimiento, de miedo, de ambición. María en Pentecostés estaba rezando con aquellos que habían traicionado a su Hijo. Eso habla de una santidad inmensa. La hiper-conectividad en el cerebro de las mujeres (emociones, memorias, sentimientos, …) es una de las razones por las que les cuesta mucho perdonar. Cada vez que traen a sus memorias una ofensa, el recuerdo se hace vivo y casi real. Es de suponer el mérito que tuvo la Virgen María. A pesar de su gran dolor, ante la gran urgencia y necesidad de rezar por y con los discípulos le hace olvidar que ellos fallaron.

Renovemos nuestra devoción al Corazón Inmaculado de María. En su Corazón se recogía para rezar. Su Corazón es la biblioteca del Espíritu Santo. Es la capilla más bella.

(6) La vida de María es de baluarte en baluarte. La vida de María es de milagro en milagro, de altura en altura hasta ver a Dios en Sion. No hay que pedirle milagros a la vida, hay que reconocer a la vida como milagro.

Una vida marcada por la Pascua, 09 de 12: Pascua de algunos santos

9. La Pascua de algunos santos

San Juan Bautista

* Dios le otorga a los profetas (Jeremías, Oseas y también a Juan Bautista) que el gran mensaje que comuniquen sea su propia vida. No es de extrañar que el Espíritu Santo, la Ley Nueva, marque y selle en nuestra vida la Pascua. Juan Bautista llevó una vida marcada por la Pascua, de ahí su nombre de Precursor. Aunque el primero y el último es Jesucristo.

* La vida de Juan está marcada por la Pascua porque no ve la Alianza de Dios como algo distante que se pierde en el pasado. Juan es el santo que reconoce los derechos de Dios. En Malaquías 4 dice que el Precursor reconcilia el Padre con los hijos y los hijos con el Padre. La Alianza está viva.

* Juan bautiza en el Jordán porque en el libro de Josué vemos que el Pueblo de Israel cruza el río Jordán. Aquí no es la vara de Moisés sino el arca de la Alianza la señal que mantiene las aguas separadas. La Alianza con Dios es la que da paso libre al Pueblo hacia Dios. Hay toda una liturgia para que se pueda producir el milagro. En el caso de Juan las aguas no se separan sino que la gente se sumerge en el agua (muerte es el símbolo). El Bautismo es una muerte simbólica del Pueblo que se bautiza.

* El acto de bautizar significa que
(1) soy un pecador, y al mismo tiempo
(2) pertenezco a un Pueblo que ha sido infiel.

* Eso explica porqué Cristo va a bautizarse: el bautismo de Jesús no es porque él sea pecador sino porque Él está encarnado en un pueblo pecador. El bautismo de Cristo es la señal del bautismo del pueblo judío.

* La vida Pascual de Juan tiene que ver con la libertad. El tipo de vida de Juan es un mensaje de libertad. Juan dice que su único dueño es Dios. Una libertad que le permite hablar a todos claramente.

* Aparentemente una vida así no tiene lugar para la alegría. En su vida hay una solo alegría: Jesucristo. Desde antes de nacer y durante toda su vida y hasta el final, según había anunciado: ahora mi alegría es perfecta.

San Pablo

* Cuenta su propia Pascua en 1Tim 1, 12-17, donde dice: Doy gracias a aquel que me revistió de fortaleza, a Cristo Jesús… Su Pascua es su conversión, su salvación, sobreabundancia de Gracia, el impacto de misericordia en su vida, la transformación de todo su ser. San Pablo ha conocido el amor de Dios.

* En el Gálatas 2, 19-21, el santo dice: yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. No tengo por inútil la gracia de Dios, pues si por la ley se obtuviera la justificación, entonces hubiese muerto Cristo en vano. En el libro de los Hechos ya se cuenta su conversión; ¿qué nos agrega este texto de Gálatas? Tres componentes: misericordia, ley y cruz:

(1) Cuanto más intensa y extensa es nuestra experiencia de la misericordia más fácil se nos hace poder ver (entender) a los otros. La misericordia es algo más que un sentimiento. Ilumina nuestro entendimiento para descubrir y liberarnos de nuestras cadenas. El poder liberador de la misericordia hace que la miseria del pasado se convierte en gloria.

