Quería hacerle una consulta: si Ud nos puede orientar en cómo preparar adecuadamente nuestro testimonio de vida personal para ser testigos de Cristo en nuestras misiones. – V.T.
Un buen testimonio tiene cinco partes, creo yo:
1. Saludo, y breve síntesis. Un ejemplo: “Hermanos, con humildad me presento ante ustedes. Yo fui una persona que siempre pensé que la religión era para la gente débil… hasta que el Señor me mostró mi propia debilidad…”
2. Un resumen de cuál era la situación de PECADO en que uno se encontraba. Un ejemplo: “Yo era una de esas personas que suelen utilizar la ironía para hacer quedar mal a los demás. Yo me imaginaba que achicando a los demás yo me iba a ver más grande. Muchas veces mi soberbia me llevó a herir a las personas, incluso a gente que yo en realidad quería y quiero mucho. Hoy me doy cuenta que nada bueno puede venir de la soberbia pero la verdad es que en ese tiempo, cada vez que ganaba una discusión o hacía quedar mal a alguien, me creía poderoso y cada pequeño triunfo me animaba a afilar más mis armas [etc etc etc]”
3. La crisis del modo antiguo y la llegada del modo nuevo. Aquí es donde deben aparecer claramente la PACIENCIA y la MISERICORDIA de Dios, así como la IMPOTENCIA del ser humano para salvarse a sí mismo. Un ejemplo: “Un día tuve una discusión muy dura con mi hijo mayor, ya adolescente. Como siempre, yo estaba obsesionado no sólo con ganarle en una guerra de palabras sino también humillarlo. Me avergüenza decirlo pero es la verdad. Cuando esa pelea acabó, él solo me dijo una cosa: Sólo estarás tranquilo cuando yo acabe como Julián. Este Julián es un hermano mío que tristemente se había suicidado en su juventud. Para mí esas palabras fueron un campanazo de alerta. Como que caí en cuenta de lo que estaba haciendo. Esa noche no podía dormir. Abrí mis ojos y me di cuenta de cómo estaba destruyendo a los demás y destruyéndome a mí mismo. Sobre todo, me di cuenta que mi soberbia era ya un monstruo más grande que yo. Y entonces hice una oración–algo que hacía muchos años no hacía. Una oración que me brotó del alma. Recuerdo que le pedía y le pedía al Señor que me diera tiempo para reparar tanto daño que había hecho. A la mañana siguiente fui a buscar un amigo sacerdote, e hice una buena confesión. Él me recomendó que no perdiera el impulso sino que más bien hiciera un retiro espiritual. Y seguí su consejo. Para mí lo más hermoso fue ver que había un Dios que me estaba esperando…”
4. Cómo se dieron los PRIMEROS PASOS. Un ejemplo: “Ese retiro espiritual puedo decir que cambió mi vida. Pero lo más importante fue que nos insistieron en que un cristiano no puede vivir su vida en soledad y aislamiento, sino que estamos hechos, diseñados, para vivir en comunidad. Entonces me uní a una comunidad de parejas que llevaba unos pocos años en mi parroquia. Cuando le propuse a mi mujer que fuéramos a ese grupo, no lo podía creer de la dicha. Puedo decir que el Señor afianzó su obra a través de los testimonios, el servicio, las oraciones de nuestra comunidad de matrimonios [etc etc etc]”
5. Cuál es la VOCACIÓN DE SERVICIO a la que Dios de modo más permanente está llamando. Un ejemplo: “A través de esa comunidad descubrí que en mi había un profesor frustrado. Pero sobre todo descubrí que esa vocación no es para disminuir a las personas sino para ayudarlas a crecer. Y por eso me he comprometido junto con mi esposa, y hoy somos directores de catequesis de jóvenes en la parroquia [etc etc etc]”