Cuando la voz de la Iglesia Católica es minoría entonces: que se calle la Iglesia y respete la voz de las mayorías en una sociedad pluralista y democrática.
Sepan todos que la gente no es tonta y que ya se da cuenta de este juego de sofismas que tiene un único propósito: amordazar y eliminar a la Institución que más les estorba para imponer su agenda de manipulación y destrucción de los niños, la familia y el orden social.