(2) “… por la ley he muerto a la ley …” ¿qué quiere decir? La ley fue dada para nuestra vida y no para morir. Escoge la vida (Deut 30, 19). Tu palabra me da vida. (Sal. 118) La ley me muestra el camino perfecto pero no me da la fuerza para recorrerlo. Sin ley antes obraban mal sin saberlo. Con la ley ahora siguen haciéndolo pero a conciencia. En Rom. 2, 23, dice San Pablo Tú que te glorías en la ley, transgrediéndola deshonras a Dios. Según la carta a los Hebreos, por la ley he descubierto mi miseria y he confesado mi pecado y la ley ya hizo su misión (ya no tiene sentido, por eso: “muero a la ley”).
La referencia a la Pascua es que para nosotros una vida Pascual y esperanza de salvación no está en las normas externas. Si nos fijamos los capítulos 5 y 6 de la carta a los Romanos vemos lo que la ley quería no se cumplía y ahora sin la ley se cumple. Una vida Pascual es la que cumple lo que pide la ley pero sin la ley. Para llegar a donde quería la ley de Moisés había que superar la ley de Moisés. Ese “ir más allá de la ley de Moisés” es lo que nos ha dado el sacrificio redentor de Jesús y la efusión del Espíritu en Pentecostés.

(3) …Con Cristo estoy crucificado… “Vivir para Dios” lo equipara a “morir crucificado”. Si bien es cierto que lo que Jesús sufrió (su Cruz) fue suficiente para nuestra justificación, también es verdad que la vida cristiana es algo más que el perdón de los pecados. Se trata del camino que en nuestras vidas hace el Espíritu y que tiene que florecer con obras de amor. La fe sin obras está muerta. … Completo en mi carne lo que falta a la Pasión de Cristo.

Romanos 5, 1ss: Habiendo, pues, recibido de la fe nuestra justificación, estamos en paz con Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido también, mediante la fe, el acceso a esta gracia en la cual nos hallamos, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Más aún; nos gloriamos hasta en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación engendra la paciencia;…

Después de la justificación vienen las tribulaciones. La cruz es necesaria pero es cruz de victoria. La justificación no lo cubre todo. La vida marcada por la Pascua es una vida con victoria en medio de las tribulaciones.

Santo Domingo de Guzmán.

* El santo que experimenta la Gracia y la predica. Una vida marcada por la Pascua es una vida marcada por la Gracia. Lo que Santo Domingo ve en los herejes no es una montaña de errores, sino un abismo de necesidades. El gran pecado de nuestra época es la indiferencia, según el Papa Francisco. De ahí que tengamos que salir de nosotros mismos y salir de nuestro egoísmo e interesarnos en los demás.

* Tiene que dolernos todos aquellos que están apostatando. El santo se preocupaba de consolar. Su anhelo es la santificación en comunidad.

* Su don de la alegría era muy especial. Por ser un cristiano estable, le permitía estar por encima de todas las vicisitudes y tribulaciones de la vida. Su gozo y vivencia de la alegría eran admirables e impresionantes.

LA GRACIA del Miércoles 7 de Septiembre de 2016

Pidamos a Dios que nos ilumine para ser fieles a la vocación a la que hemos sido llamados, el matrimonio o el celibato.

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Sudoku 018 de 100

La tarea en un sudoku es llenar todas las casillas con los números del 1 al 9, de modo que no haya números repetidos en ninguna fila, en ninguna columna o en ninguno de los nueve cuadros menores.

[Si buscas la solución al Sudoku 017, haz click aquí.]

LECTIO 20160905

LECTURA ESPIRITUAL.

#LectioFrayNelson para el Lunes XXIII del Tiempo Ordinario

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LA GRACIA del Martes 6 de Septiembre de 2016

No basta con que digas que eres cristiano, pide a Nuestro Señor el don de la coherencia, que puedas llevar la fe a cada área de tu vida.

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Secreto de la santidad de cada día

Una misión siempre actual y heroica para un cristiano corriente: realizar de manera santa los más variados quehaceres, aun aquéllos que parecen más indiferentes.

Trabajemos, y trabajemos mucho y bien, sin olvidar que nuestra mejor arma es la oración. Por eso, no me canso de repetir que hemos de ser almas contemplativas en medio del mundo, que procuran convertir su trabajo en oración.

Me escribes en la cocina, junto al fogón. Está comenzando la tarde. Hace frío. A tu lado, tu hermana pequeña -la última que ha descubierto la locura divina de vivir a fondo su vocación cristiana- pela patatas. Aparentemente -piensas- su labor es igual que antes. Sin embargo, ¡hay tanta diferencia! -Es verdad: antes “sólo” pelaba patatas; ahora, se está santificando pelando patatas.

Más pensamientos de San Josemaría.